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Mariana Arocha, durante la entrevista. Pedro J. Quero

Mariana Arocha

Directora de la Clínica Dental Mariana Arocha y especialista en estética dental
«La ortodoncia invisible está de moda, pero requiere mucha más disciplina»

Salud es Más ·

La especialista en estética dental reivindica la influencia de esta disciplina no sólo para la salud física, sino también para el bienestar emocional del paciente

Jueves, 16 de febrero 2023, 12:56

Mariana Arocha está al frente de la clínica dental que lleva su nombre y que ya ha cumplido su primer aniversario en el corazón del centro histórico de la capital. Especializada en estética dental, Arocha repasa los últimos tratamientos y los avances en una disciplina que influye en la salud física, pero también en el bienestar emocional del paciente.

-¿A partir de qué edad puede iniciarse un tratamiento de estética dental?

-Lo ideal es que el paciente sea mayor de edad. Es verdad que en pacientes más jóvenes, con un diente que nace con alguna malformación dental o alguna mancha que ya empieza desde joven a acomplejar a la persona, simplemente con hacer una reconstrucción estética en ese diente ya entramos en la estética dental y no necesitas la mayoría de edad para hacerlo. Para un diseño de sonrisa completo sí se aconseja la mayoría de edad.

-¿Y existe una edad máxima?

-Tampoco. En la clínica tuvimos una paciente de 82 años que se hizo su diseño de sonrisa y decía que no podía estar más feliz.

-¿En qué consiste un diseño de sonrisa?

-Puede englobar diferentes procedimientos. Una persona que tenga la dentadura alineada y bonita, con un blanqueamiento ya cambia su sonrisa. Realmente va encaminada a hacer pequeños arreglos, en base a lo que necesite el paciente para lograr esa armonía, que no es lo mismo que perfección. Muchos pacientes te dicen que quieren los dientes perfectos, pero la perfección no existe. Con lo que la naturaleza te dio, con la forma de tus dientes, jugamos y armonizamos tu sonrisa al aspecto de tu cara, a como tú realmente te sientas cómodo. Es un concepto muy amplio, pero la finalidad es lograr una sonrisa armónica.

-¿Qué papel juega en ese proceso el factor emocional?

-Es súper importante. Lo vivo cada día en la consulta y es mi momento más emocionante: cuando les entrego el espejo y se ven su nueva sonrisa. Las personas no son capaces de dimensionar cuánto puede cambiar una sonrisa o un aspecto a la hora de tener una sonrisa armónica. Sí, influye muchísimo, más allá de decir que tiene la sonrisa bonita, el estado de ánimo y la autoestima de la persona crecen un montón. Vemos un montón de gente que tiene miedo a sonreír porque no se siente segura y cuando se hacen un pequeño arreglo, es automático.

-Ha mencionado el blanqueamiento, ¿cuál es la mejor opción?

-Hay dos tipos de blanqueamiento: el de casa y el de clínica. La finalidad de los dos es la misma, pero a mí me gusta más el de casa, porque tiene un poquito menos de concentración y los estudios han demostrado que es más estable a largo plazo; además, el paciente es dueño de su blanqueamiento y lo administra en el tiempo mientras dure el producto. Ambos son muy buenos, pero si tengo que escoger uno, me quedo con el de casa.

-¿En qué consiste?

-Va el paciente a la clínica, se toman unas medidas de su dentadura, se hace un molde suave y se le entrega una jeringa y el paciente debe dormir cierta cantidad de horas en la noche durante diez o catorce días, dependiendo del producto y de lo que el paciente quiera. En el de clínica, la concentración del producto es mayor y puede generar un poco más de sensibilidad, mientras que con el de casa, no.

-¿Puede provocar daños un blanqueamiento dental?

-Puede causar sensibilidad, pero no le causa daño al diente. Hay tratamientos caseros mucho más agresivos como cepillarse con carbón o con bicarbonato. Eso sí raya el esmalte del diente y lo hace más poroso. Eso sí causa daños permanentes en el esmalte. Siempre explico a los pacientes que el diente es como la piel que tiene poros y se va pigmentando del café, el té, el vino, el tabaco… cualquier sustancia que tenga color que consumimos habitualmente. El blanqueamiento entra en esos tubos y genera ese cambio de presión, esa es la sensibilidad que siente el paciente, pero al esmalte no le hace ningún daño.

-Pasemos ahora a las ortodoncias. ¿Convencional o invisible?

-Depende del caso. La ortodoncia invisible ahora está muy de moda, pero debes tener mucha más disciplina y constancia, porque necesitas tener el aparato 22 horas al día puesto en boca. Si no tienes esa constancia, la ortodoncia en lugar de estar seis meses, va a durar un año. Mientras que con la ortodoncia convencional es verdad que no es la más estética, pero el paciente ya la tiene puesto.

-¿Convencional o invisible?¿Cuál es el periodo medio de este tipo de tratamiento?

-Puede ir desde cuatro o seis meses hasta uno o dos años. El promedio es de un año y medio.

-¿Y qué cuidados requiere?

-Con la convencional tenemos que evitar morder cosas muy duras, hacer palanca, porque puede despegar el aparato y cuanto más lo despegues más prolongas tu tratamiento y la invisible, básicamente es utilizarla y no perderla, porque los pacientes tienen la costumbre de quitársela al comer, la ponen en una servilleta y al recoger la mesa, la servilleta se va y se va el aparato.

-¿Cómo han evolucionado los materiales en este apartado?

-Cada vez tenemos materiales mucho mejores, resistentes y duraderos, también en los adhesivos. Igual que con el composite que utilizamos para las carillas.

-Ya que habla de las carillas y del composite. ¿Mejor esa opción o la porcelana?

-También depende del caso. Las carillas de porcelana es el tratamiento más 'top' de la odontología estética, su precio también lo es y necesitan un leve tallado en el diente, mientras que en las de composite no toco el diente. 

-¿Esta última es reversible?

-Sí, el diente va a estar intacto, si te las quita un profesional.

-¿Y en cuanto a la durabilidad?

-En las de composite es menor, porque mientras en las de porcelana hablamos de 12 o 15 años, con las de composite soy más conservadora y nos vamos a cuatro u ocho años, dependiendo del cuidado que el paciente le dé.

-Ha mencionado el café, el té, el tabaco... ¿Cuál es el mayor enemigo de la estética dental?

-Diría que el tabaco. Más allá del color, daña muchísimo las encías, que tienen terminaciones nerviosas muy pequeñas y el calor que genera en boca el tabaco deforma las encías.

-Y por último, ¿cuánto se puede cambiar una sonrisa con un tratamiento adecuado?

-Muchísimo. Va a depender de cada caso, pero los cambios son súper radicales.

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