Manolo García
Viernes, 12 de febrero 2016, 21:42
El Cristo de la Sangre abrió ayer el pórtico de la Cuaresma protagonizando el vía crucis oficial que organiza cada año la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga. La imagen, que fue elegida con motivo del 75.º aniversario de su bendición, que se celebra en este año de 2016, procesionó hasta la Catedral, donde se rezaron las estaciones en el interior.
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El titular de la archicofradía del Miércoles Santo hizo historia al entrar por primera vez en el templo catedralicio, y como novedad en el vía crucis, el Crucificado fue procesionado en posición vertical sobre el nuevo trono del Cristo de la Expiración del municipio malagueño de Villanueva del Trabuco. Flanqueada por cuatro hachones en sus esquinas y sobre un monte de lirios morados, la imagen recorrió las calles del Centro de Málaga con sobriedad entre numerosos malagueños que siguieron el recorrido de ida, y en el que estuvo acompañada de una capilla musical que precedía al trono, así como el cuerpo de ciriales, entre nubes de incienso.
El vía crucis comenzó pasadas las 19.15 horas desde la iglesia de San Julián, hacia el primer templo de la ciudad realizando el siguiente recorrido: calle Nosquera, Comedias, Santa Lucía, Granada, plaza del Carbón, plaza del Siglo, Duque de la Victoria, San Agustín, Císter y Patio de los Naranjos, siendo las 20.30 horas cuando hizo su entrada en la Catedral, donde esperaba el obispo de Málaga, JesúsCatalá, tras la aparición de unas gotas de lluvia. A continuación, se rezaron las estaciones, y en una de las capillas del templo, ante los restos de Antonio Baena Gómez, que reposan en el interior de la Catedral, se procedió a una lectura que recordó su figura como hermano mayor de esta centenaria hermandad, quien también fue el primer presidente de la Agrupación de Cofradías.
En el cortejo participó la cruz guía de la Agrupación, flanqueada por dos faroles, los hermanos de la archicofradía y de otras hermandades de pasión portando cirios sacramentales, el guión de la Sangre y la bandera del ente agrupacional, que fue portada por el secretario de la entidad de San Julián, Salvador Pozo, acompañado de los vicepresidentes José Carlos Garín y Emilio Betés. Seguidamente, los hermanos mayores de las distintas corporaciones, que portaron velas, formaban parte de la comitiva, en la que también participó en la presidencia el presidente de la Agrupación, Pablo Atencia, el delegado diocesano de Cofradías y Hermandades, Antonio Coronado, y la hermana mayor de la Hermandad del Cristo de la Expiración de Villanueva del Trabuco, Ivana Patricia. El trono, de cuatro varales, fue portado por ochenta hermanos, cuyo relevo de portadores se realizó en calle San Agustín, tras abandonar la Catedral.
En el recorrido de regreso, la procesión partió desde el Patio de los Naranjos a las 22.05 horas y continuó por calle Cister, San Agustín, plaza de Jesús Castellanos, Granada, plaza de la Merced donde se leyó un escrito a la altura de donde se ubicaba la desaparecida iglesia de la Merced, antigua sede canónica de la archicofradía, Madre de Dios, Montaño, plaza de Montaño, Dos Aceras y Guerrero, para encerrarse en la iglesia de San Felipe Neri. La agrupación musical San Lorenzo Mártir participó tras el trono interpretando un repertorio de marchas procesionales durante el itinerario de vuelta, cuando la mayor parte del público asistió masivamente, sobre todo, en la calle San Agustín.
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