La belleza de la fachada de la iglesia de San Juan estaba rodeada de gente que observaba atenta a que abrieran las puertas. Máxima expectación ante lo que estaba por venir: el traslado del Cristo de Ánimas de Ciegos, que mantienen su camino a la ... casa hermandad el Miércoles Santo, mismo día que hacían la entronización cuando salían de la iglesia. Para que las costumbres no se pierdan. De eso sabían mucho los que llenaban estas calles del centro por las que iba a pasar el Cristo: «Estamos esperando porque vienen los paracaidistas», explicaba una abuela a su nieto desde la esquina de calle San Juan. Se abrieron las puertas y, como cada año, aparecía la Brigada Paracaidista para acompañar al Crucificado y llevarlo a hombros.
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Salieron de San Juan con el Cristo de Ánimas de Ciegos a sus hombros y comenzaron a cantar 'La muerte no es el final'. Homenaje a la vida y la muerte en sus palabras y aplausos de los devotos que asistieron a la salida de este traslado, que continuó su recorrido camino a la plaza de Féliz Sáenz, calle Nueva, Especería, Cisneros y Pasillo de Santa Isabel. Hasta llegar a su casa hermandad, acompañados por la banda de cornetas y tambores y compañía de honores de la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra.
Allí, en la llegada a la casa hermandad de Fusionadas, le esperaban cientos de personas. Mientras llegó la corporación y el Cristo, colocaron el trono a las puertas para que todo el mundo pudiese vivir el momento, marca y seña de identidad de la mañana del Miércoles Santo en Málaga. La Brigada Paracaidista aparecía por el Pasillo de Santa Isabel firme y directa para colocarse en su espacio marcado para contemplar al Crucificado, que esperó unos minutos antes de subir al trono.
'La muerte no es el final' volvía a crear uno de los momentos más emotivos y profundos del traslado. Con el Cristo de Ánimas de Ciegos a punto de subir al trono, cantaron con fuerza este himno, al que se unieron parte de la corporación de la cofradía e incluso algunos de los asistentes. Y pasaron de llevarlo sobre los hombros a levantarlo a pulso mientras terminaban de cantar 'La muerte no es el final'. Y llegó el momento de la entronización. Silencio en los asistentes y los tambores de la banda acompañaron la subida del Cristo por parte de los miembros de Fusionadas. Una vez arriba, aplauso del público y, para seguir sin perder costumbres, la Brigada Paracaidista realizó la ofrenda floral. Todo listo para la salida en procesión del Cristo de Ánimas de Ciegos en este Miércoles Santo.
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