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El Cristo de la Buena Muerte de Reducción junto a la Virgen de los Dolores ya San Juan. Sur
La devoción al Cristo de la Buena Muerte en Argentina
INVESTIGACIÓN

La devoción al Cristo de la Buena Muerte en Argentina

Aunque el imaginario colectivo identifica este icono con la advocación del titular de la Congregación de Mena de Málaga, un estudio y un rastreo documental mínimamente exhaustivo demuestran que este título es motivo de fervor popular en muchos lugares en todo el mundo cristiano

Elías de Mateo

Málaga

Miércoles, 6 de marzo 2024, 00:02

Desde hace ya más de un siglo, cuando se habla, no ya en España, sino a nivel mundial del Cristo de la Buena Muerte, el imaginario colectivo lo identifica con la advocación titular de la Congregación de Mena. Sin embargo, un estudio y un rastreo documental mínimamente exhaustivo, a través de las fuentes documentales hemerográficas y de internet demuestran que la Buena y Santa Muerte de Cristo es motivo de devoción en muchos lugares en todo el mundo cristiano. Existen muchos Crucificados con esta advocación, no solo en nuestro país, sino en lugares que pueden sorprendernos

La Compañía de Jesús y la difusión de la devoción

Desde su fundación por San Ignacio de Loyola en 1534, la Compañía de Jesús tuvo como uno de sus fines fundamentales fomentar entre los fieles la práctica de los sacramentos para lograr una vida santa que preparase al cristiano. Además, desde sus inicios y dada la fama de virtud y sólida formación de que hicieron gala sus miembros, fueron requeridos a los pies de los enfermos y moribundos para ayudarlos a bien morir.

Hacia 1600, en Venecia, los jesuitas reunían los viernes de cuaresma a los fieles ante el Santísimo expuesto durante cinco horas para meditar sobre la Pasión y Muerte de Jesús. Esta práctica se extendió rápidamente. Finalmente, la Congregación de la Buena Muerte fue fundada en 1648 por el P. Vicente Caraffa (1646-1649), séptimo General de la Compañía y establecida en la Iglesia del Gesù de Roma bajo el título de 'Congregación de Jesucristo Nuestro Señor en la Cruz y de la Bienaventurada Virgen María, su Madre Dolorosa'.

Conocida popularmente como Congregación de la Buena Muerte, su finalidad consistía en preparar a sus miembros para una santa muerte (en estado de gracia) mediante la continua meditación de la Pasión de Cristo Nuestro Señor con sermón del director y la práctica de una vida santa a través de la práctica frecuente de la confesión y la comunión.

Una gran parte de las imágenes, cofradías y hermandades reseñadas a continuación bajo la advocación de la Buena Muerte de Cristo, tuvieron como origen la labor catequística y fundadora de los jesuitas, tanto en Europa como en América.

El caso de Argentina

En el otro extremo del mundo, en el centro geográfico de la actual República Argentina, al sur de la provincia de Córdoba, se encuentra el Santuario del Cristo de la Buena Muerte. En concreto, se localiza en la localidad de Reducción, una pequeña población que cuenta en la actualidad con unos 1.800 habitantes, situada en la margen izquierda del Río Cuarto, departamento de Juárez Celman.

Santuario del Cristo de la Buena Muerte. Sur

Bajo la jurisdicción del Virreinato del Perú, en 1691 la Compañía de Jesús estableció en este lugar una reducción para convertir y civilizar a la población autóctona de indios. Tras la expulsión de los jesuitas de España y sus dominios por parte de Carlos III en 1767, se hicieron cargo de este enclave los franciscanos.

La importancia de esta localidad residía en que se encontraba en el antiguo camino real que unía Buenos Aires y Cuyo. Era, por lo tanto, un punto de intercambio, de provisión de víveres y animales y de descanso de pasajeros.

Pronto se convirtió en un pequeño pueblo que conservó el nombre de Reducción. Pero la creación del Virreinato del Rio de la Plata en 1776 impulsó la presencia española en esta zona. A partir de 1795, aquel pequeño asentamiento crece gracias a al impulso del militar Francisco Domingo Zarco, quién donó a aquel pueblo una imagen de Cristo crucificado bajo la advocación de la Buena Muerte.

La primera capilla debió construirse entre 1795 y 1800. Esta primera capilla tenía la arquitectura típica de la Pampa en esa época. Muros de adobe y techo de vigas y paja, por lo que necesitó continuos trabajos de mantenimiento.

Una leyenda trasmitida por tradición oral asegura la intervención milagrosa del Cristo ante un asalto de indios salvajes, apareciendo en el cielo arrojando rayos de luz y salvando a los habitantes del pueblo durante los primeros años del siglo XIX.

Consolidación y popularidad durante los siglos XIX y XX

Tras la independencia de Argentina, en 1816, la popularidad y la devoción al Cristo de la Buena Muerte del Santuario de Reducción, aumentó considerablemente. El templo fue reformado, sucesivamente en 1844 por Cayetano Fernández y en 1869 por el sacerdote italiano Quírico Porreca.

Hacia 1878 los clérigos franciscanos de Propaganda Fide, llegados de Italia, impulsaron la construcción del actual templo que se inauguraría al año siguiente. A principios del siglo XX se amplía añadiéndole las naves laterales y el campanario. El pintor de origen italiano Carlos Camilloni (1882-1950) realizó en el techo un fresco alusivo ala supuesta intervención milagrosa del Cristo que defendió la localidad de un ataque de los indios. Asimismo, se construyó también un gran albergue para los peregrinos que acudían en masa a este lugar.

Fresco de la bóveda del santuario donde se recrea la intervención del Cristo ante los índios. Sur

En 1888 se fundó la Cofradía del Señor de la Buena Muerte con 81 miembros que llegaron a ser 432 en 1900. La prensa, tanto argentina como española recogió, en varias ocasiones crónicas, las peregrinaciones y las procesiones que se celebraban en torno a este santuario.

Así la revista ilustrada argentina Caras y Caretas, publicaba, en 1899, un reportaje con una interesante fotografía donde se daba cuenta de la popularidad de esta advocación:

«La procesión del Cristo de la Buena Muerte. La fotografía que publicamos representa la procesión tradicional que hacen en el Santuario de Santa María de la Reducción, en Rio IV, Córdoba, los vecinos de Jesús María. Este pueblito posee un Cristo de la Buena Muerte cuya fiesta se celebra los días 24 de abril y 3 de mayo con toda la pompa que allá es posible. Los habitantes miran a ese Cristo como su providencia, y se conserva el recuerdo de las horas amargas que ayudó a pasar, cuando los indios, en el tropel del malón (sic), sembraban el espanto entre los atemorizados pobladores. El Santuario es, hoy, lugar de peregrinación al que concurren en estos días numerosos fieles».

Y, en España, la revista católica La Hormiga de Oro, también se hacía eco del arraigo de aquella imagen de Cristo en 1917, dando cuenta de una peregrinación a aquel lugar organizado por los terciarios franciscanos, una orden de seglares que se reúnen en comunidad de manera regular, profesan votos y se comprometen a vivir el Evangelio según el ejemplo de San Francisco:

«Peregrinación de los Terciarios Franciscanos de Rio Cuarto al célebre Santuario del Santo Cristo de la Buena Muerte. La fotografía muestra a los peregrinos al llegar a la estación de Las Acequias, de regreso del Santuario, momentos antes de partir para Rio Cuarto, acompañados del Rdo. Padre Comisario, de la distinguida dama, Sra. viuda de Castro y de la comisión organizadora».

Procesión a mediados del siglo XX, Sur

Las celebraciones y fiestas en la actualidad

Desde hace décadas, los cultos principales, una gran romería, tiene lugar entre el 1 y 3 de mayo, llegando devotos de toda Argentina, pero especialmente de la propia provincia de Córdoba. Antes se celebra una novena. La romería comienza el 30 de abril, cuando comienza el flujo de peregrinos. Centenares de personas parten desde la ciudad de Río Cuarto, en plena noche, caminando 50 kilómetros hasta el santuario, para cumplir una promesa o pedir una gracia. Se calcula que cada año acuden cerca de cincuenta mil fieles.

Los primeros llegan a las cinco de la mañana de día 1 de mayo. Desde esa hora se celebran en la gran explanada frente al santuario misas cada hora.

El día 2 las 16.00 horas tiene lugar la misa por los enfermos. Y, a continuación, a las 20.30 la tradicional procesión con antorchas en Reducción y una misa en memoria del Padre Víctor Pugnata, el sacerdote carismático que estuvo muchos años al frente del histórico Santuario.

Misa en el interior del Santuario. Sur

Y, finalmente, el 3 de mayo, festividad de la Santa Cruz, tienen lugar misas a las 8 y a las 11. Y, a las 15.30, la procesión final.

La imagen

Es una talla policromada de Cristo crucificado, de tamaño natural. Tiene la cabeza inclinada hacia el lado derecho, dejando caer una larga cabellera. Se observan en ella numerosas llagas y heridas, así como gotas de sangre por todo el cuerpo lo que produce un efecto de gran dramatismo.

El rostro advierte un sereno patetismo, los ojos y la boca están entreabiertos. Posee los brazos articulados para realizar la ceremonia del Descendimiento de la cruz y venerarlo como Cristo yacente el Vienes Santo.

Sobre su origen y autoría se ha especulado mucho. Las últimas investigaciones apuntan a que su autor, desconocido, se inspiró, a través de una estampa devocional, en los modelos tardogóticos sevillanos, como el Cristo de San Agustín.

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