Borrar
El Cristo de Ánimas, en el momento de su presentación. Juanjo Moreno
Así es el Cristo de Ánimas de Málaga, «una imagen de expresión dulce, que mira a la resurrección»

Así es el Cristo de Ánimas de Málaga, «una imagen de expresión dulce, que mira a la resurrección»

El imaginero sevillano José María Real ha realizado la talla de un Crucificado para la Hermandad de la Misericordia, que será bendecido este sábado en la parroquia del Carmen y pasará a recibir culto interno

Viernes, 14 de febrero 2025, 20:52

La Cofradía de la Misericordia ha incorporado a su patrimonio devocional una nueva imagen: el Cristo de Ánimas, que será bendecido este sábado, a las 20 horas, en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Se trata de una obra del imaginero sevillano José María Leal, que ha sido presentada en la tarde de este viernes, en el templo perchelero, donde se ha expuesto la efigie presidiendo el presbiterio.

La profesora titular de Derecho Civil de la Universidad de Málaga Paloma Saborido, pregonera de la Semana Santa de 2019 y miembro de la comisión del Jubileo de las Cofradías de 2025, ha sido la encargada de dar a conocer la talla de este Crucificado difunto, de tamaño natural, que, con la denominación 'de Ánimas', ya figuraba en el nombre de la cofradía como titular desde los años 60 del siglo XX –con anterioridad, desde el siglo XVIII, se le conocía como 'Buena Muerte'–, aunque durante todo este tiempo no ha existido una imagen física a la que rezarle.

Tras descubrirse la efigie, Saborido ha destacado la labor escultórica de José María Leal, uno de los nombres propio de la imaginería sevillana actual, quien durante ocho años aprendió el oficio en el taller de Francisco Vergara de Ávila, discípulo directo de uno de los grandes imagineros del siglo XX, como fue Francisco Buiza, aunque sus formación la completó «en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla», añadía la presentadora de la talla cristífera. Precisamente, en este centro universitario, Leal recibió las orientaciones de escultores y profesores como Juan Manuel Miñarro, también seguidor de Buiza, o Sebastián Santos Calero.

Asimismo, Saborido ha explicado los pormenores de la obra, sus características formales, su simbología y sus iconografía, un Cristo muerto «muy dulce, que mira a la resurrección», ya que, observándolo con detenimiento, y aunque su advocación será 'de Ánimas' a partir de este sábado, el leitmotiv de esta pieza es, sin duda, la resurrección, como bien se aprecia en su rostro, su mirada y en el crucero de la cruz, en el que aparece un pequeño jilguero, que simboliza precisamente eso: la resurrección del Señor.

Durante el acto de presentación también ha intervenido el propio artífice de la obra, José María Leal, que, visiblemente emocionado, ha hecho un canto al barrio de El Perchel desde el punto de vista sentimental, y, por extensión, sus palabras han sido toda una declaración de amor a Málaga, porque, como ha comentado a SUR tras la presentación de la talla, «es una ciudad importantísima y lo es también para mi obra», ha subrayado. «Al Perchel lo llevo ya en el corazón, un barrio importantísimo para sus cofradías, y ahí está Málaga», ha enfatizado.

El Cristo de Ánimas, de la Hermandad de la Misericordia, es, ante todo, una imagen alegórica, «como el crucifijo al que rezaban nuestras abuelas», ha señalado José María Leal. «Cuando me lo encargaron, no tenía una idea pormenorizada de lo que iba a hacer hasta que me metí de lleno en el proyecto. Quería conocer el contexto de la cofradía, la personalidad del barrio. No había referencias. Al principio me hablaron de una imagen con peluca, con faldellín, pero no era esa mi idea. Quería hacer una talla completa. Me he querido imbuir en el espíritu de la hermandad. Quería hacer un Cristo en consonancia con la idiosincrasia de de la Cofradía de la Misericordia, que tiene dos imágenes muy bellas, muy devotas y ese era el perfil que tenía que seguir», ha argumentado. «Me propuse hacer un Crucificado que tuviera fuerza, pero también que desprendiera mucha dulzura, que tuviera un rostro bello y mucha unción. Y este es el resultado», ha explicado el imaginero, al tiempo que ha revelado que los trabajos se han prolongado «entre un año o año y medio» y ha destacado igualmente el tratamiento del paño de pureza, «que es muy original» y considera que su nueva obra para Málaga «goza de identidad propia», ha referido.

«Me propuse hacer un Crucificado que tuviera fuerza, pero también que desprendiera mucha dulzura, que tuviera un rostro bello y mucha unción. Y este es el resultado»

Lógicamente, el catálogo imaginero de José María Leal es claramente deudor de la escuela sevillana. Su procedencia y ese Cristo del Cachorro al que venera desde pequeño le marcaron el camino desde el principio. Sin embargo, en esta pieza para Málaga hay guiños a la estatuaria procesional cultivada en la Andalucía oriental durante el periodo barroco, donde se encuadran el Señor de la Misericordia, el primitivo y el actual, derivado del desaparecido, y la Virgen del Gran Poder antes de sufrir la transformación efectuada por Luis Álvarez Duarte a finales de los años 70 del siglo pasado. Así lo reconoce el propio artista hispalense: «He usado dos recursos, dos soluciones, que se acercan mucho a la escuela granadina, de donde procede el Chiquito y de donde bebía el círculo malagueño. Aunque he realizado cuatro Cristos para Málaga, uno de ellos para la provincia, esta imagen es la más malagueña de cuantas he tallado. Hay algunos recursos que se acercan más a Granada y Málaga, que a Sevilla. Como padre de la obra, es verdad hay detalles que siempre son inherentes en mi trabajo, pero es un Crucificado distinto en mi catálogo de obras», ha insistido.

El Crucificado de Ánimas tiene una altura considerable, 1,87 metros. Se trata de un Cristo muerto, pero con expresión dulce. «Parece que está más dormido que muerto», ha especificado Leal. «Tiene un cuerpo que no está abatido, sino que está en la cruz como ese crucifijo que todos hemos visto en las casas de nuestros mayores. Es un Crucificado muy dulce en todo, en la postura, en su ademán, en la expresión. No hay nada forzado en él», ha relatado el autor de la obra.

El nuevo Cristo de Ánimas presenta nimbo y corona de espinas. H. Misericordia

El Señor, tocado con nimbo en lugar de potencias, aparece crucificado en una cruz arbórea briscada, muy original, que simula en la talla la corteza del madero, y sostenido por tres clavos. El 'titulus crucis' (título de la cruz) tiene como soporte un metal áureo. Pero lo primero en lo que uno se fija es en su rostro, de nueva hechura, pero con sabor antiguo y con corona trenzada sobrepuesta a la testa con 70 espinos. Su encarnadura morena, en contraposición con el Cristo de la Victoria que talló para la Hermandad de la Santa Cruz, también ayuda a esa apariencia. Dos Crucificados del mismo autor que tan solo se llevan seis años de diferencia, pero tan distintos.

Imagen muy malagueña

Como ha señalado José María Leal, quería hacer una imagen muy malagueña «y creo que lo he conseguido, porque así me lo ha confirmado el hermano mayor, Agustín Soler», ha asegurado. En cierto modo buscaba un entronque con esa preciosa efigie perchelera que cuenta con una legión de devotos: el Caído de la Misericordia. Pues bien, observando el paño de pureza del Cristo de Ánimas, uno recuerda, en algunos detalles, la pureza del Chiquito que solo se ve una vez cada año, en la jornada del Domingo de Pasión. El tono y la textura del perizoma son muy originales, con un acabado gris verdoso muy novedoso. Pero, también llama la atención por su doble caída, doble moña. La postura de la efigie es una alegoría a la cruz de San Andrés –en forma de X, en relación directa con el martirio de este santo apóstol de Cristo y hermano de San Pedro–, en alusión al antiguo convento de San Andrés, complejo al que pertenece la iglesia del Carmen, y, por tanto, se trata de un guiño a los orígenes de la cofradía. En cambio, el simbolismo de este Crucificado no se queda ahí. Detrás de la imagen hay toda una catequesis. Curiosamente, el Señor, que ya ha fallecido, parece que sonríe. El dedo índice de las dos manos señalan al cielo, otro detalle que anuncia la resurrección. Es un Cristo con poca sangre. En esta pieza no hay un alarde anatómico «ni tampoco he querido incidir en el martirio», ha aclarado José María Leal. «La presión y la exigencia a la hora de tallarlo era fuerte, pero creo que va a cuajar bastante rápido en la cofradía, en el barrio y en la ciudad», se ha congratulado el artista, que, aunque es consciente de que la efigie la ha acometido, en principio, para su culto interno, «con la aceptación que está teniendo y el lugar donde va a recibir culto –la capilla de la cofradía–, pienso que va a rodar rápido», ha predicho. «El sitio donde estará el Cristo, junto al Chiquito y la Virgen del Gran Poder, es muy visitado. La iglesia, también. Este Cristo es de los de huchita, de los de echarle la monedita. Tengo una discípula malagueña que me dice que es, como se suele decir en Málaga, un Cristo guapo, sin hacer mucho abuso de sangre. Es un Cristo devoto. No he querido hacer una imagen con un estudio anatómico pormenorizado. Es un crucifijo devoto, que casa muy bien con la idiosincrasia de la cofradía», ha subrayado el imaginero, quien también ha tenido palabras para sus dos obras para la capital, el Cristo de la Victoria y el Nazareno de la Salud, este último, titular de un grupo parroquia de la iglesia del Santo Ángel de la Guarda, del barrio de Huelin. «Este es un año muy especial para mí, porque esta cuaresma saldrá el Señor de la Salud por primera vez a la calle, posiblemente se presentará el trono del Crucificado de la Victoria y este sábado se bendice el Cristo de Ánimas. El Nazareno de la Salud es una imagen que, igualmente, concebí desde el punto de vista devocional. Quería que tuviera pellizco, porque iba a un grupo parroquial y debía tener tirón para destacar. Estoy muy contento y orgulloso de este Nazareno y de mis dos Crucificados, el de la Victoria y el de Ánimas», ha comentado.

La bendición de la efigie será este sábado, a las 20 horas, en la parroquia del Carmen. La ceremonia religiosa estará presidida por el arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, y concelebrada por el director espiritual de la hermandad y párroco del Carmen, José Manuel Caselles; los provinciales de las órdenes de San Juan de Dios y los Claretianos, comunidades que serán las madrinas del Cristo, y el párroco de San Isidro Labrador de Cártama.

«Este es un año muy especial para mí, porque esta cuaresma saldrá el Señor de la Salud por primera vez, se presentará el trono del Crucificado de la Victoria y este sábado se bendice el Cristo de Ánimas»

La obra de José María Leal en Málaga se completa con los trabajos que acometió para el trono de la Virgen de los Dolores en su Amparo y Misericordia, de la Hermandad de la Santa Cruz, y los que se encuentra realizando para el cajillo del trono de la Pollinica. «El próximo Domingo de Ramos se estrenarán dos ángeles más y el año que viene se empezarán con las esquinas y vendrán piezas importantes para Málaga», ha adelantado el escultor, que también es autor del Coronado de Espinas de Campillos y de toda la imaginería del trono del Cristo de la Misericordia, de la Hermandad del Dulce Nombre de Archidona, «un trono precioso que diseñó Jesús Castellanos», ha recordado el artista sevillano que, además, es asesor artístico de la Hermandad del Cachorro de Sevilla, para la que acometió hace unos años el proyecto de reforma del paso del Cristo de la Expiración y talló ocho nuevas figuras que representan a los cuatro evangelistas (San Lucas, San Mateo, San Marcos y San Juan) y a los cuatro padres de la Iglesia (San Agustín, San Gregorio Magno, San Jerónimo y San Ambrosio de Milán), lo que le proporcionó una gran difusión mediática, debido a todo lo que significa este Crucificado de Francisco Ruiz Gijón, de finales del siglo XVII, y su trascendencia devocional en el orbe cofrade andaluz, particularidad que le llevará a presidir el próximo 17 de mayo, junto a la malagueña Virgen de la Esperanza, y en su paso, la Gran Procesión de Roma por el Jubileo de las Cofradías, que se celebrará por el Año Santo de 2025.

Historia

La Hermandad de la Misericordia, erigida en el siglo XIX, el 10 de abril de 1864, es fruto de su fusión con las cofradías de Nuestro Padre Jesús de la Buena Muerte –corporación que nada tuvo que ver con la actual Congregación de Mena, pese a coincidir la advocación del Crucificado– y de Nuestra Señora de los Dolores, imagen, esta última, hoy advocada como Virgen del Gran Poder. En consecuencia la hermandad resultante, la actual, lleva en su título los nombres de los tres titulares que dieron origen a esta entidad nazarena, aunque, por causas que se desconocen hasta ahora, a comienzos de los años 60 del siglo pasado, según fijamos tras el rastreo de la prensa de la época, la advocación 'Buena Muerte', que dejó de utilizarse consumada la supuesta desaparición del Cristo, fue reemplazada por la de 'Animas', quizá, para no llevar a confusión con el archiconocido titular cristífero de Mena, el Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, que, como ahora, despertaba gran interés entre los malagueños por su vinculación con la Legión, entre otros fundamentos. De esta manera, Diario SUR, a partir de 1961, ya empezó a recoger los cuatro titulares de la hermandad en su denominación: Nuestro Padre Jesús de la Misericordia, Santísimo Cristo de Ánimas y Nuestra Señora del Gran Poder –antiguamente, llamada de los Dolores–, además de San Juan de Dios, este último agregado para honrar al patrón del Real Cuerpo de Bomberos, que, como han apuntado los historiadores Andrés Camino y Elías de Mateo en diferentes investigaciones, fueron nombrados hermanos mayores honorarios de la cofradía en la década de los 50.

Con la intención de recuperar la historia, la cofradía perchelera aprobó en febrero de 2023, en cabildo general de hermanos, la realización del Crucificado de Ánimas, en recuerdo a aquella primitiva imagen anónima, que, al parecer, fue destruida en los sucesos de 1931, tras el asalto a la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, de la que, sin embargo, no consta documentación gráfica y parece ser que nunca procesionó.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Así es el Cristo de Ánimas de Málaga, «una imagen de expresión dulce, que mira a la resurrección»