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Primera salida de la Virgen de los Dolores bajo palio, año 1927. ARCHIVO UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
El desconocido orfebre José Garrido Garrido
Investigación cofrade

El desconocido orfebre José Garrido Garrido

El artesano, con taller en el barrio de El Perchel, fue autor de las antiguas barras de palio de la Virgen de los Dolores de la Expiración que se estrenaron en 1927

ANDRÉS CAMINO ROMERO

Jueves, 10 de marzo 2022, 07:55

El resurgimiento del procesionismo malagueño en la segunda década del siglo XX hizo que hermandades y cofradías como el Sepulcro, la Puente del Cedrón, la Humillación, las Fusionadas, la Expiración, entre otras, se vieran en la necesidad de recurrir a artesanos locales como Andrés Rodríguez Zapata, José Benítez Oliver, Manuel Oliver Rosado, Antonio Barrabino Ruiz, Diego García Carreras, etc., para la construcción y arreglo de tronos, tallas y restauraciones de imágenes titulares. Con la eclosión del periodo denominado 'felices años veinte', en el que la Semana Santa de Málaga vivió una etapa de absoluto esplendor, las corporaciones penitenciales dejaron de contar de forma activa con los citados artistas y apostaron por la suntuosidad procesional. Para ello, cambiaron de registro contratando los servicios de renombrados autores del panorama artístico español, véase, por ejemplo, al valenciano Pío Mollar Franch y al granadino Luis de Vicente Mercado.

La historiografía cofrade recoge de forma más extensa o limitada -en este caso por la consiguiente falta de documentación- la labor realizada por los citados artífices maestros. Poco o nada se sabe por las mismas causas sobre la orfebrería religiosa del periodo que se trata en nuestra ciudad. Se trae, pues, a estas líneas a un orfebre, completamente desconocido para el gran público, José Garrido Garrido, quien recibió -que se sepa por las fuentes consultadas- encargos de la Cofradía de la Expiración, la Hermandad de la Puente del Cedrón, la Hermandad de la Piedad y la Congregación de Mena, lo cual no quiere decir que no realizara igualmente trabajos para otras fraternidades nazarenas.

El taller

La revista 'La Saeta' se ha convertido en un vehículo imprescindible de consulta para llevar a cabo estudios, aparte de la Semana Santa, de facetas tan diversas como la publicidad, el turismo, la vida social y religiosa, la fotografía, la literatura, etc.

Pues bien, por un anuncio publicado en el año 1926 se tiene constancia de que José Garrido contaba con unos talleres de metalistería, orfebrería y construcción de trabajos artísticos de metal niquelados y dorados, situados en la calle Ancha del Carmen n.º 99, en el popular barrio del Perchel.

Más adelante, en 1928, y nuevamente en 'La Saeta' se insertaría otro anuncio que dice así: «Grandes Talleres de Niquelado y Dorado. Mecánica en General». En el texto que se acompaña al material fotográfico se dice: «En la calle Rodríguez de Ulloa, 4 (antes Haza María) se hallan enclavados estos talleres que su propietario D. José Garrido Garrido dirige y fomenta con progresiva importancia comercial. Las dotes técnicas del Sr. Garrido y seleccionado personal a sus órdenes, hacen que la extensa labor que desarrolla, y el cúmulo de trabajos a ellos encomendados constituyan un acabado perfeccionamiento de la industria que con tanto éxito fomenta. Con especial interés, el Sr. Garrido cultiva la orfebrería religiosa y artículos de metal, paragolpes para automóviles, soportes para ruedas auxiliares, portamantas, tapones y accesorios en general. Como es tan reducido el espacio de que disponemos, podrá el lector apreciar la importancia de esta industria, en las fotografías reproducidas».

Al año siguiente, 'La Saeta' volvía a reproducir un nuevo aviso publicitario de este empresario. Ahora su despacho y talleres se encontraban en la calle Cuarteles n.º 23 y en cuanto a las labores que realizaba se destacan las siguientes: «Orfebrería religiosa.- Artículos de metal en sus distintas aplicaciones.- Paragolpes para automóviles. Soportes para ruedas auxiliares.- Portamantas. Tapones y accesorios en general». En el anuncio se añade: «Precios de competencia - Presupuestos gratis».

Anuncio de José Garrido Garrido en 1930. REVISTA LA SAETA

Y llegamos a 1931 cuando el señor Garrido, en otro anuncio plasmado en las páginas de 'La Saeta', se definía como: «Proveedor de las Cofradías Malagueñas».

Cofradía de la Expiración

Como se sabe, en el pasado año 2020 se cumplió el centenario de la organización de la, por entonces, denominada 'Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Expiración y Nuestra Señora de los Dolores', en la parroquia de San Pedro. Con tal motivo esta corporación editó un libro titulado: 'La Archicofradía de la Expiración. Cien años a través de la fotografía (1920-2020)', cuyo autor fue quien escribe estas líneas, en el que se reproducen documentos gráficos de verdadera importancia y valor histórico de la titular mariana sin palio en su trono procesional hasta la incorporación de uno que estrenaría en la Semana Santa de 1927.

En las juntas de gobierno presididas por Enrique Navarro Torres entre 1927 y 1931 se encontraba, entre los directivos, el orfebre José Garrido Garrido, quien ejercía el cargo de mayordomo.

José Garrido Garrido en su despacho, en 1929. REVISTA LA SAETA/JOSÉ ALEJANDRO VALLE MORENO

La cofradía tenía en proyecto procesionar a la Virgen de los Dolores bajo palio. Por tal motivo, el hermano mayor confirmaba en la sesión celebrada el 14 de septiembre de 1926 que poseía varios proyectos y que, una vez estudiados, se le propondría el más adecuado al taller de orfebrería de don José Garrido.

En la reunión del 2 de noviembre, Navarro informaba que, dada la necesidad de ofrecer las medidas del palio a las Religiosas Adoratrices, quiénes se encargarían de confeccionarlo, era necesario facilitar las dimensiones en un brevísimo plazo y siendo difícil reunir a la directiva, él se había atrevido a darlas, haciendo saber que si alguno de los asistentes no estaba conforme, las rectificara en la forma conveniente.

En cuanto a las barras de palio, se aprobó, ya en firme, que las materializara el señor Garrido, conforme al modelo presentado y al precio de 600 pesetas cada una, ascendiendo las doce a 7.200 pesetas, que sería el número total que llevara el palio. Para el pago se ofrecía al citado orfebre las siguientes condiciones: 250 pesetas mensuales y antes de la Semana Santa se le haría entrega de la cantidad que faltase para completar la suma de 3.000 pesetas y en el caso de que no fuese aceptada esta propuesta, se facultase a la comisión nombrada a los efectos oportunos para su intervención.

Por fin, el 15 de noviembre se daba lectura y se aprobaba el contrato formalizado con el taller de orfebrería de José Garrido Garrido para la realización de las doce barras de palio.

'La Saeta' de 1927 señalaba que el principal estreno de la Cofradía de la Expiración sería un palio para la titular mariana, bordado en plata con arreglo al más puro estilo renacimiento. Llevaría una malla de plata bordada en oro con morilla de plata de ley que la estaban realizando las Adoratrices. Esta pieza estaría sujeta por doce barras de plata, de unos 3,75 metros de altura, construidas en el mismo estilo, teniendo una base de talla, macollas y capiteles, trabajo realizado primorosamente por el orfebre José Garrido. Además de ello la hermandad presentaría una toca de malla plateada para la Virgen y en el trono se acoplarían una candelería de plata, formada por 58 piezas. Todas estas reformas se calculaban en 75.000 pesetas. En estos estrenos se incluían los nuevos equipos de nazarenos tanto para la sección del Cristo como de la Virgen.

Llegada del trono de la Virgen de los Dolores a una abarrotada plaza de San Pedro, año 1930. ARCHICOFRADÍA DE LA EXPIRACIÓN/JOSÉ ALEJANDRO VALLE MORENO

'La Unión Mercantil' destacaba el 13 de abril de 1927 como «principal innovación» para la salida el palio de la Dolorosa, calificándolo de «suntuoso; los detalles sumamente artísticos; el conjunto de soberana belleza». La salida del Miércoles Santo hubo de suspenderse por la lluvia. La Agrupación de Cofradías reunida en dicha jornada, acordó que las hermandades que no pudieron salir efectuaran sus desfiles el Jueves Santo, quedando organizadas por este orden: Hermandad de Nuestro Padre Jesús El Rico, a las 4 de la tarde, de la parroquia de Santiago; la Hermandad de la Expiración, a las 5, de la parroquia de San Pedro; la Archicofradía de la Sangre, a las 5, de la parroquia de la Merced; la Congregación de la Buena Muerte y la Hermandad del Rescate, formando un mismo cortejo, a las 9 de la noche, de la iglesia parroquial de Santo Domingo; la Cofradía de la Misericordia, a las 9 y media de la noche, de la parroquia del Carmen; la Hermandad de la Amargura, a las 8 y media, de la ermita de Zamarrilla; la Archicofradía del Paso y la Hermandad de la Humillación, también constituirían un solo cuerpo, a las 11 y media de la noche, del citado templo de Santo Domingo. La Hermandad de la Puente, quedó encuadrada, en cambio, en la noche del Viernes Santo, con la Hermandad de los Pasos en el Monte Calvario, la Hermandad del Sagrado Descendimiento, la Cofradía del Amor, la Hermandad del Sepulcro, la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de San Pablo y la Venerable Orden Tercera de Servitas.

El citado periódico, en la edición del 15 de abril, convertido en un referente editorial a la hora de informar sobre las crónicas de los desfiles procesionales, resaltaba de la procesión de la Cofradía de la Expiración lo siguiente: «Párrafo, aparte merece el trono de la Santísima Virgen; hermoso palio ha estrenado este año por lo artístico de su bordado, así como las bambalinas (bordadas sobre malla de plata), las barras y todos los detalles constituían un admirable conjunto digno de alabanza».

Nuevamente sería la revista 'La Saeta' la que diese a conocer una nueva novedad patrimonial de la Expiración, con objeto de que se estrenase en la Semana Santa de 1929. Se trataba concretamente de dos nuevos guiones para ambos titulares «con ricos paños de damasco morado y negro y escudos de plata repujada, en los que se destacan figuras de alto relieve», cuyos efectos se fabricaban «en los importantes talleres de Orfebrería artística de don José Garrido Garrido, calle de Cuarteles núm. 23, son de una ejecución extremadamente artística».

Otro trabajo en el que intervino los talleres de José Garrido era el 'Máter Dolorosa', que sería estrenado el Miércoles Santo de 1930, donado por Ramón Muñoz Luna, quien ejerciera de teniente hermano mayor en la junta directiva dirigida por Enrique Navarro y de mayordomo en la sección de la Virgen. Este objeto procesional había sido confeccionado en terciopelo negro, bordado en plata, con un escudo de España bordado en sedas, sostenido por dos ángeles de plata que ocupaban la parte superior. En el centro del bordado figuraba la frase 'Máter Dolorosa', orlada con preciosa morilla y artísticos borlones. La insignia era sostenida por un juego de barras de plata que el orfebre Garrido había confeccionado en su taller.

Otros encargos

Como se señalaba en la parte introductoria de este artículo, la Hermandad de la Puente, dirigida por José Meca Martínez (1925-1930), quien curiosamente tenía su negocio de 'Abonos minerales' en la calle Cuarteles n.º 8, muy cerca de los talleres de José Garrido (Cuarteles n.º 23), le encargó en 1929 un nuevo juego de barras de palio para el nuevo trono, construido por Antonio Barrabino, y el palio, confeccionado por las Madres Adoratrices, con el que sería procesionada la Virgen de la Paloma el Miércoles Santo de 1930. Además el señor Garrido recibió el encargo de una candelería conformada por sesenta y cuatro piezas.

Con respecto a las barras de palio 'La Unión Mercantil' de 17 de abril de este último año se deshacía en elogios hacia el orfebre de este modo: «Los frentes de procesión e insignias que este año han estrenado y más que nada las artísticas barras de plata que aparecieron en el trono de la Virgen, fueron causa de generales elogios por parte del público, que con aplausos premiaba el celo y fervor de los entusiastas cofrades».

También la Cofradía de la Piedad, incorporada al concierto procesional en 1929, estrenaría, entre otros elementos, en la procesión del Viernes Santo de 1930 veinte bastones y cinco campanillas para los cargos, realizados en los talleres de José Garrido.

Por lo que se aprecia para el referido año fueron muy solicitados los servicios de dichos talleres, puesto que la Congregación de Mena le requirió la construcción de seis grandes candelabros de plata, con una altura de 1,60 metros, para la exposición del Santísimo Cristo de la Buena Muerte en su capilla de la parroquia de Santo Domingo.

Guardia legionaria. ARCHIVO AGRUPACIÓN DE COFRADÍAS

Queda, pues, pendiente un estudio de mayor profundidad y calado sobre las realizaciones llevadas a cabo para el mundo de las hermandades y cofradías malagueñas por el orfebre y procesionista José Garrido, así como de otros artesanos locales.

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