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La Virgen de la Esperanza sale de su casa hermandad.
Una legión de personas en un Jueves Santo de Esperanza

Una legión de personas en un Jueves Santo de Esperanza

La jornada, multitudinaria, estuvo protagonizada por las cofradías de la Santa Cruz, Cena Viñeros, Mena, Misericordia, Esperanza y Vera Cruz

PPLL

Viernes, 25 de marzo 2016, 01:33

No cabe duda de que el Jueves Santo es el día grande de la Semana Santa de Málaga. Sólo había que darse una vuelta por el Centro para comprobar que en la trama urbana procesional no cabía ni un alfiler. Del luto, a la marcialidad. Monumento, institución de la eucaristía, fervor popular perchelero y trinitario, y esparto. Muchas sensaciones. Propuestas para dar rienda suelta a los cincos sentidos. Jornada de contrastes. Y todo, absolutamente todo, bajo un manto verde recamado que radiaba esperanza, pese al dolor traspasado y la amargura de una Madre que, sola, encontró la paz por su gran poder.

El Jueves Santo se saldó sin incidencias y con las salidas procesionales de la Santa Cruz, Cena Viñeros, Mena, Misericordia, Esperanza y Vera Cruz.

Santa Cruz

La Hermandad de la Santa Cruz se encargó de abrir la jornada procesional. A las tres en punto de la tarde se abrieron las puertas de la parroquia de San Felipe Neri para dejar pasar al fúnebre séquito que antecede a la preciosa Virgen de los Dolores en su Amparo y Misericordia. A pesar de la hora, centenares de personas aguardaban en la plazuela Cristo de la Sangre.

Como novedad, el trono se asomó a la plazuela Cristo de la Sangre mientras se interpretaban 'Saetas del Silencio' y 'Dolor del Viernes Santo', a cargo de una capilla musical, formada por unos miembros de la banda de música de las Flores, que un año más acompañó a la Dolorosa de San Felipe.

Luego, ya en la calle, sonó la marcha Virgen del Valle y accedió a Guerrero con 'Mater Mea'.

Tambores roncos abrían la comitiva. Seguidamente, unos 80 nazarenos portando cirios negros algunos de ellos descalzos en señal de penitencia marcaban el camino de la Dolorosa de Dubé de Luque, llevada por 116 portadores.

Las andas procesionales fueron exornadas con iris, paniculata y rosas coolwater, además de dos ánforas con calas a ambos lados de la imagen.

El cortejo se dirigió hasta Carretería por Dos Aceras y luego giró hacia Andrés Pérez (16.00 horas) para discurrir por Arco de la Cabeza, plazuela Virgen de las Penas, Pozos Dulces, Compañía y Fajardo, un itinerario que, por el carácter de la hermandad y las dimensiones del trono, le viene como anillo al dedo.

La incorporación a la Alameda la hizo esta vez por Ordóñez, debido a las obras del Metro, y no por Panaderos, como era habitual, y desde las 18.20 horas discurrió por el recorrido oficial.

La entrada en la Catedral para efectuar estación de penitencia se produjo a las 20.25 horas. Debido a que la girola se encuentra acotada por la celebración del Año de la Misericordia y el monumento del Jueves Santo se montó en la capilla de la Encarnación, el cuerpo de nazarenos pasó por esta zona de Catedral. No así el trono, que salió de la basílica por la vía sacra.

Como viene siendo ya habitual, el regreso a San Felipe fue por San Agustín y Granada, repleta de público, hasta desembocar en la plaza de la Merced y continuar por Madre de Dios arriba.

Viñeros

A las 17.17 horas empezó a salió este año la Hermandad de Viñeros. Es decir, 50 minutos más tarde que el año pasado y 10 minutos antes que la Cena, si bien por el recorrido oficial figuró la hermandad de Santa Catalina detrás de la corporación de los Mártires.

El Señor volvió a lucir la túnica lisa, aunque ya se echa de menos la prenda que empezó a bordar Joaquín Salcedo hace unos años.

La estampa añeja que ofrece el Nazareno de Francisco Buiza en su trono, flanqueado por cuatro imponentes faroles de orfebrería, de Adán Jaime y Manuel Toledano en su diseño, es única. El arco de campana de las andas procesionales del Señor exhibió un lazo blanco alusivo al Año de la Misericordia.

A las 17.23 horas llegó el Nazareno a la Tribuna de los Pobres. Primero hubo una saeta, cantada con micrófono desde el balcón de la Federación de Peñas. A continuación, la agrupación musical San Lorenzo Mártir interpretó 'Jesús del Prendimiento'. Con 'Amarguras' caminó la Dolorosa por la Tribuna Oficial a las 21.45 horas. Pero el momento más entrañable, y que cada año se repite, se produjo cuando el séquito entró en la Catedral (21.45 horas) para hacer estación de penitencia ante el monumento del Jueves Santo en la Catedral, como marca la tradición y sus estatutos. Eso sí, y como ocurrió antes con la Santa Cruz, debido a la acotación de la girola, por el Año de la Misericordia, el cortejo de nazarenos y los correonistas accedieron al espacio de la girola para ganar el jubileo y pasar ante su Divina Majestad. En cambio, los tronos no pudieron entrar en esta zona, sino que lo hicieron por la vía sacra.

Cena

Cuando la Santa Cruz acababa de pasar por Fajardo, se abrieron las puertas de la casa hermandad de la Sagrada Cena. El ambiente era el de las grandes citas. Minutos antes, el periodista de SUR Ángel Escalera recibió un cuadro por los años de cobertura de esta cofradía.

A las 17.25 horas se puso en marcha el cortejo. En ese momento intervino la coral de la propia cofradía en el interior de la sede social. El Pasillo de Santa Isabel era un hervidero de personas ansiosas por ver a est cofradía que cada año sorprende en su puesta en escena.

El alcalde, Francisco de la Torre, dio los primeros toques de campana al trono del Colegio Apostólico, que anduvo con sus característicos movimientos, lo que provocó los aplausos y los vivas al Señor de la Cena que, por cierto, estrenó un mantolín confeccionado por el taller de la hermandad, y a los sones de la agrupación musical Redención, de Córdoba, una grata novedad. Y detrás de la Dolorosa, la banda de música de la Paz, toda una garantía de éxito. El trono de la Virgen presentó la primera fase de la candelería, obra y diseño del taller Montenegro de Fuengirola.

La Cena despertó emociones en el recorrido oficial, pero en Casapalma llegó el momento cumbre de la noche. En este enclave, ya de vuelta a su casa hermandad, ambos tronos subieron la calle del tirón enlazando varias composiciones, lo que desató la euforia. 'Rocío del cielo', 'Y al tercer día', 'El sacramento de nuestra fe', 'Sangre en tus clavos', 'Virgen de las Angustias' y 'Oración' sonó con el Señor.

Mena

Hablar de Jueves Santo es hablar de la Congregación de Mena y de La Legión. Este cuerpo castrense es capaz, por sí solo, de congregar a miles de personas. Y si a esta premisa se le añade la portentosa escultura del Cristo de la Buena Muerte, el de Palma Burgos, y la delicada y melancólica imagen de la Virgen de la Soledad, que será coronada el próximo 11 de junio, el resultado es sumamente esplendoroso.

Desde antes de las siete y media de la tarde ya no cabía un alfiler en la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás. Los vivas y los aplausos se sucedían una y otra vez. También se repetía 'El novio de la muerte', por parte de La Legión, durante todo el itinerario.

La petición de venia se produjo a las 21.50 horas, con la Tribuna Oficial llena de público. El Crucificado pisó la plaza de la Constitución pasadas las 22.00 horas. En la calle Granada recibió una petalada, mientras seguía sonando 'El Novio de la muerte'.

Tras una magnífica procesión por el recorrido oficial, la congregación giró hacia Calderería para buscar Carretería, donde se vivieron momentos especiales con el público entregado.

Al filo de la medianoche llegó el Cristo de la Buena Muerte a la Tribuna de los Pobres. Con 'Soledad' discurrió la Dolorosa por este enclave a las 00.25 horas.

Misericordia

La Hermandad de la Misericordia demostró una vez más su poder de convocatoria. La corporación perchelera se puso en la calle a las 20.30 horas. El alcalde, Francisco de la Torre, dio los primeros toques de campana al trono del Señor de Navas Parejo.

La imagen del Caído, que exhibió la cruz remozada tras unas reformas, fue acompañada por la agrupación musical Santa María la Blanca, de los Palacios, que se estrenaba con El Chiquito en el Jueves Santo, si bien ya participó en la salida extraordinaria del pasado mes de junio. Por su parte, la Virgen del Gran Poder fue con la banda de música de la Expiración, que también fue novedad.

El paso por el recorrido oficial fue ejemplar. Un nutrido grupo de devotos marcharon tras el Señor.

La Dolorosa entró en Larios con la marcha 'Mater Mea', mientas El Chiquito avanzaba lentamente para llegar a la plaza de la Constitución, donde entró a las 23.30 horas.

Zamarrilla

La Cofradía de Zamarrilla se presentó por fin en la calle con hermano mayor electo, en este caso Rafael Gallego, después de que se pusiera fin a la intervención episcopal que ha durado toda una década. La corporación fue muy aplaudida a su salida.

El Cristo de los Milagros llevó por primera vez cuerpo de acólitos. Una novedad. Y la Virgen se presentó en su trono en el centro del conjunto (bajo la gloria), por lo que se pudo apreciar una nueva distribución de la candelería.

La banda de guerra de la Brigada de Caballería abrió el cortejo de Zamarrilla, formado por unos 150 nazarenos entre las dos secciones. El acompañamiento musical estuvo a cargo de la banda de música municipal de Pizarra, 'La Lira', tras el Crucificado, y la de música de la propia cofradía, detrás de la Virgen de la Amargura.

Tanto el Crucificado de Palma Burgos como la Dolorosa pasaron por el recorrido oficial en medio de una enorme expectación. La imagen cristífera pisó Larios a las 23.55 horas. Quince minutos después lo hizo la Virgen de la Amargura.

Varios centenares de personas acompañaron al Señor como promesas.

Esperanza y Vera Cruz

El punto y final al Jueves Santo lo pusieron la Archicofradía de la Esperanza, que inició su marcha a las 22.35 horas, y el Cristo de la Vera Cruz, que salió de San Juan a las 22.30 horas.

El Nazareno del Paso, sobre un monte de corcho, lució una túnica lisa en lugar de la bordada y llevó la cruz labrada.

La Virgen de la Esperanza iba exquisita. El público la recibió con aplausos y vítores. A las 23.47 horas se dispuso a atravesar el puente que lleva su nombre. El trono era un ascua de luz, con su candelería encendida y con los arbotantes restaurados. Veinte minutos después entró en la Alameda.

El soneto dedicado al Señor sonó en la voz del periodista Carlos Herrera. Luego, la imagen dio la bendición, una escena que se repitió en la Tribuna de los Pobres en la madrugada.

Tras la Archicofradía de la Esperanza marchó el Crucificado de la Vera Cruz, que, al igual que el pasado año, fue acompañado por un grupo de instrumentos de viento.

 

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