Brillante domingo de Pascua como culminación de la Semana Santa

Con la estación penitencial del Santísimo Cristo Resucitado y María Santísima de la Victoria, finalizó la Semana Santa cofrade de Marbella. Hicieron su salida a las doce de la mañana desde la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación, donde el consiliario de la Agrupación, José López Solórzano, con anterioridad, había oficiado la misa de Pascua. A la misma hora hizo su desfile en San Pedro Alcántara la imagen del Resucitado, titular de la hermandad del Nazareno que, a lo largo de la semana, ha procesionado un total de siete tronos. El Resucitado de Marbella es una talla de Juan Carlos García Díaz. Este año iba solo en el trono sin el romano dormido y el ángel anunciador que en años anteriores integraban el grupo escultórico.

El trono del Resucitado iba portado por mujeres, las mismas que sacaron el martes santo a San Lázaro, Marta y María. Los acompañamientos musicales estuvieron a cargo de la Agrupación Musical de La Pollinica y la Banda Municipal de Música. En San Pedro intervinieron los Legionarios de San Pedro y la Asociación Musical Ubriqueña.

Momentos antes de la salida los cofrades miraban al cielo porque se encontraba nublado, a pesar de que amaneció despejado, y llegaron a caer algunas gotas; la cosa no pasó a mayores. María Santísima de la Victoria es una talla regalada por el imaginero a la Agrupación de Cofradías con motivo del pregón de la Semana Santa que pronunció en el año dos mil catorce. Procesionó luciendo un vistoso manto en verde turquesa, con bordados en oro, bajo el palio de Nuestra Señora de la Encarnación, que este año ha estrenado un cielo realizado por José Odero.

Junto a otros ediles, efectuó todo el recorrido, al lado del presidente de la Agrupación Salvador de la Peña, el alcalde de Marbella, José Bernal, quien declaró el balance positivo que ha tenido la Semana Santa en cuanto a visitantes y ocupación hotelera. El primer edil salió el Jueves Santo como hombre de trono del Santísimo Cristo del Amor.

El Domingo de Resurrección resultó brillante, con participación de amplias representaciones de hermanos de todas las hermandades de la ciudad, tanto las de pasión como las de gloria. La mezcolanza de los colores de las túnicas y la profusión de diversos tipos de flores confirió una magia especial al cortejo que se mantuvo en la calle durante tres horas.

Tras el Domingo de Pascua, comienza el tiempo de Pascua que conducirá al día de la Ascensión y a Pentecostés. Después vendrá el turno de las hermandades de Gloria, con la marcha a la aldea de Almonte, en mayo, de la Virgen del Rocío; el Corpus Christi con la hermandad Sacramental; la salida de los Romeros de San Bernabé el once de junio, la Virgen del Carmen el dieciséis de julio y, cerrando el calendario San Pedro de Alcántara el diecinueve de octubre.