Stefania Mancinelli explica que la alopecia androgénica no es curable, pero se trata. Pedro Quero

Stefania Mancinelli, médica especializada en estética y capilar y directora médica de Insparya Málaga

Alopecia en mujeres
«Casi la mitad de las mujeres tienen alopecia androgénica a partir de los 60»

«Las hormonas femeninas disminuyen en la menopausia, por lo que si hay predisposición genética se puede padecer esta enfermedad en la que las pacientes notan una pérdida de densidad y zonas de clareo»

Miércoles, 26 de febrero 2025, 00:28

Casi la mitad de las mujeres sufren alopecia androgénica a partir de los 50 ó 60 años . una pérdida de pelo que se produce por la disminución de hormonas femeninas en mujeres que tengan predisposición. «El patrón de caída más habitual es en la línea del medio y hacia los laterales», explica Stefania Mancinelli, médica especializada en estética y capilar y directora médica de Insparya Málaga.

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–¿Qué se considera una alopecia?

–Es normal perder diariamente hasta 100, 150 fibras capilares y en otoño o primavera se puede llegar a 300 ó 400 cabellos. Pero si se pasa de esta cantidad y se mantiene en el tiempo consideramos que hay una alopecia. Cuando la pérdida se produce por efluvio telógeno se nota muchísimo y las pacientes dicen que se quedan con un mechón de pelo en la mano. En la alopecia androgénica más que la caída lo que se nota es que el folículo se va haciendo más fino y cuando se miran al espejo ven menos densidad y zonas de clareo.

–¿Cómo se diagnostica?

–En el efluvio hay que preguntar por estilo de vida, alimentación, hábitos, antecedentes personales y hereditarios, enfermedades, medicación… Se puede hacer el pull test, una prueba en la que se coge un mechón de pelo y se hace una pequeña tracción para ver cuánto cabello se queda en la mano del médico. En la alopecia androgénica también se mira el historial médico y los antecedentes personales y familiares de alopecia, especialmente los de la rama materna. Además, se pregunta al paciente si nota una caída diaria importante o menos densidad. Y también se hacen análisis de sangre y se pasa el tricoscopio, un dispositivo que tiene muchísimo aumento para ver las zonas donde la alopecia androgénica afecta más, que es toda la parte frontal hasta la coronilla, en las que el cabello se va miniaturizando.

–¿A qué edad tienen las mujeres más riesgo de sufrir alopecia?

–El efluvio telógeno es más frecuente en mujeres jóvenes. Puede ser por estrés, tanto físico como psicológico. En el embarazo las mujeres tienen un cabello radiante porque predominan los estrógenos, las hormonas femeninas, y tras el parto hay un desequilibrio hormonal que produce la caída de cabello. Y también puede influir el sangrado, por déficit de hierro.

–¿Cómo se trata esa caída en mujeres jóvenes?

–La alopecia androgénica se considera una enfermedad en la que el componente genético está muy presente. Si aparece durante la pubertad o la adolescencia suele tener peor pronóstico y lo ideal es empezar a tratarla cuanto antes para que no vaya a más. Puede ser de forma tópica, con infiltrados y con medicación oral también. Siempre hay que individualizar a la paciente, hacer un examen para ver sus niveles hormonales y si se establece el diagnóstico de alopecia androgénica, tratarla. También hay pacientes que tienen hiperandrogenismo, que quiere decir que hay predominio de hormonas masculinas frente a las femeninas y la hormona masculina, precisamente la DHT, es la que produce esa alopecia androgénica.

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–¿Este tipo de alopecia va asociada a otras enfermedades?

–Puede ir asociada al síndrome de ovario poliquístico, que se produce justamente por un predominio de hormonas masculinas. En cambio, en el efluvio telógeno no tiene nada que ver la parte genética. Puede ser por pérdida de hierro por reglas abundantes, a causa de un déficit vitamínico por dietas restrictivas, por falta de B12… hay diferentes causas.

–¿Cómo se trata el efluvio telógeno?

–Pues depende. Si, por ejemplo, es un déficit vitamínico, hay que suplementar con la vitamina de la que tenemos carencia. Aunque también se produce por alteraciones endocrinas que hay que tratar o por estrés.

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–¿La alopecia androgénica es crónica?

–No es curable, pero se trata. Cuanto antes se diagnostique y se paute un tratamiento mejor será el resultado. Si se coge en una fase muy temprana se puede recuperar la densidad que se ha perdido, pero si se diagnostica tarde, cuando cabello está miniaturizado o ha caído, la solución sería el microtrasplante capilar y luego cuidar el cabello que quede. En mujeres el patrón de caída más habitual es en la línea del medio y hacia los laterales. Por lo general se puede hacer el trasplante sin rapar todo el cabello. Solamente se rapa una pequeña ventana de oreja a oreja, que queda cubierta por el pelo de arriba. Se coge de la zona occipital, porque esos folículos no tienen receptores hormonales, lo que supone que ese pelo no se cae aunque se implante en una zona donde sí los haya.

–¿Es necesario tratar la caída postparto?

–Sólo en algunos casos. El pelo en el postparto no se cae al cien por cien de las mujeres y depende también de si tienen mucho sangrado postparto, de si hay déficit de hierro, de si las hormonas se regulan más pronto, por decirlo de alguna manera. Depende de cada mujer.

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–¿Qué pasa con el pelo en la menopausia?

–Tenemos dos escenarios posibles: por un lado el envejecimiento natural del pelo que le pasa a todo el mundo y consiste en que el cabello también se va debilitando y se vuelve un poco más fino, que eso es completamente normal. Y luego está lo que puede producirse que es la alopecia androgénica postmenopáusica, porque en ese periodo las hormonas femeninas disminuyen y predominan más las masculinas, aunque para que se produzca debe existir una predisposición genética . La sufre hasta un 50% de mujeres a partir de los 50 ó 60 años. Se puede tratar con vasodilatadores periféricos, con antiandrogénicos y hay un diurético que está aprobado para este tipo de alopecia en mujeres. También hay tratamientos que se hacen en el cuero cabelludo que bioestimulan la fibra capilar, la regeneran y le dan más densidad.

–¿Las canas son más un pelo más fuerte y más grueso?

–Es una percepción, parece un cabello más denso y más fuerte, pero no esté demostrado que sea así, es un cabello que ha perdido el pigmento.

–¿Teñirse daña el pelo? ¿Qué tintes son más recomendables?

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–La mayoría de los tintes suelen ser agresivos con la fibra capilar, sobre todo las decoloraciones, aunque ahora existen unos tintes más orgánicos. Para teñir las canas yo lo que recomiendo es que por lo menos no tengan amoniaco, que suele ser el componente más fuerte para la fibra capilar. Los de barros o tipo henna serían mejores, los menos agresivos.

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