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Los siete días de culto a la Virgen de los Dolores de San Juan al final de cada cuaresma se han venido celebrando de forma ininterrumpida. Archivo de la Cofradía
Dolores de San Juan: de la Soledad a Dolores
Historia

Dolores de San Juan: de la Soledad a Dolores

La Corporación, que inició su andadura en el siglo XVI con otra advocación, se fusionó con la Sacramental de San Juan fundada en 1487 por los Reyes Católicos

Andrés camino

Viernes, 15 de abril 2022, 17:00

La Archicofradía de los Dolores de San Juan tiene sus orígenes en la Hermandad de la Soledad, a finales del siglo XVI, como filial de la Cofradía de la Columna, de la parroquia de San Juan. La corporación cambió en 1687 su nombre por el de Dolores, como consecuencia de un pleito mantenido con la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad radicada en el convento dominico de Santo Domingo y San Carlos, demostrando esta última ser más antigua que la anterior, por lo que, en adelante, la de San Juan se intituló de los Dolores.

Los primeros estatutos aprobados como corporación independiente datan de 1688. En ellos se recogía, entre otros aspectos, la defensa del dogma concepcionista, la salida penitencial el Miércoles Santo por la tarde o que la elección de portadores de la sagrada efigie se llevaría a cabo a través de un riguroso sorteo.

En 1790, los mayordomos de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores, el presbítero José Sanz y Carlos Testa, presentaron sus constituciones al Consejo de Castilla. Sin embargo, diez años más tarde, el fiscal que instruía el 'Expediente de Reconocimiento y Aprobación de las Ordenanzas', disponía la suspensión de su actividad corporativa, si no se unía a la Hermandad de Sacramental de San Juan.

Al no haber más opción que ésta, se unió a la Cofradía del Santísimo Sacramento, fundada por los Reyes Católicos en 1487, con Bula del Papa Inocencio VIII y confirmada por las de Benedicto XIV, en 1747, y por las tres bulas de Pío VII, en 1800.

Se sabe, por una copia de los estatutos de la Archicofradía Sacramental de Nuestra Señora de los Dolores, presentados en el Gobierno Civil para su confirmación el día 25 de septiembre de 1894, que la fecha en que se llevó a cabo la incorporación fue la del 28 de noviembre de 1801, disfrutando, desde entonces, de todas las gracias, privilegios e indulgencias otorgadas a la sacramental, cuya misión no era otra que la de velar por los servicios eucarísticos.

Al absorber a la sacramental de San Juan, se convirtió en archicofradía y, en 1841, bajo el reinado de Isabel II, se reformaron los estatutos.

Durante el período decimonónico, efectuó varias salidas penitenciales, como la del Viernes Santo de 1867, haciendo estación penitencial en la Santa Iglesia Catedral. El periódico El Avisador Malagueño informaba que salió acompañada de las Hermandades de Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón, de Nuestro Padre Jesús Nazareno y del Santísimo Cristo de la Exaltación, todas ellas establecidas canónicamente en la parroquial de San Juan.

En los estatutos de 1894, en el artículo 3, apartado 5, se podía leer acerca de la procesión de Semana Santa: «si la Archicofradía, resucitando su antigua costumbre acordase salga en procesión nuestra titular en la tarde del Viernes de Dolores acompañando al Santísimo Sacramento (...)».

En los años finales del siglo XIX y principios del XX, era patente la postración en que vivía la archicofradía pero sin llegar a desaparecer, manteniendo el culto interno –principalmente el septenario a Nuestra Señora de los Dolores–, hasta que, en 1978, la titular mariana volvía a salir a la calle como cofradía agrupada en la tarde-noche del Viernes Santo.

Cristo de la Redención

En la reforma estatutaria llevada a cabo en 1984, bajo el gobierno de Alfonso Martín Ruiz, los hermanos aprobaron en un cabildo celebrado en los salones parroquiales de la sede canónica, agregar la advocación del Santísimo Cristo de la Redención.

En la función religiosa celebrada el 15 de septiembre de 1986, festividad de los Dolores Gloriosos de Nuestra Señora, y ante la presencia de la imagen de la Virgen de los Dolores, se firmó el contrato de hechura del nuevo titular con el escultor y profesor hispalense Juan Manuel Miñarro López. El día 1 de noviembre de 1987, fiesta de Todos los Santos, el obispo Ramón Buxarrais Ventura bendijo la efigie del Santísimo Cristo de la Redención en la iglesia parroquial de San Juan. Se trata de una imagen barroca, de 1,81 metros de altura, que representa a Cristo muerto en la cruz. En la ceremonia fueron padrinos la Compañía de Jesús, representada por el P. Manuel Montero Agüera, y María del Rosario Marfil de Jolín.

Al año siguiente, y coincidiendo con el tercer centenario de la redacción de las primeras constituciones de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores como entidad independiente, el Crucificado efectuó por primera vez su salida procesional desde el interior de la iglesia del Sagrado Corazón, debido a que no estaba abierta la puerta principal por donde salen actualmente los tronos de las hermandades radicadas en San Juan. La imagen fue sacada en un trono provisional, realizado en madera de color caoba.

Con motivo de su primera salida procesional, el Señor de la Redención se convirtió en el cartel de la Semana Santa de 1989. La instantánea fue tomada por el fotógrafo Rafael Melero en el interior del templo jesuítico. Precisamente en este año, la Archicofradía de los Dolores ya pudo iniciar su salida penitencial desde la parroquia de San Juan, tras el período 1985-1988, que lo vino haciendo desde la iglesia jesuita de la plaza de San Ignacio.

La Comisión de Cultos de la Agrupación de Cofradías aprobó la petición formulada por la Archicofradía de los Dolores para que el Santísimo Cristo de la Redención presidiese el vía crucis oficial del año 2003. La imagen fue trasladada en procesión el 7 de marzo, primera viernes de Cuaresma, desde la parroquia de San Juan a la Santa Iglesia Catedral, donde tuvo lugar la lectura de las estaciones.

Nuevo trono para el Señor

En el año 2009, la archicofradía firmó un contrato para la construcción de un trono procesional para el Cristo de la Redención con los siguientes artistas: Francisco López, se encargará de la carpintería; Manuel Toledano, realizará la talla; Ruiz Montes, se ocupará de las esculturas; la orfebrería corresponderá al cordobés Manuel Valera. La junta de gobierno, presidida entonces por José Antonio Bermúdez, apostó por artistas malagueños que son referentes en sus disciplinas a nivel andaluz.

Está previsto que la obra, diseñada por Fernando Prini Betés según el discurso iconográfico redactado por Pedro Merino Mata, se estrene el próximo Viernes Santo. El año pasado, 2012, se celebraron diversos actos con motivo del veinticinco aniversario de la bendición de la imagen del Santísimo Cristo de la Redención, entre ellos un misa estacional en la parroquia de San Juan oficiada por el obispo, Jesús Catalá.

Otra efeméride importante fue el bicentenario de la fusión entre la Hermandad de los Dolores y la Archicofradía Sacramental (1801-2001), que se celebró con un triduo extraordinario durante los días 21, 22 y 23 de noviembre de 2001. El 25 de ese mes se llevó a cabo, tras una función religiosa presidida por el obispo Antonio Dorado Soto, una procesión eucarística por las calles de la feligresía.

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