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La Virgen de la Trinidad, sobre el trono de María Auxiliadora, saliendo de San Pablo.

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La Virgen de la Trinidad, sobre el trono de María Auxiliadora, saliendo de San Pablo. Eduardo Nieto

Medio siglo de fervor trinitario

Cientos de personas asistieron a la procesión de la Virgen de la Trinidad por el barrio en el aniversario de su bendición

Manuel García

Málaga

Sábado, 15 de diciembre 2018, 17:43

El barrio de la Trinidad presentó este sábado sus calles engalanadas con banderolas y gallardetes para vivir una tarde histórica con la salida extraordinaria de la titular mariana de la Cofradía del Cautivo con motivo del cincuenta aniversario de su bendición.

Cientos de personas asistieron a la salida procesional a las 17.30 horas y acompañaron a la Virgen de la Trinidad durante su recorrido, muchas de ellas de otras localidades que hasta aprovecharon la ocasión para entrar a la iglesia de San Pablo y ver al Cautivo una vez que la Virgen abandonaba el templo para iniciar su itinerario.

La imagen procesionó en el trono de María Auxiliadora y lució el manto bordado sobre terciopelo azul de procesión de la Virgen de la Estrella de Jerez de la Frontera, de la Hermandad de la Borriquita, y una media luna de plata a los pies.

El cortejo lo abrió la cruz guía, precedida de la banda de cornetas y tambores del Cautivo, el sine labe, hermanos con velas y bastones, una representación de la Asociación de María Auxilidora y el guión de la titular trinitaria. Tras el trono la banda sinfónica Virgen de la Trinidad acompañó a la imagen.

La imagen lució el manto de la Virgen de la Estrella de Jerez. Eduardo Nieto

Hubo dos turnos de portadores, vestidos con traje de chaqueta oscuro y corbata, que se llevó a cabo en la plaza Montes, enclave donde un coro de mujeres le cantaron a la imagen por malagueñas. Pero el momento de mayor emoción fue cuando la Virgen llegó a la altura de la casa hermandad y en la calle Trinidad no cabía ni un alfiler.

Desde el balcón de la sede de la corporación los hermanos lanzaron una gran petalada de flores mientras el trono era mecido a los sones de la marcha procesional 'Rezo a tus pies', de José Antonio Molero, cuya letra cantaron todos los asistentes.

La procesión continuó por la calle Sevilla hasta San Quintín, donde se produjo otra petalada y cohetes a los sones de la pieza musical 'Coronación de la Trinidad', en una noche de júbilo que concluyó pasadas las diez de la noche con el regreso a la sede canónica, y que sirvió de colofón a unos actos y cultos que han conformado una efeméride este año que suma medio siglo de devoción trinitaria.

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