Gabriel Ballesteros explica que las arritmias intermitentes son más difíciles de detectar, pero hay procedimientos de monitorización. Pedro Quero

Gabriel Ballesteros, Jefe de la unidad de arritmias del Hospital Universitario HLA El Ángel

Tratamientos para las arritmias
«Hacer un triatlón no es algo que recomendemos para mejorar la salud»

«Los nuevos tratamientos para las arritmias son mucho más seguros y precisos y la recuperación para el paciente también es más rápida»

Miércoles, 13 de noviembre 2024, 01:16

«Hacer triatlón no es algo recomendable para mejorar la salud y, en general, alguien que lo practica no está más sano que otra persona que hace media hora de ejercicio todos los días», explica Gabriel Ballesteros, Jefe de la unidad de arritmias del Hospital Universitario HLA El Ángel.

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–¿Qué tipos de arritmias hay?

–Fundamentalmente están las taquiarritmias, en las que el corazón late rápido, y las bradiarritmias en las que lo hace más lento. También se clasifican en función de la malignidad o benignidad que tengan y dentro de cada uno de esos grupos tenemos múltiples enfermedades concretas. Además, hay pacientes que tiene arritmias y ese es su único problema de salud y otros que tienen diversas enfermedades que les provocan arritmias.

–¿Un ritmo anormal del corazón por estrés sería una arritmia?

–En algunas arritmias la ansiedad y el estrés no tienen nada que ver y en otras pueden ser el desencadenante en alguien con predisposición. Y, para complicar más las cosas, la ansiedad y el estrés hacen que el corazón vaya más acelerado sin que eso suponga que se tiene una arritmia. Lo primero que hay que ver es si se trata de una arritmia o simplemente el corazón está acelerado, nada más.

–¿Cómo se diagnostican?

–Depende. Hay arritmias que se manifiestan continuamente y se pueden diagnosticar en cualquier consulta médica, generalmente mediante un electrocardiograma. Y hay otras que son intermitentes y más complejas de detectar. Tenemos sistemas de monitorización del corazón, como un holter que se coloca 24 horas, e incluso tenemos holters insertables que se ponen debajo de la piel y podemos tener monitorizado al paciente 3 o 4 años si es preciso.

–¿Qué tratamientos hay?

El tratamiento podríamos dividirlo en cuatro partes: lo primero sería tratar las enfermedades, como por ejemplo el hipertiroidismo, que predisponen a tener una arritmia o que la agravan. Es decir, tratar la causa en concreto si la hay; también habría que prevenir las complicaciones. Hay ciertas arritmias que provocan embolias. Habría que aplicar un tratamiento anticoagulante para evitar complicaciones y luego ya tratar la arritmia en sí misma. Para esto último tenemos fármacos para estabilizar la parte eléctrica del corazón y tratamientos invasivos, como las ablaciones, que son los tratamientos dirigidos a las taquiarritmias para personas con taquicardias difíciles de controlar con fármacos. Se busca el foco de la arritmia con un catéter y se quema ese foco para que no vuelva a producirse.

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–¿Se puede tratar con fármacos cualquier tipo de arritmia?

–El tratamiento farmacológico no cura la arritmia , lo que hace es suprimir las condiciones para que se manifieste. A veces empezamos con tratamiento farmacológico, cuando creemos que es lo mejor, y en otros casos es preferible tratar directamente con un catéter.

–¿Cuándo hay que colocar un marcapasos?

–El marcapasos sirve para las bradiarritmias, que son las arritmias que ponen el corazón demasiado lento. En personas que o bien no generan impulsos del corazón suficientes o bien los generan pero se bloquean, se les pone un marcapasos que hace la misma función. Es una especie de pequeño ordenador que se coloca debajo de la piel y se conecta con el corazón para estimularlo automáticamente cuando sea necesario. No requiere demasiados cuidados y se puede llevar una vida normal.

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–¿Qué es la ablación y para qué arritmias se emplea?

-Es un técnica que sirve para casi cualquier taquiarritmia, aunque en algunos casos se trata primero con medicamentos, pero hay que ver cada caso. La arritmia más frecuente para la que se aplica la ablación hoy en día es la fibrilación auricular. La mayoría de las personas se curan, pero algunas personas requieren más de un procedimiento. No es una técnica muy invasiva, al menos para el paciente. Normalmente lo hacemos por un corte de medio centímetro y no queda prácticamente cicatriz. No es sencillo, porque tiene su complejidad: requiere un aparataje bastante sofisticado, con equipos relativamente grandes y súper especializados. Pero hoy en día las complicaciones en una ablación están por debajo del 1%, no es un procedimiento de alto riesgo.

–¿Qué novedades ha habido en ablación?

–Hasta ahora para destruir un tejido utilizábamos lo que llamamos energías térmicas: lo teníamos que congelar o lo teníamos que quemar. Ahora contamos con una nueva tecnología que genera unos campos eléctricos de mucha intensidad pero de muy corta duración, de microsegundos, y eso permite tratar específicamente las células del corazón que provocan las arritmias sin lesionar ninguna de las que están al lado. Es más precisa y más segura, genera menos inflamación en el paciente y la recuperación es más rápida.

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–En el Mundial de triatlón de Torremolinos han muerto dos personas por problemas cardíacos, una de ellas de 79 años, ¿Es saludable el deporte de alta intensidad a determinadas edades?

-Es difícil decirle a una persona que disfruta mucho de un deporte que no lo haga. Hacer un triatlón, en líneas generales, no es algo que los médicos recomendemos. Desde el punto de vista médico no va a mejorar tu salud y yo no le recomendaría a nadie hacer un triatlón con ese objetivo. Si eres una persona que hace ejercicio moderado empezar a hacer triatlones para mejorar la salud probablemente no sea una buena recomendación. Una persona que hace triatlones, en general, no está más sana que una persona que hace media hora de ejercicio todos los días. Desde el punto de vista de la salud no hace falta hacer ejercicio intenso para estar mejor. Lo que pasa es que a una persona que le gusta el deporte intenso o extremo lo va a seguir haciendo y nosotros lo que tenemos que hacer es poner las condiciones para que lo practique de la forma más segura posible. Entonces ahí entra la posibilidad de hacerte un chequeo antes de entrenar para este tipo de pruebas, sobre todo a partir de cierta edad. Si se va a practicar deporte intenso es recomendable hacerse un chequeo del corazón, incluso en chicos de 15 o 16 años, para descartar enfermedades sobre todo genéticas que predisponen a la muerte súbita por arritmias de gente joven. Y luego habría que repetirlo a los 45 o 50 años, cuando empiezan a aparecer otras dolencias.

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