Pablo Atencia y Eduardo Pastor protagonizaron un debate este viernes en SUR.

Pulso por las cofradías de Málaga

Eduardo Pastor y Pablo Atencia se disputan la presidencia de la entidad que aglutina a las cofradías

Ángel Escalera

Lunes, 29 de junio 2015, 00:16

La cita es mañana, martes, en la iglesia de San Julián. En esta ocasión, los cofrades no se reunirán con motivo de una celebración religiosa, sino para depositar en una urna las 205 papeletas de cuyo recuento saldrá el nombre del presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga para los próximos tres años. Los comicios de la entidad que aglutina a 41 hermandades de pasión de la capital, un colectivo que vertebra la ciudad como pocos, repiten el esquema de 2012 pero sin restarle un ápice de emoción.

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Mismos candidatos y misma incertidumbre a la hora de cosechar un voto que es individual y secreto, por lo que pueden incumplirse las consignas dictadas por un hermano mayor o una cofradía a sus delegados a la hora de apoyar a uno u otro nombre. Los dos aspirantes a la presidencia desglosan para SUR sus planteamientos de futuro sobre diferentes cuestiones de actualidad para el mundo de las cofradías. La suerte está echada para el actual presidente Eduardo Pastor (49 años, hermano mayor de la Sentencia, economista y padre de tres hijos) y para el cofrade Pablo Atencia (46 años, exhermano mayor de Estudiantes, abogado y padre de cuatro hijos). Entre otras muchas cuestiones sus propuestas resultan parecidas, los dos coinciden en la necesidad de diseñar un nuevo recorrido oficial o común para las procesiones, en que hay margen para subir el precio de los abonos de las sillas.

¿Por qué quiere ser presidente de la Agrupación de Cofradías?

Eduardo Pastor (E. P.): Soy un apasionado de la Semana Santa. En estos tres últimos años como presidente he disfrutado, se han hecho cosas muy buenas y, con esa experiencia, creo que es de justicia volver a repetir para rectificar cosas que no conseguimos hacerlas como queríamos y potenciar otras que no dio tiempo a ejecutar y se quedaron en el camino. Mi programa es realista e ilusionante. Espero poder llevarlo a cabo para cerrar el ciclo con dos mandatos.

Pablo Atencia (P. A.): Entiendo que la Agrupación es un magnífico medio para transformar la sociedad, para ayudar a la Iglesia católica y a los cofrades. Los cristianos tenemos la obligación de implicarnos y complicarnos la vida. He percibido en el mundo cofrade un deseo de cambio, es posible otra Agrupación más abierta y participativa. Debemos ser más valientes a la hora de acometer los proyectos. Debe ser la casa de todos.

¿Contará con el otro candidato o con responsables de algunas de las cofradías que lo apoyan para su junta en caso de que gane los comicios?

E. P.: Ya lo hice hace tres años. Voy a partir de cero. No voy a pensar en cofradías, sino en hermanos mayores, delegados y cofrades. No tendré en cuenta quién me avaló o estuvo más a mi lado, sino qué personas van a estar dispuestas a servir a las cofradías.

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P. A.: Quiero ser el presidente de las 41 hermandades, eso significa que quiero contar con todo el mundo. Nuestro proyecto no es personalista, sino de equipo. El organigrama que propondré va a ser lo suficientemente amplio como para acoger a todo aquel que esté dispuesto a participar.

¿Va a incrementar las subvenciones que reciben las cofradías?

E. P.: Eso está muy claro en mi programa. Se puede hacer un incremento. Conozco los números, las cuentas y los presupuestos. El precio medio de las sillas en Málaga es de 65 euros y en Sevilla ronda los 130. Tenemos un margen más que suficiente para que haya un incremento en los próximos años. Me he comprometido a que todo el beneficio nuevo que salga en los tres próximos años de la comisión de sillas y tribunas vaya a las cofradías como subvención.

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P. A.: Creo que sí. Nosotros planteamos una Agrupación que esté gestionada lo más eficientemente posible. La Agrupación tiene una capacidad de organizar una serie de eventos y de generar ingresos. Estoy convencido de que, si lo ponemos en valor, vamos a incrementar los ingresos y a reducir los gastos y, por tanto, se podrán aumentar las subvenciones

¿Qué medidas propone para dar uso al clausurado Museo de las Cofradías y a la iglesia de San Julián?

E. P.: A la sede de la Agrupación, ahora ya totalmente rehabilitada, debemos ponerla en valor en su conjunto. La iglesia debemos abrirla, sobre todo como un centro de devoción a nuestros sagrados titulares. Y la sede San Julián hay que abrirla en su totalidad para que se puedan visitar los patios, la iglesia y la cripta, que se puedan ver las obras pictóricas que tenemos y visitar las dependencias del archivo histórico, que es de los mejores de España en temas cofrades. Toda nuestra sede tiene que ser el museo de la Semana Santa de Málaga.

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P. A.: Entiendo que tanto el museo como el resto de instalaciones, incluida la iglesia, hay que ponerlos en valor. Contamos con un museo que es una maravilla y con unas instalaciones que son un lujo. Todo eso debe de estar al servicio de la sociedad malagueña. Lo que planteamos es llegar a un acuerdo con iniciativas públicas o privadas para abrir el museo y las demás instalaciones durante el tiempo que los cofrades no estemos haciendo uso ese espacio y ponerlo al servicio de la ciudad.

La asamblea de la Agrupación no aprobó los cambios que el Obispado sugirió en el último borrador de los nuevos estatutos, como reducir a la mitad los delegados por cofradía, ¿cuál es su postura al respecto?

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E. P.: El Obispado nos sugirió cuatro modificaciones, que se mandaron a las cofradías y se debatieron en la junta de gobierno, donde se aprobaron por mayoría absoluta. Luego se llevaron a la asamblea. En la votación, tres de ellas se aprobaron, pero no alcanzaron las dos terceras partes. La otra modificación (reducir los delegados por cofradía de cuatro a dos) salió que no. Hay que respetar las decisiones que se toman. Por mi parte, no hay ningún problema en que esas cuatro modificaciones no salieran adelante.

P. A.: Creo que lo que sucedió fue más una cuestión de forma que de fondo. Asumo el compromiso, una ez que acceda a la presidencia, de crear una comisión que haga un seguimiento de los vigentes estatutos y de los que van a entrar en vigor para intentar adaptarlos a las necesidades que entendamos entre todos que haya que variar. La propuesta de modificación no cumplió las formas. No hubo el debate necesario ni el consenso suficiente dentro de la Agrupación.

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¿Cómo definiría su relación con el Obispado?

E. P.: Las relaciones son magníficas y lo han venido siendo durante muchos años. Hay una sintonía con todas las áreas del Obispado. También estoy muy satisfecho de las relaciones con el deán de la Catedral, Alfonso Fernández-Casamayor.

P. A.: La Iglesia es madre. Los cofrades somos Iglesia. Esas relaciones familiares son muy buenas; son las relaciones propias de una familia, donde habrá momentos en que estaremos de acuerdo y en otros en los que no, pero siempre dentro de la lealtad.

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¿Qué cambios propone para mejorar los cultos y la procesión del Resucitado y la Reina de los Cielos?

E. P.: El nuevo presidente de la comisión de cultos del Resucitado tiene que ser una persona integradora, de la que dependan cuatro vicepresidencias. Una dedicada todo el año al vía crucis; otra que se encargue del Corpus, una tercera para los cultos y una cuarta vicepresidencia dedicada al Domingo de Resurrección, que hay que definirlo y hacer unos reglamentos de la procesión que queremos.

P. A.: Nosotros planteamos la apertura de la iglesia de San Julián. Eso lo haríamos dentro del plan de puesta en valor de las instalaciones de la sede de la Agrupación. Para ello, contaremos con una comisión de cultos y Resucitado abierta y participativa. A través de ella se crearían los canales oportunos para la apertura de la iglesia.

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Concrete su modelo para un hipotético nuevo recorrido oficial.

E. P.: Ya se propuso uno que trajeron unos cofrades, pero esto requiere un debate más amplio. Llegaron otras dos propuestas pero con demasiadas carencias, y ahora hay una más que me parece bonita y valiente. Pero sé que llegarán otras. Es un reto apasionante pero quizás el más difícil de los últimos años para la Agrupación: intentar poner de acuerdo a las 41 cofradías de cuál sería el recorrido oficial ideal para este momento, recuperando espacios como el entorno de la Catedral, la plaza de Camas o las calles Nueva, Especería o Cisneros. Debemos abrirnos a la ciudad. Hay que recuperar el entorno de la Catedral para darle un mayor sentido penitencial a nuestras procesiones; la calle Cañón nos puede solucionar aspectos para la entrada y salida de cofradías en ella. Ya se ha pedido poder hacer uso de una segunda puerta del templo pero eso tardará y no sabemos si algún día llegará. Es la hora de trabajar este asunto y si conseguimos cerrarlo en los próximos tres años sería estupendo. Con un nuevo recorrido podríamos mejorar las sillas y tribunas, no metiendo más, porque eso no lo tenemos medido, pero sí con mayor comodidad para los usuarios al haber más espacio. Además, podría contribuir a solventar algunos problemas de horarios e itinerarios.

P. A.: Nosotros, hace ya tres años, planteamos una modificación del recorrido oficial y abrir un debate al respecto. Creo que hemos perdido estos tres años porque se podría haber analizado y tendríamos mucho avanzado. Lo que planteábamos, y que seguimos manteniendo, es que para incrementar las posibilidades de horarios e itinerarios hay que darle más permeabilidad al Centro. Eso supone abrir espacios nuevos para las cofradías. Hay dos opciones concretas: la unión de las calles Cisneros y Especería con Larios, mediante una reestructuración de la tribuna principal de la plaza de la Constitución, y también seguir trabajando para conseguir usar una segunda puerta de la Catedral. Además, no descartamos que el recorrido oficial pueda ser norte-sur o sur-norte en función de lo que convenga mejor a las cofradías de cada día de la Semana Santa. Así habría más posibilidades de adaptar los horarios e itinerarios a las necesidades de cada hermandad, siempre de forma consensuada.

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Al margen de que pudiera haber o no un nuevo recorrido oficial, ¿cómo daría solución a la creciente demanda de sillas?

E. P.: Con el actual recorrido oficial, incrementar el número de sillas es imposible. Nuestra obligación es dar una mayor comodidad a los usuarios en cuanto a accesos, señalización y seguridad. Nunca vamos a dejar de estudiar esto, si se mantiene el mismo recorrido oficial varios años, pero por este motivo mi apuesta va a ser cambiarlo. Espero que la junta de gobierno de la Agrupación y la asamblea compartan esa necesidad y podamos tenerlo en un corto espacio de tiempo. En los nuevos recorridos oficiales que se puedan plantear no van a entrar miles de sillas nuevas pero, si cabe alguna más, bienvenida sea.

P. A.: Ya hace tres años planteamos un sistema de rotación, que ahora volvemos a proponer, y que significa que aquel abonado que no vaya a asistir durante algunos días a ver las procesiones, a través de la web de la Agrupación, puede poner su silla a disposición de otras personas. De este modo, se le podrían ofrecer en primer término a quienes estén en lista de espera. El abonado no perdería sus derechos, recuperaría el dinero correspondiente a los días que no ocupe la silla y habría muchos terceros que tendrían la posibilidad de asistir a las procesiones en el recorrido oficial bien en días sueltos o toda la semana. Incluso se le podrían ofrecer sillas disponibles al sector turístico.

¿Cree que hay margen para incrementar los precios de las sillas?

E. P.: Estoy convencido de que sí. Como comenté antes, si nos comparamos con Sevilla, que es la realidad de Semana Santa andaluza más similar, allí el precio medio de las sillas está en 130 euros y aquí es de 65 euros. Nunca se me ocurriría proponer un incremento en una cantidad que socialmente no fuera aceptada, pero sí debemos tener en cuenta lo que es hoy en día nuestra Semana Santa. Ese incremento tiene que darse cuando desde la Agrupación podamos ofrecer algo más a nuestros abonados.

P. A.: Margen tenemos porque los precios de los abonos no son altos. Cualquier espectáculo público cuesta como el abono mínimo de unos 37 euros por seis días de procesiones. El sistema de rotación puede permitir algún incremento para que el abonado que se vea perjudicado pueda sacar al mercado su silla el día que no vaya a usarla y por ahí le compense. Margen hay pero habrá que hacerlo de forma moderada y analizando las circunstancias del mercado.

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¿Qué medidas piensa fomentar para solucionar las inquietudes de cofradías como la Salud, el Cautivo o la Expiración que no desean encierros muy de madrugada?

E. P.: Una mejoría notable sería que todas las cofradías se quitasen unos minutos del tiempo que tardan en pasar por el recorrido oficial. Se ha trabajado para buscar soluciones a ese asunto. Al final todo pasa por dar cada uno algo o poner un poquito de sí. Si eso lo consiguiéramos, avanzaríamos mucho. Por ejemplo, hemos logrado tener un Martes Santo ideal, que no nos lo imaginábamos hace varios años y ahora estamos muy satisfechos. Las cofradías deben reunirse todo el año para intentar alcanzar soluciones.

P. A.: La sociedad ha cambiado en ese aspecto. Antes el prestigio estaba en ser la última cofradía del día; ahora la mentalidad es más europea. Lo que planteamos, dentro del plan de permeabilidad del Centro, es la unión de las calles Cisneros y Especería con Larios haciendo, para ello, una readaptación de la tribuna principal. Nada más que con esa medida creo que evitaría los problemas de esas tres cofradías. El Cautivo, en el caso de que se mantuviese el recorido sur-norte, saldría directamente al pasillo de Santa Isabel; la Salud haría igual y a la Expiración también le permitiría acceder al recorrido oficial por esas dos calles si el recorrido fuese norte-sur.

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