MANUEL GARCÍA
Jueves, 24 de noviembre 2016, 01:05
La situación de crisis económica que azota desde hace algunos años al país y, por ende, a Málaga, tiene uno de sus principales remedios en las cofradías malagueñas, que aglutinan una de las mayores labores de caridad en la ciudad ante situaciones graves de exclusión social. Éste y otros aspectos se analizaron el pasado sábado en una mesa redonda organizada por la comisión de Caridad de la Agrupación de Cofradías, en la casa hermandad del Sepulcro, y a la que asistieron algunos vocales de caridad de las cofradías malagueñas y de otras tres de Sevilla, que expusieron sus principales acciones aportando puntos de vista y realidades diferentes.
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La obra social que llevan a cabo las hermandades va aparejada de un importante trabajo de voluntariado y de altas cifras económicas destinadas a tal fin. Tanto es así, que, actualmente, la Fundación Corinto atiende a un total de 800 familias necesitadas, que suman 4.000 personas, a través del economato, que sostienen 28 de las 41 cofradías de pasión de la ciudad, al margen de los otros proyectos que cada corporación pone en marcha.
Entre ellos, se destacaron el de la Fundación Lágrimas y Favores, de Fusionadas, que desde su creación en el año 2010 ha aportado hasta ahora un total de 1.700.000 euros a diferentes acciones de caridad y formación con asociaciones como CUDECA, Fundación Corinto y Cáritas Parroquial o becas de estudios para universitarios españoles. El hermano mayor de Fusionadas, Eduardo Rosell, explicó que los beneficios obtenidos han sido gracias a actos ya consolidados en el tiempo como la famosa cena benéfica 'Starlite', que tiene lugar cada año en Marbella, de la que puso de relieve la gran labor de Antonio Banderas y su hermano Javier. Asimismo, Rosell recordó la última aportación realizada con dos becas dotadas con 10.000 euros a seminaristas de Málaga para que puedan ampliar sus estudios fuera de la provincia.
Por su parte, la Archicofradía de los Dolores de San Juan también fue motivo de análisis en lo que a su bolsa de caridad se refiere, desde que se fundara en 1977 como órgano autónomo de la corporación. El vocal de Caridad, Pedro Merino, enfatizó que aunque el volumen de inversión ha crecido en los últimos cinco años, con un total de 200.000 euros, «sigue siendo pobre, porque las hermandades pueden ser manifiestamente mejorables en este sentido, pese al esfuerzo y el incremento realizado hasta ahora», comentó.
Asesoramiento
En este aspecto, el trabajador social y cofrade Javier Espinosa también apoyó la idea de que las cofradías deberían hacer más aprovechando todo su potencial humano, de la mano de la contratación de profesionales que conocen cómo paliar el trasfondo de algunos problemas actuales en la sociedad, ya que «no solo vale con la voluntad, al no tener un conocimiento científico», explicó. Como ejemplo, responsables de tres proyectos diferentes de obra social de las cofradías del Buen Fin, la O y Gitanos de Sevilla reivindicaron la figura de profesionales como pieza fundamental para hacer realidad estas muestras de caridad.
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