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Juan Arias, odontologo periodoncista de la Clínica Arias
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Juan Arias, odontologo periodoncista de la Clínica Arias
Más del 80% de la población tiene enfermedad periodontal, una patología que afecta a las encías y al agarre de los dientes y que si no se trata, en fases avanzadas, acaba en la pérdida de la pieza. «La mejor prevención es un diagnostico precoz y buenos hábitos de higiene que, además del cepillado de los dientes, incluyen masajear con el cepillo las encías durante al menos cinco minutos cada día», explica Juan Arias, odontólogo periodoncista de la Clínica Arias.
-¿Qué es la enfermedad periodontal?
-Es una enfermedad que afecta principalmente a las encías y a la inserción, al agarre de los dientes. Las patologías periodontales producen una reabsorción del hueso, de forma que va bajando y el diente cada vez tiene menos agarre y al final se cae. Lo mejor es la prevención, porque una vez que los dientes están con mucha movilidad la solución es más complicada. El paciente se da cuenta de que algo está pasando con la encía cuando, por ejemplo, empieza a sangrar. Y muchas veces se considera que esto es normal y no lo es. Generalmente, es el primer síntoma de que algo está pasando en la encía, que no tiene por qué ser enfermedad periodontal, puede ser simplemente una inflamación de la encía. Otro síntoma es el mal sabor de boca. Se trata de una enfermedad infecciosa y las bacterias que se acumulan producen ese mal sabor de boca o ese mal olor. Y en estadios más avanzados el paciente nota fragilidad en los dientes porque tienen movilidad. Cuanto antes la cojas mejor tratamiento y mejor evolución va a tener.
-¿La prevención sería ir a revisiones? ¿Y en cuanto a hábitos?
-El dentista puede tratar la enfermedad periodontal en las fases más básicas. Y luego ya está el periodoncista, que es quien se encarga de estabilizarla, tratarla y mantenerla a medio o largo plazo, ya que el paciente la tiene toda la vida. Es una patología infecciosa, con un componente genético marcado. Suele haber antecedentes familiares. Más del 80% de la población tiene problemas periodontales, aunque muchos no lo saben hasta que llegan a fases más avanzadas. En cuanto a hábitos, lo que el paciente puede hacer es masajear la encía: dos tercios del cepillo se colocan sobre la encía y un tercio sobre el diente y consiste en hacer pequeños movimientos circulares alrededor de todas las encías, por arriba y por abajo, por dentro y por fuera, entre cinco y diez minutos diarios. Y después de ese masaje, que se realiza sin pasta de dientes, ya se hace el cepillado habitual. También es muy importante utilizar entre los dientes seda dental o cepillos interdentales (si el hueco es más grande). Esta rutina la tienen que seguir los pacientes periodontales todas las noches. Además, tienen que realizarse un tratamiento que detiene la enfermedad y que muchas veces es conservador, es decir, no quirúrgico, si estamos en estadios iniciales. Una vez está hecho ese tratamiento activo, el paciente entra en un protocolo de mantenimiento, que consiste en que cada cuatro o seis meses, dependiendo de cómo esté, visita al periodoncista. Pero esto es una carrera de fondo.
-¿Cómo es el tratamiento?
-Cuando es no quirúrgico normalmente son raspados y alisados radiculares, limpiezas profundas por debajo de la encía que se hacen con anestesia local. Se hace por cuadrantes, en varias citas, porque son procedimientos largos. Raspamos toda la superficie de la raíz con anestesia, pero no es doloroso. Esa sería la fase inicial.
-¿Eso sería para una gingivitis?
-En la gingivitis, que es más sencilla de solucionar, no hay pérdida de hueso, es el paso previo a la enfermedad periodontal, en la que ya hay pérdida de hueso. Quizás con un mantenimiento periodontal o con un raspado general para toda la boca sería suficiente. Pero la gingivitis te está avisando de que vas a tener periodontitis o enfermedad periodontal o que ya la tienes, porque el signo es el mismo: el sangrado.
-¿Y en fases más avanzadas?
-Un tratamiento quirúrgico en el que ya tenemos que darle forma a esa pérdida de hueso, recontornearlo para que esté estable e incluso adelgazar muchas veces la encía para conseguir esa estabilidad. Es parecido al raspado, pero hay que dar dos o tres puntos después. Y después hay que seguir el protocolo de mantenimiento, porque aunque la enfermedad se desactive siempre vas a tener una predisposición genética a tenerla activa
- ¿Se puede poner un implante un enfermo periodontal?
-Es muy importante asegurarse antes de poner un implante de que el paciente no tiene enfermedad periodontal. Por un lado existe la periodontitis, que es la afección de la enfermedad periodontal al diente, y por otro lado existe la periimplantitis, que es la afección al implante y ésta es muy compleja de tratar, porque mientras que en un diente hacemos un raspado radicular, que limpia la superficie del diente, el implante no lo podemos limpiar, porque es rugoso para que el hueso lo agarre, pero igual que lo agarra el hueso las bacterias entran y ya no hay forma de limpiar. El paciente que se coloca implantes tiene que ser extremadamente cuidadoso con no tener enfermedad periodontal, y si la tiene, que no está activa. Si está desactivada puede llevar implantes como cualquier otra persona porque estos no se contaminan.
- ¿Hay problemas estéticos tras el tratamiento quirúrgico?
-Claro, quedan espacios entre los dientes por un lado y a veces se pierden algunos dientes. Por eso el periodoncista es el que mejor coloca los implantes, porque es el que sabe perfectamente la posición del hueso, la encía y cómo reconstruirlo todo y estabilizarlo a medio largo plazo. A veces, después de los tratamientos periodontales, terminamos colocando carillas que cierran los huecos y estéticamente quedan muy bien. Y si se pierde algún diente, pues se colocan implantes para sustituirlo.
-¿Las carillas dañan el diente?
-Hay diferentes tipos. Algunas, como las de resina, se ponen por encima y no se toca el diente. Y luego están las de cerámica en las que tenemos que desgastar la superficie externa para colocarlas. Las tecnologías actuales permiten hacer carillas muy finas en las que tocamos muy poquito el diente, con buen mantenimiento. Y sin duda el cambio estético merece la pena.
-Esos blancos que a veces vemos un poco fluorescentes ¿son irreales?¿Se puede aspirar a ellos?
-Esos blancos que llamamos blanco tiza no son blancos naturales y no son producidos por los blanqueamientos, sino por las carillas. Al final, el blanqueamiento no es más que una mineralización del diente, que sube unos tonos pero dentro de la naturalidad. Ese blanco que nos chirría son carillas o fundas. Pero la estética es subjetiva y depende mucho del paciente. Y hay muchos pacientes que te dicen: Ya, pero yo quiero ese blanco. A mí, estéticamente, eso no es lo que más me gusta, sin ningún lugar a dudas, pero para gustos colores.
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