La reordenación de la Catedral condiciona la estación de Viñeros

málaga. Las cofradías del Domingo de Ramos al Miércoles Santo que hacen estación de penitencia en la Catedral se verán privadas este año de discurrir por la girola -espacio que rodea el altar mayor-, como venían haciendo en los últimos años, a excepción de la Archicofradía de la Pasión, que no utiliza esta zona, sino el trascoro para luego salir por la vía sacra. Esto es debido a que esta demarcación del templo catedralicio se encuentra acotada con motivo de la celebración del Año de la Misericordia.

Es por ello que los cortejos de las hermandades del Dulce Nombre, Salutación, Salud, Humildad, Crucifixión, Dolores del Puente, Penas, Mediadora de la Salvación y Salesianos deberán acceder por la puerta de las Cadenas y girar hacia la capilla de San José para buscar el trascoro. Tras bordearlo, marcharán hacia la nave de la Inmaculada y abandonarán la basílica pasando ante el altar mayor, recorrido que ya venían haciendo la mayoría de las cofradías del Jueves y Viernes Santo. Por el contrario, «las Penas, Dolores de San Juan y Monte Calvario harán el itinerario a la inversa; es decir, entrarán por la vía sacra para dirigirse hacia el trascoro», según explicó el hermano mayor de la Pasión y responsable de la Comisión de Cabildo Catedralicio de la Agrupación de Cofradías, Antonio Sánchez.

La imposibilidad de discurrir por la girola para las cofradías que hacen estación de penitencia en la Catedral tendrá una singular incidencia en la procesión de la Hermandad de Viñeros. Y es que en la capilla principal de la girola, la dedicada a la Encarnación, se instalará este año el monumento del Jueves Santo, según ha podido saber SUR. De este modo, Viñeros no podría pasar ante el lugar en el que estará reservado el Santísimo Sacramento en la tarde del Jueves Santo, algo que tiene establecido en sus estatutos y que da sentido a su entrada en el primer templo de la diócesis.

El hermano mayor, Leopoldo Guerrero, señaló que entiende las circunstancias de este año, «pero nuestros estatutos indican que tenemos que hacer estación ante su Divina Majestad. Llevamos haciéndolo desde los años cuarenta de manera ininterrumpida y, por tanto, no quisiera que se rompiese esa tradición», explicó. Es por ello que intentará que el Cabildo catedralicio haga una excepción con su hermandad y le permita el paso por la girola. «Nos debemos al Cabildo catedralicio y, lógicamente, acataremos lo nos que nos digan. Lo que sí nos gustaría es que, si no podemos discurrir ante el monumento, que nos dejen pasar lo más cerca posible», añadió Guerrero.

Esta circunstancia también supone un cierto contratiempo para la otra cofradía que entra el Jueves Santo en la Catedral, la Hermandad de la Santa Cruz, que aún no tiene decidido qué hará, según manifestó el hermano mayor, Alberto Stecchini

Excepción

El cortejo que sí cuenta con la aprobación para acceder a la girola es el de la Cofradía del Mutilado, a fin de facilitarle el desarrollo del vía crucis que celebra todos los años en el interior de la Catedral el Viernes Santo. Le favorece el hecho de que ese día por la tarde ni hay adoración ante el monumento ni celebración litúrgica alguna. Además, el Crucificado precisa de un espacio mínimo para acceder a esta zona al no ser portado en un trono.

Durante el resto de la semana, la presencia sacramental quedará asegurada gracias a que se ubicará un sagrario en el tabernáculo del altar mayor, justamente a los pies de Crucificado del Perdón, que este año preside el presbiterio con ocasión de la cuaresma.

La Catedral es uno de los cuatro templos de la diócesis en el que se puede obtenerse la indulgencia plenaria por el Año de la Misericordia. Por este motivo, se han instalado unos paneles a lo largo de la girola para acotar el espacio del que hacen uso los fieles.