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Antonio de la Rubia Nadales (Málaga, 1979) es hermano mayor de la Cofradía de los Dolores, del Puerto de la Torre, hermandad que este sábado, ... 14 de septiembre, hará historia con la salida procesional de los titulares por las calles de los barrios de la Victoria y El Perchel, y del Centro de Málaga, en su peregrinación hasta la Catedral, donde se oficiará la misa conmemorativa del 75.º aniversario de la corporación, objeto por el que se celebrará la procesión.
-Para empezar, háblenos de usted. ¿Muchos años de hermano en la Cofradía del Puerto?
-Bueno, empecé a salir de nazareno en el año 1992, en aquella cofradía que iba desde la punta del Puerto al Restaurante Dalí y allí parábamos para comernos el bocadillo y volvíamos a la iglesia. La hermandad creó una banda de cornetas y tambores en 1994, con Emilio Martín al frente de la cofradía, y yo me apunté al año siguiente. Fui de los primeros miembros de la banda. Y en el 1997, juré el cargo como vocal. Ya estando en la banda, me quedaba a ayudar en cuestiones de los uniformes, para organizar los ensayos, para esto, para lo otro... Echaba una mano en lo que podía, en albacería, y juré el cargo siendo hermano mayor Emilio Martín. Desde ese día que juré el cargo como vocal hasta hoy, he pasado por distintos puestos de responsabilidad y distintas funciones dentro de la hermandad. He estado gran parte del tiempo como director de la banda de cornetas y tambores que teníamos, después la vocalía, echando una mano en albacería. También estuve once años de tesorero, siete de teniente hermano mayor y las circunstancias han hecho que sea ahora hermano mayor.
-Se ha estrenado como hermano mayor en pleno 75.º aniversario de la hermandad. ¡Qué manera de empezar!
-No está mal para empezar (bromea). Soy hermano mayor en este momento por las circunstancias que han acontecido; por la enfermedad de Enrique Luque, anterior hermano mayor. Lo de Enrique ha sido un cúmulo de malas circunstancias. Yo me iba a presentar a hermano mayor el año que viene. Ya lo tenía hablado con Enrique, porque, en mayo de 2025 terminaba su último mandato. Soy hermano mayor, porque así también lo veía Enrique, y ya está. No voy a decir que me ha tocado, sino bueno, mi trayectoria en la cofradía es la que es y yo iba a ser el siguiente hermano mayor. Vamos, lo teníamos clarísimo Enrique, yo y la junta del gobierno. Al fallecer Enrique, se ha adelantado todo un año y aquí estoy para seguir trabajando por la hermandad si el tiempo y la salud me lo permiten. Es mi manera de ser hermano mayor, no creo que sea más, ni menos, porque se esté celebrando el 75.º aniversario. Toca seguir remando y seguir luchando por el equipo, por la unión de la junta de gobierno que tenemos. Hemos adelantado las elecciones, porque los propios estatutos nos obligaban a ello. Al fallecer un hermano mayor, tenemos un mes, según los estatutos, para el cabildo de elecciones y, como le decía, ya lo teníamos hablado con Enrique. Él me decía, «Antonio, el año que viene cambiamos las tornas. En mayo, tú te pones de hermano mayor y yo me pongo de teniente y a ver si somos capaces de terminar el proyecto del Cristo y varios proyectos que tenemos siempre en marcha en la cofradía». Somos una cofradía muy continuista. Los hermanos mayores no suelen marcharse de la junta del gobierno. Cogen otra función y siguen dentro, trabajando con total normalidad por la hermandad.
-¿Cómo era Enrique Luque? ¿Qué aportó a la hermandad?
-Enrique era, en pocas palabras, amor, amigo, compañero, hermano y, además, cuando digo hermano, los hermanos de una cofradía son otra cosa a un hermano de sangre y Enrique, en este caso, era distinto, era un hermano especial. Enrique era una persona que no tenía un no, si te tenía que ayudar en lo que fuese; daba igual que fuera domingo, de noche... a la hora que fuese, estaba. Era voluntarioso a cualquier iniciativa que llegaba a la cofradía para ayudar a quien sea, era el primero. Por tanto, Enrique nos enseñó muchas cosas y, sobre todo, la mayor enseñanza nos la hizo el día de su muerte, al ser donante de órganos. Estábamos apenados por su pérdida, llorábamos ese día (jueves 11 de abril), pero a la misma vez, entendíamos que hay muchas familias en Andalucía que, al sonar el teléfono avisándoles de que hay un órgano para un familiar, van a llorar de alegría gracias a él. Entonces, creo que Enrique, en la hermandad, ha aportado eso, nos ha enseñado muchísimo y, sobre todo, a compartir lo más importante, compartir la vida. Nos ha dejado un legado muy importante, además como he titulado el tema de los corazones, un 'legado de caridad'. La vocación de nuestro Cristo es 'Hermandad' y él, que era muy del Cristo, el día del fallecimiento decíamos: «ha llevado el nombre del Cristo hasta la última consecuencia, ha sido hermano, ha hecho hermandad y caridad».
-Este sábado, 14 de septiembre, celebrarán una procesión extraordinaria fuera de su ámbito natural, con misa conmemorativa incluida en la Catedral. ¿Cómo surgió esta idea?
-En una de tantas reuniones que organizamos para preparar el 75.º aniversario, hace ya unos tres años, celebramos una mesa coloquio con la intención de ir lanzando ideas para esta celebración y, a ver qué tontería era la más grande para irle dando forma (risas) y, bueno, no fue una tontería cuando Enrique Luque planteóla posibilidad de hacer un 75.º aniversario, solicitando bajar al Centro de Málaga para entrar en la Catedral. Entonces, empezamos a tirar de los estatutos y vimos que era posible salir de nuestra feligresía en una celebración como el 75.º aniversario. Nos pusimos a trabajar más en la idea, porque la propuesta cuajó pronto en esta mesa, y se llevó a junta de gobierno, se debatió, salió adelante, evidentemente, y sin problemas, y empezamos a darle forma. Así que el sábado 14 de septiembre estamos en el Centro, si Dios quiere. De todos modos, quiero dejar claro que el 75.º aniversario no terminará con esta procesión extraordinaria; concluirá el año que viene. Empezó el 12 de mayo de este año y finalizará en mayo de 2025. Hemos presentado un mosaico en el barrio, exposición fotográfica, tenemos alguna mesa redonda por ahí, hemos tenido formación, hemos tenido la peregrinación hacia la Catedral, que tan buen resultado nos ha dado y tantas alegrías, así que vamos a la Catedral, porque la hermandad así lo ha preparado, lo ha organizado y la Iglesia, el Obispado y todo el mundo ha querido que así sea.
-¿Temieron, en algún momento, que el Obispado le echara para atrás la propuesta? Lo digo porque la Delegación de Hermandades exige que las salidas extraordinarias deben celebrarse por las feligresías. ¿Cuál ha sido, por tanto, su proyecto para obtener el plácet episcopal?
-La cofradía celebra 75 años con mucho fundamento. No somos una cofradía de ayer para hoy, que ha reflotado hace tres días diciendo que nació en 1800. No, no, la cofradía empezó en 1949, a raíz de rendirle culto al Sacramento en 1944. Llegó la segunda Dolorosa a la barriada, porque la primera, de 1800, se destruyó en los actos vandálicos de la quema de convento de 1936, y la cofradía ya procesionaba. Y es en 1949 cuando el vecino de nuestro barrio, don Ángel Herrera Oria, tiene a bien firmarnos los primeros estatutos y crear la hermandad. Desde entonces, la cofradía nunca ha parado. La hermandad, durante los primeros años, cuando la iglesia de nuestro barrio no existía y Cáritas allí, tampoco, Cáritas del Puerto de la Torre era la hermandad, porque ayudaba a los vecinos, a la gente de la periferia del Puerto de la Torre, donde había casitas en el campo y los niños tenían que bajar al Puerto de la Torre a la escuela. La cofradía organizaba los comedores. Incluso, llegó a comprarle a una familia un burro para poder desplazarse. O sea, que la cofradía tiene un peso histórico suficiente para bajar a la Catedral y al Centro de Málaga. La entrada en la Catedral se solicitó, porque en ella está enterrado el que fuera obispo don Ángel Herrera Oria y Nicolás Montero Estévez, quien fue párroco de Campanillas, pero la iglesia del Puerto de la Torre pertenecía en aquellos años a Campanillas, y este párroco fue uno de los que buscó y generó más ingresos, buscó más ayudas para la construcción de la primera iglesia en el Puerto. Vamos a la Catedral para rendir gratitud a estas dos personas.
-Se vivirá un momento histórico que, quizá, no volvamos a ver más, al menos, en un tiempo largo. ¿Ilusionados con bajar al Centro?
-Ilusionados por bajar al Centro, muchísimo. Será un momento histórico, no solo para la cofradía. Es un momento histórico para el barrio. De hecho, la peregrinación que hemos realizado desde el Puerto de la Torre a la Catedral, que la culminamos este 14 de septiembre, ha sido organizada por la hermandad, pero ha bajado y bajará la Comunidad Parroquial. Baja la parroquia del Puerto de la Torre y baja la barriada. El sentir en el barrio es ese. Estamos todos muy contentos, Queremos que sea una procesión maravillosa y que salga todo muy bien.
-¿Lo de la salida del barrio de la Victoria y el encierro en El Perchel es por algún motivo concreto?
-Sí existe un motivo. En el momento en que el Obispado nos autorizó la salida por el Centro de Málaga y estábamos a la espera de que el Cabildo Catedral nos diera su visto bueno, empezamos a trabajar las distintas posibilidades de casa hermandad, formas de procesionar por el Centro, de dónde hasta dónde, pasando por la Catedral. La primera idea pasaba por el salón de tronos de la Congregación de Mena, tanto para la ida como para el regreso, después de entrar en la Catedral. Esta idea se nos truncó cuando, finalmente, nos confirmaron que la Pasarela Larios se celebraría también el 14 de septiembre. Por tanto, con este acontecimiento, no podíamos pasar por la calle Larios ni por sus aledaños, porque, claro, habrá música de ambiente y nosotros llevaremos acompañamiento musical. En consecuencia, empezamos a buscar casas hermandad con una cierta altura, unas ciertas dimensiones, que pudieran albergar la altura de nuestro Cristo. Así que, nos pusimos en contacto con la Cofradía del Amor. Nos encantaba esa idea, porque pasaremos delante de la Patrona de Málaga, la Virgen de la Victoria. Es un orgullo poder salir desde la casa hermandad del Amor. Además, nos han acogido con muchísimo cariño. Estamos deseando que llegue el sábado para salir de allí y completar nuestra peregrinación en el primer templo de la ciudad y encerrarnos en Mena, donde, igualmente, estamos expectantes por ver la procesión entrar allí, en El Perchel, junto a la parroquia de Santo Domingo.
-¿Qué momentos especiales habrá durante la procesión?
-Todos, con la procesión al completo. Esta lanzará un mensaje que vamos a ir dejando desde que salimos desde la casa hermandad del Amor hasta que lleguemos a Mena. Vamos a ir entregando unos corazones de cera del legado de caridad, en homenaje a tantas personas que donan órganos y a tantas personas que aún no saben que pueden salvar una vida, porque nuestra idea es que la peregrinación, nuestra procesión extraordinaria, sirva de aliento a estas familias que están esperando un órgano. Vamos a intentar fomentar la donación de órganos entre la Málaga cofrade. Las donaciones de órganos salvan vidas.
-Y alguna calle concreta, algún rincón...
-Hay quien esperará la procesión en la zona de la Catedral, que, evidentemente, esa entrada va a ser muy especial. Y la salida. Luego, tenemos el estreno de la marcha 'Legado de caridad', que se interpretará en la calle Madre de Dios, a la vuelta. También me gustaría destacar la postal que, sin duda, será el paso por delante del santuario de la Victoria, también por el Teatro Romano... Es que Málaga tiene muchos encantos. Carretería, la Tribuna de los Pobres... Va a haber un poco para todos los gustos, pero esperemos que la procesión vaya muy bien y disfrutemos todos.
-¿Cómo será esta procesión?
-Saldremos a las 15.45 horas desde la casa hermandad de la Cofradía del Amor y llegaremos a la Catedral sobre las 19.15 horas o, a lo sumo, a las 19.20 horas, no más tarde. Y para el encierro, hemos calculado que si salimos de la Catedral sobre las 21.15 horas o 21.30 horas, se producirá hacia las tres de la madrugada. Las bandas que nos acompañarán serán la de música de la Soledad de Mena, a la ida, y la agrupación musical de Jesús Cautivo de Estepona, a la vuelta. En esta ocasión, no contaremos con una banda de cabeza. Normalmente, nos acompañan cada Viernes de Dolores Los Verdes, de Almogía, pero no hemos querido incluir una banda de cabeza por el tema de ruido, por no sobrecargar el Centro de música. Hemos preferido centrar la música en el trono, en este caso, en el trono del Cristo, que baja a Málaga 52 años después, en proceso de restauración. Porque este trono fue de la Virgen de la Trinidad. Procesionarán los tres titulares formando un calvario: el Cristo de Hermandad y Caridad, la Virgen de los Dolores y San Juan Evangelista. Y en cuanto a las flores, va a ser un exorno muy similar al del Viernes de Dolores, pero sin el monte tan inclinado, porque, al llevar las figuras de la Virgen y San Juan, no podemos levantar ese monte tan inclinado, aunque el tipo será igual, rocoso, con sus claveles rojos... la misma línea que ya llevamos todos los Viernes de Dolores. No vamos a inventar nada nuevo, porque, lo que llevamos, nos funciona, nos gusta y seguimos trabajando en esa línea.
-¿Quién oficiará la misa conmemorativa en la Catedral?
-La misa conmemorativa la oficiará don Alejandro Escobar Morcillo, una persona muy importante en nuestra hermandad. Don Alejandro fue párroco del Puerto de la Torre y director espiritual de la cofradía durante 26 años y medio. Un tercio de nuestra hermandad se lo debemos a don Alejandro. Don Alejandro Escobar fue muy importante el tiempo que estuvo en el Puerto, consiguiendo para la cofradía grandes hitos, como el desdoblamiento de los tronos, la casa hermandad, la banda, hay muchas cosas que la cofradía le debe a don Alejandro. No solo la cofradía, el Puerto de la Torre, también. Por eso, el mismo día 14 de septiembre, le haremos entrega de la primera medalla de oro de la hermandad, aprobada recientemente en cabildo. En cuanto a la misa, nos acompañará la Comunidad, baja el Puerto de la Torre y baja nuestro coro de la parroquia. Queremos que ese día, en la Catedral, celebremos la misa con los nuestros y a nuestra manera de vivir la religiosidad y la Semana Santa.
-Como ha comentado, durante la procesión, entregarán corazones de cera para concienciar al público con la donación de órganos, en recuerdo del anterior hermano mayor, fallecido tras la Semana Santa. Pero, ¿cómo surgió esta idea?
-El movimiento 'Lágrimas de vida' se puso en contacto con nosotros a finales de octubre del año pasado a través de la Hermandad de Humildad y Paciencia, que llevó esta vela en la candelería. Nos ofrecieron llevarla este año y lo vimos como una cosa muy bonita, porque era para fomentar la donación de órganos. En ese momento, estábamos ultimando los detalles del 75.º aniversario y vimos que podía ser una manera de darle otra cosita distinta a lo que, normalmente, se suele hacer en este tipo de actos conmemorativos. Poco después, el corazón de Enrique, nuestro hermano mayor, empezó a darle problemas y, por tanto, fue cogiendo sentido el tema de la donación de órganos, ya que vimos que nuestro propio hermano mayor podría necesitar un órgano. Empezamos a darle forma a la idea y, al final, pensamos hacer un homenaje a tantas personas que están esperando un órgano y a esos donantes que salvan vidas. Lo importante es concienciar a la población de que la donación de órganos es muy importante. Es algo que salva muchas vidas, da segundas oportunidades a mucha gente. Estamos expectantes. La gente está expectante por coger corazones el 14 de septiembre, durante la salida extraordinaria. Nos paran en el Puerto y nos preguntan: «Oye, y cuánto valen los corazones». No valen nada, los vamos a regalar en la procesión extraordinaria. Sé que va a ir mucha gente expresamente a recoger corazones.
-¿Qué espera del pueblo de Málaga este sábado?
-Muchos cofrades del Centro y otros barrios vienen cada Viernes de Dolores a ver nuestra procesión. Entendemos que somos un atractivo cofrade interesante por la manera de procesionar, la seriedad, por la forma de andar de nuestros tronos, con esa serenidad... En cambio, esta vez, el Puerto de la Torre va a ser el que inunde el Centro de Málaga. Sé que Málaga nos va a acoger con mucho cariño, con la ilusión con la que nosotros vamos. Esperemos que el tiempo acompañe. La Semana Santa pasada fue complicada por el tiempo. Así que estas extraordinarias valen para difundir la fe y, en particular, para que nos conozcan un poco más los que no nos ven habitualmente los Viernes de Dolores. Es bueno que nos conozcan, que vean cómo procesionamos en la calle, que vean nuestra manera de trabajar y nuestra manera de entender la Semana Santa.
-De sus palabras deduzco que habrá una llegaba masiva de vecinos del barrio al Centro. ¿no es así?
-Sí, sin ninguna duda. Esperamos una llegada masiva de vecinos del barrio al Centro. De hecho, quien no participa personalmente, lo hace un hermano, un sobrino, un amigo... El que no, quiere recoger corazones. Hay que tener en cuenta que somos, aproximadamente, unos 1.300 hermanos y la feligresía bajará al completo. Insisto, bajamos toda la feligresía. Nos acompañará para este acto y, por tanto, el lleno va a ser absoluto.
-Meses atrás también han peregrinado a varias parroquias con los estandartes de los titulares. ¿Ha merecido la pena el esfuerzo?
-Totalmente. Si pudiéramos rebobinar y decir qué cambiaríamos de la peregrinación, creo que nadie cambiaría nada. Cambiaríamos de hermano mayor. Ojalá fuese tan fácil rebobinar y tener a Enrique aquí, pero en cuanto a la peregrinación, no cambiaríamos nada, nada, de nada. Ha sido muy alentadora para todos los párrocos que nos han recibido con muchísimo cariño. A todos les ha fascinado esta idea, esta idea de hacer Iglesia, porque es una manera de hacer Iglesia. Los cofrades también hacemos Iglesia. A veces, a los cofrades se nos critica de que acudimos a los templos en momentos puntuales, en el calentón de cuaresma, como se suele decir, pero nuestra cofradía ha hecho Iglesia con esta peregrinación. Hemos compartido la eucaristía desde nuestra parroquia hasta llegar al primer templo de la diócesis, por todas las iglesias del antiguo Camino de Antequera.
-¿Qué actos le quedan a la efeméride?
-Todavía quedan algunos actos. El siguiente, que viene tras la peregrinación, será un triduo en nuestra parroquia, en el mes de octubre. Del 18 al 20 de octubre tendremos un triduo en honor a nuestros sagrados titulares y, a partir de ahí, tenemos varias cosas que, aún, no vamos a desvelar, porque estamos terminando de ultimar fechas y detalles. También queremos editar una revista un poco más especial. No voy a decir que sea un libro todavía, porque no sé cómo será, pero bueno, por ahí van los tiros.
-Por último, ¿cómo es la Cofradía de los Dolores del Puerto de la Torre?
-Es una cofradía con 75 años de hermandad, que, aparentemente, puede ser para muchos algo ya antigua, pero, para mí, veo una cofradía muy nueva, con mucha ilusión, tenemos gente joven con muchas ganas trabajando en la hermandad, con muchos proyectos y muchas ilusiones, por lo que la hace una hermandad muy viva, con un carácter especial. Considero que tiene un carácter especial en todo, en la manera de ver la Semana Santa, en la manera de procesionar, en la seriedad que intentamos imprimir en nuestros actos, en la seriedad con que planteamos nuestro Viernes de Dolores, intentamos evitar modas, intentamos consagrar un tipo de Semana Santa con un sabor y una riqueza especial y esa es la cofradía, un grupo de hermanos, de amigos, que bueno, intentamos conseguir, con pocos medios, grandes retos. Solo hay que visitar nuestra casa hermandad. Nosotros somos una cofradía que venimos de una habitación de 15 metros cuadrados y, en apenas veinte años, hemos hecho nuestra casa hermandad, hemos ampliado nuestra casa hermandad, hemos duplicado las filas de nazarenos, hacemos cantidad de actos por y para la barriada... La hermandad es algo vivo. El Puerto de la Torre no se entendería sin la cofradía, igual que la cofradía no se entendería sin el Puerto de la Torre. Esa es nuestra cofradía.
-¿Por qué hay que ir el Viernes de Dolores a verla en la calle?
-Porque es una manera de ver patrimonio antiguo de Málaga, por ejemplo, como es el trono de nuestro Cristo. Por ver una cofradía seria en la calle, ver un grupo de cofrades donde trabajan todo el año para poner una procesión, entendemos, que puede gustar. Durante la última procesión del Viernes de Dolores éramos mil participantes dentro del cortejo. Somos rigurosos en cuanto a nuestro horario, somos serios procesionando, cuidamos los detalles, nos gusta cuidar la estética del nazareno; la estética del portador; que no vayan descuidados; de que si la túnica es hasta el tobillo, pues hasta el tobillo; si el nazareno tiene que llevar guantes, pues guantes... La gente ve un cortejo homogéneo, ve un cortejo lucido, ve un cortejo bonito, hemos apostado muy mucho por la seriedad en los tronos y, al final, hace que el trono sea elegante andando, se disfrute si va tocando una marcha, se disfruta aún más. Hemos conseguido también, con el último cambio de itinerario que tuvimos hace unos años, que la procesión sea muy atractiva. El que sube al Puerto de la Torre el Viernes de Dolores, repite.
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