Semana Santa Málaga
El canto de la gratitud de las hermanitas a «su» Virgen de los DoloresSecciones
Servicios
Destacamos
Semana Santa Málaga
El canto de la gratitud de las hermanitas a «su» Virgen de los DoloresJosé Miguel Ramírez
Málaga
Viernes, 7 de abril 2023, 12:30
Dicen que en las cosas inexplicables, que nacen de lo más profundo del corazón, está Dios. Lo está en las miradas furtivas que cuentan mucho más que las palabras, en los abrazos que curan el alma, e incluso en el canto celestial de las Hermanas de la Compañía de la Cruz. Tras la celosía de la plaza de Arriola aguardan cada Viernes Santo a que Nuestra Señora de los Dolores se detenga al encontrarse con ellas para entonar sus dulces melodías. Ahí se hace presente una vez más de forma papable la unión de las hermanas con la Archicofradía de los Dolores de San Juan, pero esta unión tiene historia y se sigue cuidando y mimando día a día.
Las campanas de la Iglesia de San Juan repicaban fúnebres. Era la tarde del Viernes Santo de 1978 y Nuestra Señora de los Dolores se ponía por primera vez en la calle. Al pasar por este enclave de la plaza de Arriola, las monjas comenzaron a cantar su plegaria a la Virgen de los Dolores de forma espontánea. Y el silencio se rompió por la oración más pura y limpia. «Aquella estampa fue tremenda. La procesión era modestísima y la sorpresa fue mayúscula. Las monjas no le habían cantado nunca a ninguna otra Virgen en Málaga jamás. A partir del año siguiente ya Nuestra Señora de los Dolores se giraba hacia ellas», comentaba para SUR el histórico archicofrade Miguel Ángel Fernández, uno de los jóvenes que revitalizó la corporación a finales de los años 70.
«Desde entonces las hermanas no han dejado de cantar ni un solo año que la Virgen de los Dolores ha pasado por su puerta», aclaró. Además, el hermano mayor de la corporación, Alejandro Cerezo, explicó que en los estatutos se estipula que los tronos no pueden mecerse ni girarse, solamente andar hacia adelante. Esta norma tiene una excepción, y es el tradicional saludo a las Hermanitas de la Cruz. «La conexión que se llega a alcanzar es maravillosa. Yo me dijo mucho en las caras de emoción de los hombres de trono cuando paran y ven a las hermanas. Ellas forman parte de nosotros, son hermanas de honor», explicaba Cerezo.
La relación de la Archicofradía de los Dolores de San Juan con las Hermanitas de la Cruz siempre ha sido muy estrecha, y Adela Rubio, vocal de Caridad, recuerda con cariño cada encuentro que tiene todos los sábados con las monjas. «Me acerco con mi marido para preguntarles qué necesitan. La hermana Cruz nos recibe todas las semanas y les damos todo lo que está a nuestro alcance porque tienen algunas necesidades», relataba Rubio.
Más de 40 años de estrecha vinculación en los que archicofradía y hermanas han podido hacer realidad el sueño de muchos pequeños en el día de Reyes, cuando recibían sus regalos gracias a la colaboración y el altruismo de los hermanos de la corporación. «Tras la pandemia, la relación con las hermanas es aún mayor. Un día nos sentamos con ellas para decirles que íbamos a ayudarles en esta situación que están pasando actualmente. Para que ellas te cuenten alguna necesidad que tienen hay que rascar mucho», explicó la vocal de Caridad.
Productos tan necesarios como el detergente o la lejía a veces escasean en el convento, y la archicofradía les facilita todo lo que esté a su alcance para hacerles su labor más liviana. «Es más gratificante para nosotros que para ellas mismas. Cuando las veo siempre pienso en su encomiable labor, ya que se levantan al alba para atender familias y enfermos, van con el autobús hacia arriba y abajo, atienden a gente fuera y siguen con su tarea diaria», relataba Rubio.
Este 7 de abril, Viernes Santo, volverán a escucharse los cánticos. Un rezo que va más allá, en él van recuerdos por las hermanas que se fueron, por los archicofrades que hicieron de esta unión una realidad en la actualidad, por los que más lo necesitan, y sobre todo, por ellas mismas, por las Hermanitas de la Compañía de la Cruz que siguen al pie del cañón para tender la mano a los que tocan a la puerta para que la hermana Cruz les abra puertas del convento y entren en su propia casa. Nuestra Señora de los Dolores siempre intercede por ellas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.