Manuel García
Martes, 21 de julio 2015, 23:14
Desde ayer, la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga cuenta con un nuevo presidente. La iglesia del antiguo hospital de San Julián, sede del ente agrupacional, acogió ayer una misa oficiada por el obispo, Jesús Catalá, tras la que juraron sus cargos los miembros de la nueva junta de gobierno de la entidad que aglutina a 41 hermandades de pasión de la capital. De este modo, tomó posesión de su cargo el nuevo presidente, el exhermano mayor de Estudiantes Pablo Atencia, quien releva en el puesto al hermano mayor de la Sentencia, Eduardo Pastor, tras un mandato de tres años.
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A la misa, concelebrada por el delegado de Hermandades y Cofradías, Antonio Coronado, asistieron entre otros el subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández; el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo; el vicepresidente primero de la Diputación Provincial, Francisco Salado, y el diputado provincial de Cultura, Víctor González; las concejalas de Fiestas y Cultura, Teresa Porras y Gemma del Corral, respectivamente; el portavoz municipal de Ciudadanos, Juan Cassá; los concejales del PSOE María del Carmen Moreno y Daniel Pérez; el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara; el comisario provincial de la Policía Nacional en Málaga, Pedro Garijo; el vicepresidente de Unicaja, Manuel Atencia; el presidente de la Federación de Peñas, Miguel Carmona; y los anteriores presidentes de la Agrupación.
En su homilía, el obispo insistió en la tarea eclesial de la Agrupación con los hermanos de las cofradías, y ha incidido especialmente en que el fin de las hermandades es la propia Iglesia frente a quienes las puedan considerar como un escaparate social o político. «Si las cofradías, en lugar de vivir la vida cofrade buscan otros intereses, quedarán despreciando la sintonía con la Iglesia. Si los responsables vienen con otros fines, destruyen de modo implacable su hermandad. No se os ocurra construir sobre otras piedras, porque al final de nuestra vida el fuego dará cuenta de esas obras. No hay otro camino que ese. Os animo a todos a servir y vivir la fe cristiana», recalcó Jesús Catalá. Cabe recordar que actualmente hay dos cofradías, el Cautivo y las Penas, intervenidas por el Obispado ante su fractura interna por las luchas de poder. «Es un servicio a la Iglesia y no un servicio social o político. Es un servicio enraizado en Cristo y en plena sintonía con la Iglesia», aseveró el obispo.
Tras la ceremonia religiosa, en la que participó la coral de María Santísima de la Paz, de la Hermandad de la Cena, los integrantes de la nueva junta de gobierno juraron sus cargos, que inició Pablo Atencia como nuevo presidente, entre aplausos. Al acto no asistieron los representantes de las cofradías de Zamarrilla y Dolores del Puente. Asimismo, Amando Alonso, exhermano mayor de la Expiración, tomó posesión del cargo como máximo responsable de la archicofradía en funciones hasta que se resuelva la situación de la corporación perchelera, cuyas elecciones fueron impugnadas recientemente.
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