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La Divina Pastora de las Almas será coronada canónicamente el sábado 5 de octubre, en la Catedral de Málaga, donde entrará por primera vez en su centenaria historia. Será la undécima imagen de la capital que obtendrá tal distinción instituida por la Iglesia, después de María Auxiliadora (1907) y las vírgenes de la Victoria (1943), Dolores de la Expiración (1986), Esperanza (1988), Trinidad (2000), Amargura (2003), Dolores del Puente (2004), Carmen del Perchel (2004), Rocío (2015) y Soledad de Mena (2016).
Por tanto, la efigie del barrio de Capuchinos será la cuarta titular de una hermandad de gloria, la tercera talla mariana que corone el actual obispo de la diócesis, Jesús Catalá, y la tercera imagen pastoreña en Andalucía en recibir este privilegio. En este sentido, la primera fue la venerada en Sevilla, en el convento de Capuchinos (1921), que fue elevada al rango de canónica el 23 de mayo de 2004 por el entonces arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo –en un principio, fue coronada litúrgicamente, como ocurriera en Málaga con María Auxiliadora–, y la segunda, la talla de San Fernando, en 2004.
Por otro lado, hay que recordar que la Divina Pastora de Capuchinos será la primera Virgen de la capital que se corone después de que el Obispado endureciera los requisitos para su aprobación, al promulgar en 2019 un nuevo decreto para coronaciones, que eleva de 50 a 100 años la antigüedad mínima de veneración a la imagen mariana objeto de este rito. Asimismo, la referida norma exige, entre otras cuestiones, que la talla cuente con una devoción probada durante ese periodo, que la devoción a la imagen durante todo el año se irradie al ámbito del arciprestazgo, que la corporación contemple un periodo de preparación previa de dos años desde la presentación de la solicitud –en este caso, han sido casi cinco años– y que no se corone más de una efigie al año en la misma localidad.
La coronación canónica de la Divina Pastora de las Almas fue aprobada por decreto del obispo de la diócesis, Jesús Catalá, el 8 de marzo de 2023.
La Divina Pastora es una imagen de vestir, realizada en madera tallada y policromada, atribuida por varios autores al escultor sevillano José Montes de Oca, quien la pudo tallar hacia 1720-1730. Su presencia en el antiguo convento de los Capuchinos de Málaga está documentada al menos desde 1741.
Su atribución a Montes de Oca viene dada por el extraordinario parecido que guarda con otras imágenes femeninas de este escultor, caso de la efigie de Santa María Magdalena, de la Cofradía de los Servitas, en Sevilla, o la Virgen María del altorrelieve de la Adoración de los Magos, conservado en la iglesia oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz.
Los investigadores José González Isidoro y Antonio Torrejón Díaz fueron los primeros en relacionar esta obra con el arte de José Montes de Oca, algo que comparte también, entre otros, el catedrático de Historia del Arte y profesor titular de la Universidad de Málaga, Juan Antonio Sánchez López, quien destaca los grandes puntos comunes que guarda con otras imágenes marianas que se hallan documentadas de este autor.
La Divina Pastora es una imagen de semblante dulce y extraordinario atractivo que no deja indiferente a quien la contempla. Muestra los rasgos de las vírgenes letíficas de Montes de Oca en la pálida encarnadura, la clásica nariz, el hoyuelo en la pronunciada barbilla, la melancólica expresión de unos ojos muy rasgados, la hendidura sobre el labio superior, el cuello perfectamente anatomizado, así como el jugoso modelado de manos, de torneados dedos. A los evidentes valores de la talla hay que sumar un formidable estado de conservación, incluso en lo referente a su policromía.
La últimas intervenciones corrieron a cargo de Elisa Quiles, Israel Cornejo, y la más actual, por parte de Francisco Naranjo y María de los Ángeles Mulero, que contó con el patrocinio de la Fundación Málaga y la supervisión del Obispado. Esta actuación se realizó en 2023 en las dependencias del convento anexo de las monjas clarisas.
Su salida procesional se celebra el sábado anterior al segundo domingo de mayo, haciendo su recorrido por las calles del barrio de Capuchinos, del que es Patrona, y en donde tiene su parroquia, cuyo altar mayor preside dentro de un camarín con decoración de azulejos. Con anterioridad, se practica una novena en su honor, siempre muy concurrida al ser una imagen muy venerada desde siempre por su barrio.
El año 2005 supuso una importante renovación en el desfile de la Divina Pastora. La principal de ellas fue la sustitución de la peana de orfebrería en la que había figurado la imagen durante los años anteriores por un risco de corcho y flores, más apropiado para una iconografía pastoreña. Esta nueva disposición también permitió incrementar la altura de la talla en el trono, lo que propició una mejor visión de su figura. Junto a esto, se optó por colocar la imagen del Niño, obra moderna del sevillano Luis Álvarez Duarte (1972), como Buen Pastor, en actitud dialogante con uno de los corderos que figuran en el entorno de la Virgen.
Así, la Divina Pastora recuperó su representación primitiva, sin Niño en su regazo, ya que el borrego que acaricia simboliza el Cordero de Dios. Asimismo, en la capilla frontal del cajillo del trono se sustituyó una imagen de orfebrería del Buen Pastor por una talla del beato Fray Diego José de Cádiz, realizada por Israel Cornejo, imaginero hermano de la Congregación de la Divina Pastora.
Una de las devociones marianas más antiguas de Málaga es la que se inició en la primera mitad del siglo XVIII en el barrio de Capuchinos hacia la imagen de la Divina Pastora de las Almas. Su talla, atribuida al escultor del barroco sevillano José Montes de Oca, ha llegado hasta nuestros días conservando sus valores artísticos primitivos.
En torno a este hermoso icono, el beato capuchino fray Diego José de Cádiz fundó, en 1771, una congregación que, desde entonces, se ha encargado de mantener y fomentar el culto a la Virgen María como Inmaculada Madre del Buen Pastor.
A pesar de las numerosas vicisitudes atravesadas en los últimos siglos, la devoción a la Divina Pastora ha permanecido intacta como titular de la parroquia que se ubica en la plaza de Capuchinos, barrio del que está considerada Patrona, así como del deporte malagueño.
Tras un camino preparatorio de más de un lustro, la imagen de la Divina Pastora de las Almas será coronada canónicamente el próximo 5 de octubre de 2024, en la Catedral de Málaga. De este modo, la Iglesia reconoce la especial veneración y fervor que, desde hace tres siglos, despierta en la ciudad el culto a la representación de la Santísima Virgen María como Pastora de Almas, advocación que surgió en 1703 de la mano del capuchino fray Isidoro de Sevilla, quien tuvo la inspiración de representar a la madre de Jesucristo como una sencilla campesina al cargo de su ovejas. La devoción a la Divina Pastora de las Almas no tardó en propagarse por todos los conventos de la Orden Capuchina. Las primeras representaciones de la Divina Pastora fueron pictóricas, siguiendo el modelo del cuadro encargado por fray Isidoro de Sevilla al pintor Alonso Miguel de Tovar.
La misa de coronación se celebrará el sábado 5 de octubre, a partir de las 11.30 horas, en la Catedral de Málaga. El ceremonial lo oficiará el obispo de la diócesis, Jesús Catalá, y concelebrado por varios sacerdotes.
Los padrinos de la coronación serán la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, representada por su superior en España, y la Comunidad del Convento de Santa Clara del barrio de Capuchinos de Málaga.
La parte musical correrá a cargo de la Orquesta Sinfónica de Málaga y la Coral Santa María de la Victoria. Asimismo, actuarán la soprano María del Carmen Vicente y el tenor Iván Villa, bajo la dirección de José Eugenio Vicente.
Se interpretarán dos piezas de estreno. El repertorio musical ha sido elegido con distintas obras de diferentes épocas, tratando de hacer un discurso musical con personalidad propia. Ambos estrenos son originales de Francisco Javier Moreno, que, igualmente, escribió la marcha procesional 'Divina Pastora', en 1994, y ahora ha compuesto la marcha oficial de coronación, llamada 'Coronación de la Divina Pastora'. La primera pieza de nueva composición es 'Antífona de Coronación de la Divina Pastora', que se interpretará tras el rito de la coronación de la Virgen. Según el ritual de coronación de la Santísima Virgen y según directrices del prefecto de Liturgia y maestro de Ceremonias de la Catedral, Alejandro Pérez Verdugo, la coronación debe ser en absoluto silencio. Justo en el momento en el que la corona caiga sobre las sienes de la imagen mariana, sonará la antífona.
También habrá una Salve a la Divina Pastora de Málaga, como segundo estreno, con música de Francisco Javier Moreno y letra de un grupo de congregantes bajo la coordinación de Alejandro Cerezo, que sonará al final de la ceremonia.
La ceremonia religiosa comenzará con los ritos iniciales, que incluirán la monición ambiental, con una semblanza histórica, seguida de la monición inicial, el acto penitencial, con el rezo del 'Kyrie, eleison', y la oración colectiva. Seguidamente, la misa continuará con la Liturgia de la Palabra, que tendrá una primera lectura, la del libro del Deuteronomio 8, 7-18, amén del Salvo y la segunda lectura, de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios 5, 17-21. Luego, se cantará el 'Aleluya' y se leerá el evangelio de San Mateo 7, 7-11, que dará paso a la homilía del obispo.
Finalizadas las palabras de Jesús Catalá, representantes de la Comunidad de Madres Clarisas del Convento de Santa Clara y de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que caminarán desde el coro catedralicio hasta el presbiterio, ofrecerán al prelado las coronas para que las bendiga.
A continuación, se procederá a la acción de gracias e invocación, y la imposición de las coronas, que colocará el obispo Jesús Catalá, con la ayuda del vestidor de las imágenes, Jesús Hinojosa, sobre las imágenes de la Santísima Virgen María y su Divino Hijo. Mientras el prelado inciensa las imágenes del Divino Pastor y la Divina Pastora de las Almas se interpretará la antífona y se rezará la oración de los fieles.
Finalmente, se llevará a cabo la liturgia eucarística y el rito de conclusión, que incluirá la bendición solemne y el canto de la Salve a la Divina Pastora.
El día elegido para la coronación canónica, 5 de octubre, coincide con la consagración del templo de la Divina Pastora de las Almas como parroquia. Para este momento, las imágenes estarán dispuestas delante del tabernáculo de la Catedral, en el altar mayor. La talla mariana se verá alzada sobre un risco con flores que se elevará desde una especie de plataforma o peana, pintada por el artista Francisco Naranjo, cuya cartela central del frontal la presidirá fray Diego José de Cádiz, fundador de la congregación malagueña en 1771. El fraile capuchino se verá escoltado por una pareja de ángeles, que descasan sobre unas guirnaldas de flores. La obra de Naranjo también contará con cabezas de querubines alados y otros elementos ornamentales y florales, que secundan el estilo neorrenacentista. Y delante de la Virgen, se situará el Divino Pastor. Los cuatro hachones de orfebrería de la congregación ofrecerán luz al conjunto.
Las coronas para la coronación canónica de la Divina Pastora de Málaga y de la imagen del Divino Pastor están diseñadas y ejecutadas por el taller de Orfebrería Montenegro de Fuengirola, que regenta Miguel Ángel Martín Cuevas. Ambas piezas se enmarcan dentro del estilo rococó. En el caso de la corona para la efigie mariana, cuenta con gran profusión de flores y elementos campestres, además de las clásicas rocallas, todo ello muy característico de este periodo y que se adecúa perfectamente a la advocación de la Divina Pastora por su estética bucólica.
La presea de la Virgen está compuesta de canasto con imperiales y resplandor circular. Los rayos que la rodean se distribuyen de manera alterna en grupos ondulados y lisos, haciendo la transición de unos a otros de manera degradada. La base de ellos la forma una doble cenefa de 'ces', que discurren de manera paralela y calada entre las dos, lo que le da la sensación de que los rallos están flotando perimetralmente. En la decoración vegetal de la ráfaga se hace mucho hincapié en combinar elementos muy minuciosos y finos con otros de mayor tamaño lo que le da una gran riqueza estética.
La parte superior de la pieza aparece coronada por una cruz de pedrería que se apoya en una hornacina en forma de concha que cobija el 'Abrazo de San Francisco', en alusión a la orden de los frailes Capuchinos que dieron origen a la advocación pastoreña. Sobre esta concha se derrama un gran ramo de rosas, flores íntimamente relacionadas con la iconografía de la Divina Pastora, ya que las portan en su boca las ovejas que se suelen plasmar junto a la imagen en los lienzos desde su primitiva representación. Esas rosas simbolizan las avemarías que se rezan en la corona franciscana.
El canasto lo compone una cenefa inferior también formada por 'ces' con un enrejado cuadriculado y un escudo central con el monograma del Ave María. En la parte trasera se ha colocado en ese lugar una custodia, en alusión a la orden de las monjas de Santa Clara que se encuentran junto a la parroquia y que fueron las custodias de la imagen, tras la marcha de los frailes capuchinos en 1835.
La parte superior del canasto combina cartelas con rocallas de diferentes tamaños y elementos vegetales, todo de manera muy asimétrica y exuberante. Los imperiales parten de unos racimos de flores que sobresalen a modo se tembladeras, lo que le aporta cierto movimiento y destellos gracias a la pedrería. Los imperiales, en número de ocho, se abren de manera doble en su base, unificándose conforme van ascendiendo hasta llegar a los pies de la concha anteriormente descrita.
En el caso de la corona para la imagen del Divino Pastor, la pieza sigue el mismo diseño de la presea para la Divina Pastora de las Almas, solo que, lógicamente, a un tamaño inferior, adecuado para la talla que realizara el imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte. Se trata de un canasto con imperiales coronadas por un orbe y una cruz, símbolo de la Redención del género humano con la Pasión, Muerte y Resurrección del Cordero de Dios.
Las técnicas para la realización de estas obras han sido la microfusión, el repujado y el cincelado sobre chapa de plata de ley y un posterior chapado en oro. El material de plata y oro empleado para la ejecución de ambas preseas han sido recabado íntegramente mediante las donaciones de devotos que han querido, de este modo, contribuir y estar presentes en las coronas que el obispo de Málaga, Jesús Catalá, colocará el próximo 5 de octubre sobre las sienes de la Pastora Divina y de su Hijo.
El traslado de la Divina Pastora de las Almas se celebrará el jueves 3 de octubre, a partir de las 18 horas, desde la sede canónica de la congregación, la parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa. El recorrido será el siguiente: Jardines de la plaza de Capuchinos, Capuchinos, Cruz del Molinillo, Ollerías, Carretería, Nosquera, Comedias, Santa Lucía, Granada, Sánchez Pastor, Santa María y Patio de los Naranjos, con entrada en la Catedral a las 21 horas.
Participará la banda de música Maestro Eloy García, de la Archicofradía de la Expiración, formación que también interviene desde hace años en la procesión de mayo.
La imagen, que llevará los atributos de Pastora, figurará en su trono procesional.
Al día siguiente, la Divina Pastora y el Niño estarán en veneración de los fieles durante todo el viernes, hasta las 20 horas. Ambas tallas presidirán la catedralicia capilla de San Francisco de Asís. La efigie mariana será alzada en su peana de orfebrería, delante del retablo del seráfico Padre, escoltada por cuatro blandones de Orfebrería Montenegro, que serán estreno, y unas flores de talco cedidas por la Catedral, que también prestará una larga alfombra.
Por su parte, el Divino Pastor figurará a un lado de la Virgen, dispuesto en una consola de madera de caoba y con unos rayos de fondo, igualmente propiedad del templo catedralicio.
La procesión triunfal de la Divina Pastora, ya coronada, comenzará a las 17.30 horas, desde la Catedral de Málaga. El cortejo lo formarán una veintena de hermandades pastoreñas de Andalucía y las hermandades de Capuchinos, además la Hermandad de la Crucifixión de la iglesia del Buen Pastor, templo que forma una unidad pastoral con la iglesia de la Divina Pastora, más las corporaciones de San Felipe Neri, que es la parroquia histórica de Capuchinos, y la Cofradía de la Piedad. También habrá una representación de las agrupaciones de cofradías de Semana Santa y de Gloria.
El itinerario será el siguiente: Patio de los Naranjos, San Agustín, Echegaray, Granada, plaza de la Merced, Madre de Dios, Peña, Refino, Carrera de Capuchinos, jardines de la plaza de Capuchinos, Eduardo Domínguez Ávila, alameda de Barceló, Montserrat, Vasco de Gama, Hernán Cortés, Peinado, Daoiz, López Domínguez, Alderete, Benjamín Palencia, Duque de Rivas, Tirso de Molina, Tizo, Capuchinos y plaza de Capuchinos, con encierro en torno a las dos de la madrugada.
Los puntos de interés serán la salida de la imagen, en su trono procesión, de la Catedral, y su llegada al barrio de Capuchinos, sobre todo, a su paso por los jardines de la plaza de Capuchinos, donde se cantará el Salve Madre ante el monumento del triunfo de la Inmaculada. También habrá un recibimiento especial a la Patrona de Capuchinos ante el santuario de María Auxiliadora, como lo habrá en las calles Daoiz y Tizos, vías donde cada mes de mayo se desatan las pasiones durante la procesión de estatuto.
Al igual que en el traslado de ida, durante la procesión de regreso a Capuchinos intervendrá la banda de música Maestro Eloy García, de la Archicofradía de la Expiración.
Tanto la imagen mariana como el Divino Pastor volverán a Capuchinos luciendo las preseas ceñidas por la mañana sobre sus sienes.
El trono de la Divina Pastora de las Almas de Málaga es obra del artista alicantino Domingo García Chahuán, de 2013. Está tallado en madera de cedro, dorada y completada con la incrustación de pequeños espejos que le dan un singular aire barroco al conjunto.
De estilo rococó, la iconografía del trono, en sus primeros años, está protagonizada por Santa Teresa de Jesús, en el frontal, los beatos capuchinos fray Leopoldo de Alpandeire y fray Diego José de Cádiz, en los laterales, y Santa Clara de Asís, en la trasera. Sin embargo, la congregación ha encargado unas nuevas figuras al escultor Ángel Sarmiento, que está realizando en diferentes fases. Con motivo de la coronación canónica, se estrenará talla del beato fray Diego José de Cádiz, fundador de la corporación en 1771.
El trono de la Divina Pastora alberga cuatro capillas y se ve iluminado por cuatro arbotantes, igualmente tallados y dorados.
• Corona para la coronación canónica de la Divina Pastora de las Almas. Ejecutada en plata, oro y piedras preciosas. Diseño y ejecución de Orfebrería Montenegro. Miguel Ángel Martín Cuevas.
• Corona para la coronación canónica del Divino Pastor. Ejecutada en plata, oro y piedras preciosas. Diseño y ejecución de Orfebrería Montenegro. Miguel Ángel Martín Cuevas.
• Corona de flores de talco. Ejecución y donación de José Manuel Salas Priego.
• Manto de coronación. Diseñado y realizado por el bordador malagueño Sebastián Marchante Gambero y su taller en hilo de oro sobre tisú de plata color granada.
• Mantilla. Encaje de aplicación de Bruselas, del siglo XIX.
• Lazada. Bordados en oro sobre tisú de plata. Diseño y ejecución del taller de Sebastián Marchante Gambero.
• Enaguas. Confección y donación de Rosario Palma Cortés.
• Bocamangas. Encaje de punto de aguja, del siglo XIX.
• Saya. Bordados en oro sobre tisú de plata. Diseño y ejecución del taller de Sebastián Marchante Gambero.
• Pendientes de la Juventud. En plata repujada y dorada e incrustaciones de amatistas. Diseño y ejecución del taller de Raúl Cejas Pérez.
• Varios broches y pendientes.
• Medialuna. En plata de ley chapada en oro, presenta un diseño de Juan José Galiano Ortega, mientras que la ejecución ha correspondiendo a Orfebrería Montenegro.
• Rosario. En plata dorada, jade rosa y piedras Swarovski. Diseño y ejecución de Joyería El Toisón, de Sevilla.
• Figura del beato fray Diego José de Cádiz para el trono, obra de Ángel Sarmiento.
• Restauración del estandarte de la Virgen, por Francisco Naranjo y Sebastián Marchante.
• Banderín conmemorativo de la coronación canónica de la Divina Pastora de las Almas. Bordados en plata sobre tisú de oro. Diseño y ejecución del taller de Sebastián Marchante Gambero. Asta realizada por Orfebrería Montenegro.
La costumbre de representar a Santa María Virgen con una corona regia data de los tiempos del Concilio de Éfeso (año 431), y el rito de la coronación de una imagen mariana fue propagado por Occidente desde finales del siglo XVI, incorporándose a la liturgia romana en el XIX. La Iglesia Católica reafirma así que María es Madre del Hijo de Dios, Rey mesiánico.
Las imágenes marianas coronadas canónicamente que se veneran en la ciudad de Málaga son las siguientes:
• María Auxiliadora (1907).
• Santa María de la Victoria (1943).
• María Santísima de los Dolores (1986).
• María Santísima de la Esperanza (1988).
• María Santísima de la Trinidad (2000).
• María Santísima de la Amargura (2003).
• Nuestra Señora del Carmen (2004).
• Nuestra Señora de los Dolores del Puente (2004).
• María Santísima del Rocío (2015).
• Nuestra Señora de la Soledad de Mena (2016).
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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