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Sergio Morante explica que revisiones y tratamientos periódicos son imprescindibles en pacientes con enfermedad periodontal Pedro Quero

Sergio Morante Mudarra, director clínico de periodoncia e implantología de Avilés Digital Dental Clínic

Implantes complejos
«Fumar es tan perjudicial para los implantes como no cepillarse los dientes»

«Un implante puede durar toda la vida, pero el caballo de batalla al que se enfrenta es una infección bastante frecuente llamada periimplatitis»

Miércoles, 29 de mayo 2024, 00:18

Hay pacientes que pierden piezas dentales y el hueso al que están ancladas, por lo que necesitan regenerarlo para colocar lo que se denomina un 'implante complejo' y sustituir la pieza perdida. El caballo de batalla para mantenerlos en buen estado es evitar la periimplantitis, una infección en la zona el implante. Es fundamental acudir a revisiones y someterse a los tratamientos periódicos necesarios, además de seguir una buena rutina. «Fumar es tan perjudicial para los implantes como no cepillarse los dientes», explica Sergio Morante Mudarra, director clínico de periodoncia e implantología de Avilés Digital Dental Clinic

-¿Qué se considera un implante complejo?

-Un implante dental es una raíz artificial de titanio que se inserta en el hueso y sobre el que se coloca una prótesis de un diente o una muela. Consideramos complejos los casos en los que el hueso que le queda al paciente no es suficiente para poner el implante y hay que regenerar tejidos.

-¿Por qué se produce esa pérdida de hueso?

-La pérdida de hueso es un efecto fisiológico que se produce al perder un diente y es mayor cuantas más piezas dentales perdemos. Puede ocurrir de manera crónica, como en el caso de la enfermedad periodontal, pero también por una gran infección, un trauma o un tumor en los maxilares.

-Si pasa mucho tiempo después de perder un diente, ¿Se pierde más hueso?

-Así es. Cuando hay que sacarlo la clave es quitar el diente de forma conservadora, usando técnicas microquirúrgicas, que permiten que se conserve más hueso. Entre tres y seis meses después el hueso estaría cicatrizado para poner un implante, pero si pasan muchos años sin colocarlo ese hueso va a ir mermando.

-¿Cuánto dura aproximadamente el proceso de colocación de un implante complejo?

-Una vez pasados esos tres meses de cicatrización se podría poner un implante. Si hemos perdido el hueso la regeneración ósea va a durar de tres meses a un año, dependiendo de cuánto tejido óseo haya que regenerar. En el peor de los casos, cuando tenemos un defecto total y decimos que hay hacer una reconstrucción tridimensional del hueso porque hemos perdido todo, tenemos que esperar un año de cicatrización.

-¿En ese tiempo se puede colocar una pieza provisional?

-Hay casos en los que sí y otros en los que no. Un paciente que tiene dientes es muy sencillo ponerle una pieza provisional para que no esté desdentado, sobre todo en zonas estéticas. El problema está en los paciente sin dientes en los que hay que regenerar todo el hueso de la mandíbula. En esos casos podemos poner lo que llamamos implantes estratégicos temporales, en los que colocamos unos microtornillos para que durante toda esa fase de cicatrización el paciente tenga una prótesis fija o removible con la que pueda comer, sonreír, hablar... Y en la segunda fase esos implantes se quitan y se ponen los definitivos en la zona del hueso regenerado.

-¿Una persona que hubiese perdido todos sus dientes podría reponerlos a base de implantes?

-Puede hacerse, pero no es necesario poner tantos implantes como dientes: si el paciente ha perdido los 14 dientes superiores no necesita ponerse 14 implantes. Se puede sujetar toda la arcada sobre ocho, seis o un mínimo de cuatro implantes.

-¿Qué rutina hay que seguir para cuidar de los implantes?

-Un implante puede durar toda la vida, pero encontramos una alta prevalencia de periimplantitis, el caballo de batalla de la implantología hoy día, que consiste en que los implantes se infectan y pierden hueso. Los periodoncistas estamos muy acostumbrados porque es un proceso que replica la periodontitis de los pacientes. Es decir, la enfermedad periodontal, que es una infección crónica de la boca, se cura, pero exige un mantenimiento de por vida. Un paciente que tiene enfermedad periodontal se puede morir con sus dientes tranquilamente, si acude a revisiones y los mantiene en perfecto estado de salud. Con los implantes pasa lo mismo: hay que tener la boca perfectamente cepillada, un control de placa escrupuloso y que no haya inflamación en las encías, ni sangrado.

-¿El signo de alarma sería que sangre la encía del implante?

-Eso es tanto en el implante como en el diente. Una encía en estado de salud no debe sangrar, excepto procesos muy concretos. Y en los implantes es una señal importante porque, al contrario que los dientes, no tienen receptores de dolor en su unión al hueso. Y no duele. La única señal de alarma que da un implante hasta que ya empieza a doler con una infección es que empiece a sangrar el cepillado.

-¿Se puede fumar teniendo implantes complejos ?

-Es una pelea insufrible la que tenemos con el tabaco. No se debe. Pero no es una contraindicación absoluta. Sí es cierto que los pacientes que fuman tienen más periimplantitis, es decir tienen un factor de riesgo mayor para tener pérdida de hueso futura en los implantes. Cuando hay que regenerar mucho el hueso y la encía está en fase de cicatrización ahí sí es imprescindible que el paciente no fume. Una vez pasada esa etapa el implante se va a defender más o menos bien, aunque intentamos que no vuelvan a fumar o que bajen la dosis.

-¿Cuánto dura la fase crítica?

-El problema es que biológicamente un paciente que fuma mucho no se va a comportar como un no fumador (en cuanto a la cicatrización) hasta que no esté un año sin fumar. La clave del asunto es dejar de fumar antes, durante y si se puede, después. Es como el paciente que no se cepilla los dientes.

-¿Fumar es un riesgo equivalente a no cepillarse los dientes en los implantes complejos?

-Sí. El acúmulo de placa y el hábito del tabaco son los dos factores de riesgo más importantes para que se produzca pérdida de hueso en los implantes.

-¿Por dónde va el futuro de los implantes que podemos encontrarnos en los próximos años?

- Ahora mismo el caballo de batalla es que seamos capaces de disminuir la prevalencia tan grande que hay de la periimplantitis. Y eso parte de dos premisas principales: una, que no se pongan los implantes en bocas que no han sido previamente tratadas y bajadas de carga bacteriana y que no tenga enfermedad periodontal, y la segunda que el paciente sea consciente de que el implante requiere un mantenimiento y revisiones para que dure en buen estado.

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