El ánimo de una cofradía en continuo crecimiento

E n la calle Agua, en pleno corazón del barrio de la Victoria, se encuentra la casa hermandad de la Cofradía del Rescate. Se llama a la puerta y, nada más entrar, se adivina un murmullo de actividad bajo su techo. La cuaresma está muy cerca y son muchos los preparativos. Entre otros, el del triduo al Señor del Rescate. Eso lo sabe bien Daniel Gil, el albacea general que, entre limpieza de enseres y organización de túnicas, el equipo de 24 personas que él comanda se encuentra ya con la mirada fijada en tener todo a punto para el próximo Martes Santo. Ya llegará el turno de limpiar el trono de la Virgen de Gracia, algo que hay que hacer «con algodón 'de curar', despacito y con mucha paciencia». Por su parte, Francisco Javier Ramos es albacea y capataz el trono de la Virgen. En estos días se encuentra inmerso en la organización de los ensayos de portadores para esta cuaresma. Harán cuatro por cada trono y uno conjunto en un espacio vallado, en Lagunillas. Aunque el tema de los ensayos sigue generando debate, en la cofradía lo defienden como una actividad «para hacer piña bajo el varal». Un punto de encuentro en el que, al menos 150 portadores, acuden en alguna ocasión.

Precisamente, un capataz de la Dolorosa hasta hace muy poco es el donante del olivo que cada año luce el trono del Señor. Esta persona es Cándido Zambrana y cada Viernes de Dolores un grupo de unas doce personas se dirigen a Archidona para elegir el ejemplar perfecto. Por la tarde se procede a su colocación. El árbol que se elija tiene que hacer 'efecto bóveda' y que ayude a recrear las reacciones con las que fueron concebidas las imágenes. Por ejemplo, San Juan aparenta estar apartando unas ramas. Adolfo López-Jaramillo, también de albacería, es, además, delegado de la Fundación Corinto. Cada martes por la tarde recibe allí a las personas necesitadas. Situaciones críticas que «desgraciadamente van a más». Actualmente, el Rescate atiende a 25 familias.

Sin conflicto

Por su parte, José Miguel López, el fiscal, vive ahora una etapa de tranquilidad al tener la cofradía los estatutos renovados y «al no haber ningún conflicto en el que mediar, afortunadamente». La secretaría es asunto de Antonio Martín. Le acompaña en las tareas Elena Recio, la vicesecretaria, a la que, con cariño, llama 'la jefa', por su «disponibilidad, iniciativa y capacidad de trabajo». Por otro lado, al frente de la tesorería está Antonio José Sastre, que cuenta a su lado con Emilio Cortés y Adolfo López, vicetesorero y contador, respectivamente. Antonio nos confiesa que tener unas fianzas saludables se consigue «trabajando mucho», afirma. «A parte de los ingresos ordinarios contamos con otras actividades como el torneo de pádel o la sardinada», contando con la ayuda del grupo joven.

Desde el año 2013 ostenta el cargo de hermano mayor Joaquín González, después de una dilatada experiencia ocupando muchos cargos de responsabilidad. Hasta el año 2018 no volverá a haber elecciones y, aunque todavía quedan lejos las urnas, no son tan lejanas las ganas de repetir: «En principio el equipo está muy ilusionado, porque hay mucho proyectos por delante». Esos propósitos son, entre otros, unas cabezas de varal y un arco de campana la Virgen de Gracia o ejecutar el discurso iconográfico que el cofrade y hermano del Rescate, Pedro Merino, ha realizado para el trono del Señor. La intención de la hermandad es que el artífice de esta obra sea Manolo Carmona. Más allá de la ampliación patrimonial, cobra vital importancia el crecimiento humano que ha experimentado la cofradía, que se traduce en un 25 por ciento en la última década. Destaca el aumento de la nómina de jóvenes, parte muy activa en el día a día de la corporación. El propio despacho del hermano mayor guarda en su interior parte de la historia de la cofradía. En él se conservan las imágenes de los antiguos titulares, ambos tallados por Campos Serrano. El Señor procesionó entre los años 1951 a 1953, y la Dolorosa se bendijo, pero no llegó a salir.

Historia

Estos datos históricos los conoce muy bien José Manuel Luque, actualmente vocal, pero vinculado al archivo desde 1981. Su llegada a esta área se produjo por su inquietud personal de conocer a fondo y de primera mano los entresijos de la cofradía. Según nos cuenta «la cofradía ha sido muy maltratada por los avatares de la historia» así que apenas hay fondos que plasmen el pasado. «A día de hoy puedo decir que estoy muy satisfecho con el trabajo que hemos realizado con el archivo, porque está organizado, actualizado y digitalizado». Cuenta con la ayuda de otras cuatro personas, entre ellas, el vocal de archivo, Álvaro López. Una de sus últimas tareas ha sido documentar los vídeos VHS y digitalizarlos para poder subirlos al canal propio de YouTube.