La Misericordia emprende la recuperación de su primitiva capilla

málaga. Tras la consecución de su casa hermandad, junto a la iglesia del Carmen, y la restauración de sus dos tronos, la Cofradía de la Misericordia tiene puestas sus miras y sus esfuerzos en conseguir la restauración de la capilla en la que rinde culto a sus titulares, para devolverle el aspecto que tenía antes de que los sucesos de mayo de 1931 acabaran la espléndida decoración barroca que envolvía todas sus paredes. Para ello, ya ha elaborado un proyecto dirigido por el arquitecto Pablo Valero Flores que está pendiente de recibir los permisos de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento para empezar a hacerse realidad.

El hermano mayor de la Misericordia, José María Flores, explicó que la capilla de la cofradía no fue objeto de la rehabilitación que hace ya varios años se llevó a cabo en la iglesia del Carmen, por lo que sigue presentando «serios problemas de humedades e incluso desprendimientos que pretendemos frenar con este proyecto», dijo. «Hay que arreglar el que es el sitio principal de la cofradía, en el que están los titulares durante todo el año», argumentó.

Esta popular corporación perchelera del Jueves Santo ha dividido la actuación en tres fases. La primera de ellas es sanear la cripta que se encuentra en el subsuelo de la capilla. «Hay que llegar al inicio de la 'enfermedad' de este espacio que es la humedad», apuntó Flores, quien detalló que esta primera etapa del proyecto ya ha sido elevada a la Consejería de Cultura para que emita el preceptivo informe vinculante al respecto, ya que la parroquia del Carmen formó parte del conjunto del desaparecido convento carmelita de San Andrés, que está catalogado como Bien de Interés Cultural.

El Obispado ya ha dado el visto bueno al proyecto y la licencia de obras de la Gerencia Municipal de Urbanismo está pendiente del dictamen de Cultura. «En el momento en que sea favorable y tengamos la licencia, empezaremos de inmediato», afirmó el hermano mayor. Esta primera etapa de las obras desvelará las dimensiones y el estado de la cripta, a la que se accedía por una escalera situada en una estancia bajo el camarín. Los cofrades de la Misericordia confían en que la planta de la cripta -cuya entrada está actualmente cegada- abarque todo el espacio de la capilla, lo que facilitará la segunda fase de las obras.

Columbarios

Esa etapa consistirá en la realización de columbarios para depositar las cenizas de hermanos de la cofradía y devotos del Cristo de la Misericordia, que goza de un gran arraigo popular. «Con la venta de esos columbarios podremos financiar la tercera fase, que será reconstruir toda la decoración barroca de la capilla», apuntó José María Flores, quien aclaró que, en el caso de que los ingresos derivados de los columbarios superaran el presupuesto de la restitución de los retablos y la imaginería, el excedente se destinará a Cáritas diocesana.

«Queremos que la capilla vuelva a estar tal y como era en los primeros años del siglo XX», recalcó el hermano mayor. La cofradía conserva una buena documentación gráfica y escrita sobre el aspecto de su capilla antes del año 31, lo que servirá de guía para el proyecto que se acometerá en los próximos años.