Domingo de palmas y paraguas

Jesús Hinojosa

Málaga

Lunes, 26 de marzo 2018, 01:22 | Actualizado 10:53h.

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El de ayer no fue el Domingo de Ramos con el que sueñan quienes aguardan con impaciencia la llegada de la Semana Santa. El tiempo volvió a estar cual espada de Damocles sobre las previsiones de los cofrades y la lluvia hizo acto de presencia intermitente durante prácticamente toda la mañana y también por la noche. Las predicciones meteorológicas se cumplieron y sirvieron para trazar de antemano un plan ‘B’ que funcionó para encajar con retraso el complicado puzle de los horarios e itinerarios de la jornada inaugural de los días grandes en la capital. Un plan alternativo que, en el caso de la Pollinica, sirvió para dejar la hermosa estampa del paso de la cofradía junto al Teatro Romano y la Alcazaba.

Una vez que se retiraron las lluvias matutinas, el viento y el frío tomaron protagonismo en las calles, aunque también cayeron unas inquietantes gotas por la noche. Definitivamente, fue la peor cara de una incipiente primavera que ojalá no vuelva a mostrarse de este modo en lo que queda de semana. No obstante, las ganas de procesiones pueden con todas las tempestades y los malagueños volvieron a demostrar una vez más su pasión por la Semana Santa echándose en masa a las calles.

La meteorología no empañó el brillo del dorado que lució el frontal del trono de Jesús a su Entrada en Jerusalén, que seguirán completándose en años sucesivos, ni el fulgor de la orfebrería de la primera fase del cajillo de las andas de la Virgen del Patrocinio, de la Hermandad de la Salutación, en las que llamó la atención lo escueto del exorno floral.

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Tras la campaña de captación lanzada en la cuaresma, Salutación logró completar sus filas de nazarenos y los varales de sus tronos, de igual forma que se llenaron las aceras para ver pasar su comitiva, en una tarde demorada respecto a los horarios previstos por culpa de la lluvia que quedó interrumpida por un corte en el recorrido oficial, entre los cortejos de Humildad y Paciencia, y Humildad, primera y segunda cofradía de la tarde. También la reparación de una arqueta en plena Alameda Principal, al paso de la Pollinica, causó cierto retraso en el discurrir de su cortejo.

Las cofradías volvieron a demostrar en este Domingo de Ramos que cuidan cada vez más la estética de sus tronos, en los que los exornos florales mostraron unas composiciones más equilibradas que en años anteriores. Lástima que ese cuidado y esmero por presentar a las sagradas imágenes con el máximo gusto y decoro no sea mostrado en determinadas cuestiones por las autoridades municipales, que han colocado cuatro módulos de urinarios públicos junto al muro de la rampa de la Aurora, en pleno ámbito de la popular Tribuna de los Pobres. ¿No había otro sitio más apropiado para algo así?

Al menos sí parece que se han tomado medidas para procurar que la seguridad mejore especialmente en el ámbito de la calle Carretería, tristemente protagonista de la avalancha del año pasado que sufrió la procesión del Cautivo. La instalación de vallas vigiladas para ordenar los accesos desde las calles adyacentes parece una buena medida, que ojalá dé sus frutos a lo largo de la semana.

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