La Cofradía del Puerto de la Torre pasa a la historia por su inédita procesión por el Centro

Para el cofrade malagueño, el que vive habitualmente la Semana Santa en el Centro, la procesión de este sábado de la hermandad del Distrito 10, barrio sitiado a más de diez kilómetros del Casco Antiguo de la ciudad, entendida por los hermanos como una peregrinación, ha sido todo un descubrimiento. Pero también lo han visto así aquellos vecinos del Puerto de la Torre que la conocen, que la siguen y en la que participan, después de 'bajar' a Málaga, como siempre se ha dicho, a seguir los pasos de sus titulares, en este caso, en una fecha fuera del Viernes de Dolores. Porque el hecho de contemplar al Cristo de Hermandad y Caridad en su trono, acompañado por la Virgen de los Dolores y la figura de San Juan Evangelista en un simulado Gólgota de flores es ya, de por sí, una estampa inédita, dado que el Crucificado y la Dolorosa procesionan en las vísperas de la Semana Santa cada uno en su trono y el Discípulo Amado ni tan siquiera pisa la calle. Por tanto, nunca antes, las tres efigies se habían mostrado juntas en un culto externo de esta guisa, San Juan, además, con el terno bordado de la efigie de San Juan, claro está, pero de la Hermandad de las Penas, y con el nimbo del mismo apóstol, pero, en este caso, del Descendimiento.

También ha sido novedoso el reparto de corazones de cera durante la procesión para promover la donación de órganos, en memoria de Enrique Luque, hermano mayor de la corporación hasta que le sorprendió la muerte el pasado 11 de abril y muy vivo en esta salida que promovió y con la que tanto soñó, al situarse su bastón dorado de hermano mayor a los pies de las imágenes.

Pero si ha habido algo que, posiblemente, nunca más volverá a producirse, salvo sorpresa y cambio de rumbo y escenario, que también se comentaba en las aceras, fue ver procesionar a esta hermandad por dos de los barrios más populares y cofrades de Málaga, como son la Victoria y El Perchel, y por el Centro. Por tanto, inédito ha sido todo el trazado del recorrido de la extraordinaria de la Cofradía de los Dolores del Puerto de la Torre e igualmente inédita fue la entrada y salida de sus imágenes titulares en la Catedral, donde han presidido una misa conmemorativa, oficiada por el que fuera párroco de la iglesia del Puerto, Alejandro Escobar, hoy, del santuario de la Victoria, quien, precisamente, ha recibido la primera medalla de oro de la corporación, un hecho histórico, por su vinculación, dedicación y dirección espiritual de la hermandad durante algo más de un cuarto de siglo.

La salida de la comitiva desde la casa hermandad del Amor no ha sido el momento de mayor afluencia de público, aunque la hubo. Quizá el horario, las cuatro menos cuarto de la tarde, no era el mejor, pero la cofradía tenía un requisito que cumplir: la entrar en la Catedral tenía que producirse antes de las 19.30 horas, que era cuando tenía que comenzar la misa. En cambio, a medida que el cortejo iba sumando metros, el número de personas alrededor del trono iba aumentando, pero el ritmo de paso no estaba siendo todo lo ágil que debiera.

Con la marcha 'Cristo del Amor', de Francisco Javier Moreno, a cargo de la banda de música Nuestra Señora de la Soledad, de la Congregación de Mena, que en los últimos Viernes de Dolores acompaña a la Virgen de los Dolores, salía el trono a la calle Fernando el Católico. El conjunto procesional, que se encuentra en proceso de reforma, por el taller de Trillo y Lamas, establecido, por cierto, muy cerca de la casa hermandad del Amor, y cuyo cajillo, de Pérez Hidalgo en su origen, perteneció a la Virgen de la Trinidad, de la Cofradía del Cautivo, llevaba un monte, no muy alto, levantado con flores variadas en tonos morados. El cajillo, que cuenta con una altura considerable, se mostraba con la capa de imprimación previa al dorado, que sí ya ha sido aplicado a la cartela del frontal.

Inédito e histórico ha sido el paso de los titulares de la cofradía del Puerto delante de la casa hermandad del Monte Calvario, con repique de campanas, por el lateral del santuario de la Patrona, donde sonaba la marcha 'Málaga, a su Virgen de la Victoria', y, también lo ha sido la subida del Altozano, la bajada de la Cruz Verde y el entorno del Teatro Cervantes, alcanzado con la composición 'Corpus Christi'.

La cofradía, que previamente había pasado por las casas hermandad del Rocío, Gitanos y Sentencia, donde aguardaban las correspondientes representaciones y caían aleluyas, llegaba a la calle Cárcer a las 18.20 horas con 'Cristo de la Humildad', de Perfecto Artola. Y en Echegaray, turno para 'La Madrugá', de Abel Moreno. En el cortejo figuraban hasta tres sacerdotes, el párroco del templo del Puerto de la Torre y director espiritual de la corporación, José Luis Pastor, y los ex vicarios de la iglesia, Daniel Gutiérrez y Antonio Prieto, además del seminarista y vecino del barrio Juan Carlos López.

El ritmo del trono seguía siendo lento, lo que había provocado que la cruz guía se quedara plantada entre San Agustín y Císter, antes de acceder al Patio de los Naranjos, por espacio de unos quince minutos. Por consiguiente, el trono ha entrado en la Catedral un cuarto de hora más tarde (19.45) sobre el horario previsto y, por tanto, la misa conmemorativa ha tenido que retrasarse.

Tras la celebración de la eucaristía, la Cofradía de los Dolores del Puerto de la Torre ha echado el resto, presentándose en la calle con un registro diferente al mostrado en la ida, más triunfal, más de cofradía de barrio, con la agrupación musical Jesús Cautivo de Estepona, la banda del Crucificado en las vísperas de la Semana Santa, que ofrecía un repertorio muy del gusto de los seguidores de este tipo de género. La salida de la Catedral se había producido a las 21.50 horas, con las inmediaciones del templo repletas de un público expectante y con ganas de procesiones.

El recorrido de vuelta hacia el salón de tronos de Mena dejaba momentos inéditos para el recuerdo. El Cristo de Hermandad y Caridad, la Virgen de los Dolores y San Juan Evangelista ante la Alcazaba y el teatro Romano, la llegada a la plaza de la Merced, la subida de Madre de Dios, saeta incluida, o el estreno de la marcha 'Legado de Caridad', de Raúl Delgado Perera, eran algunos de ellos.

Al cierre de esta edición, la cofradía tenía previsto su paso por Carretería y la Tribuna de los Pobres y cruzará el río Guadalmedina por el puente de la Esperanza para llegar a la casa hermandad de la Congregación de Mena hacia las tres de la madrugada.