Descendimiento

Las primeras noticias de la cofradía se remonta la siglo XVII. En 1925, un grupo de cofrades la crea y unos años después ingresa en la Agrupación de Cofradías de semana Santa. En 1931, se pierden todas las imágenes y enseres que se encontraban en la iglesia de la Merced, donde tenía su sede canónica y que fue pasto de las llamas. No es hasta 1976 cuando un grupo de entusiastas cofrades reorganiza de nuevo la hermandad añadiéndole la vocación de la Virgen de las Angustias. En 1982 pasa a reintegrarse en el ente agrupacional y realiza su primera salida profesional desde San Felipe Neri, donde se instalaron tras serle denegada la sede canónica en la parroquia de Fátima. Dos años después, se traslada la Capilla del Hospital Noble.

El imaginero sevillano Luis Ortega Bru talló esta imagen entre 1977 y 1978 en madera de cedro. El Cristo del Descendimiento es una obra de 1,87 m de altura que fue realizado por Ortega Brú en plena madurez creativa. Destaca la bellísima cabeza, llena de reminiscencias miguelangelescas, más dulcificada, serena y menos dura. El semblante se ve invadido de una placidez y tenue misticismo que alude a la relajación que el personaje ha conseguido una vez atravesada la barrera de la muerte. El modelado de las facciones se torna redondeado y suave.

El imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci realizó la Virgen de las Angustias en 1945. La imagen responde los patrones de una dolorosa típica sevillana. De su cara destacan los profundos ojos negros y las delicadas facciones resueltas con la limpieza de volumen y tratamiento de planos muy sueltos. Asimismo, las carnaciones muy morenas y su propia morfología convierten a esta Virgen en un fiel reflejo de las mujeres que sirvieron de modelo al escultor. Tiene gran naturalidad expresiva y un comedido sentimiento de tragedia.

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