El santuario de la Virgen de Araceli, patrona de la localidad cordobesa de Lucena, acogió el pasado domingo la celebración de una misa en la que la Agrupación de Congregaciones, Hermandades y Cofradías de Gloria de Málaga entregó su máxima distinción, la Azucena de Plata, a la que está considerada como Patrona del Campo Andaluz. La eucaristía fue oficiada por el vicario episcopal para el Laicado, Manuel Ángel Santiago, y contó con una nutrida representación de la directiva de la Agrupación de Glorias y de varios hermanos mayores de las corporaciones letíficas.
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El presidente de la entidad, Juan Márquez, encabezó la delegación malagueña para el ofrecimiento de esta distinción, que fue aprobada en noviembre de 2019, coincidiendo con el centenario fundacional de la cofradía filial de la Virgen de Araceli en Málaga, pero que no ha sido posible entregar hasta ahora por la pandemia.
En su homilía, Santiago destacó que la Virgen de Araceli es «un referente de la veneración del pueblo andaluz, ella es altar del cielo y en su altar, el pueblo cristiano pone la alegría y sus sacrificios, sus limitaciones, sus buenos deseos, para que ella acrecente en nosotros el amor a Dios. María, altar del cielo, nos ayuda a no olvidarnos de los sufrimientos de los que continuamente peregrinamos en la tierra especialmente le pedimos por el fin de la pandemia que la humanidad sufre, pedimos la vida eterna para los difuntos y la fortaleza para todos aquellos que sienten el dolor profundo y silencioso del paro y la inmigración».
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