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Rosa Gómez Laguna explica que la primera opción para los dientes grises serían las carillas Pedro J. Quero

Rosa Gómez Laguna

Estética dental
«Los dientes amarillos responden mejor al blanqueamiento que los grises»

«Una sonrisa atractiva no tiene que ser perfecta, con los dientes súper rectos. Se trata de que sea armónica con la cara y resulte natural»

Miércoles, 18 de septiembre 2024

«Una sonrisa atractiva no tiene que ser blanquísima, con los dientes súper rectos, aunque es verdad que los tonos más blancos dan sensación de una boca más saludable», explica Rosa Gómez Laguna, odontóloga de la clínica Crooke & Laguna, especialista en periodoncia, implantes y estética. Conseguir un tono más claro es el objetivo de muchos pacientes, pero hay que tener en cuenta que «los tonos amarillos responden mejor a los tratamientos de blanqueamiento que los grises», para los que hay otras opciones .

–¿Qué entendemos por estética dental?

–Se trata de tener una sonrisa que sea armónica con la cara del paciente. No tiene que ser perfecta, con todos los dientes súper rectos, tiene que resultar armónica y natural. Es cierto que si se tiene un color más blanco parece que es una sonrisa más saludable y más estética, pero no tiene que ser ese blanco blanquísimo.

–¿Qué hace más atractiva una sonrisa: la forma, la alineación o el tono de los dientes?

–El tono es importante porque da esa sensación de que la boca es más sana, pero más que tener una alineación perfecta se trata de que cuando sonreímos la curva de los dientes superiores siga la curva del labio inferior. Si dentro de esa curvatura luego hay pequeños giros puede quedar una sonrisa muy armónica y muy bonita. Lo que resulta feo es lo que llamamos sonrisa invertida, cuando caen más los molares y los centrales se quedan muy cortos, algo que le pasa a gente que rechina mucho los dientes hacia adelante y desgasta las paletas.

–¿Se puede blanquear cualquier diente?

–Los que mejor responden al blanqueamiento son los tonos amarillos. Hay tonos grises debido a la tetraciclina, un antibiótico que se recetaba a los niños de la generación de los 60 ó 70, que teñía de gris los dientes definitivos. Esa tinción es muy difícil de quitar y hay que recurrir a carillas o a fundas. El resto de los dientes teñidos suelen responder bien a los blanqueamientos, siempre que no tengan muchos empastes, fundas o coronas, porque esa parte no se va a blanquear y habría que cambiarlos .

–¿Cómo es el tratamiento?

–Es un tratamiento para personas que no tengan sensibilidad dental y con las encías sanas. Por eso es muy importante hacer una revisión previa para comprobarlo y ver que no haya muchas recesiones (retracciones de las encías), ni muchas grietas. En función de eso responderán mejor o peor. Y después el blanqueamiento hay que mantenerlo. Hacemos una o varias sesiones en consulta en las que ponemos un producto más potente, normalmente a base de peróxido de hidrógeno, y luego se sigue el tratamiento en casa con un producto un poquito más suave, generalmente a base de peróxido de carbamida, que estabiliza el color. Durante esta fase hay que tener especial cuidado de no tomar de alimentos que tiñan el diente, como remolacha, café, té, Coca-Cola, chocolate oscuro... Luego se pueden volver a tomar, pero, evidentemente, si fumas o tomas vino tinto todos los días la duración del blanqueamiento va a ser menor. Por beber una copa de vino esporádica no pasa nada, ni si tomamos un café por la mañana y luego nos lavamos los dientes, porque eso no te va a teñir tanto. El problema es cuando estamos con la botella de té o de café toda la mañana bebiendo. Luego hay que hacer las limpiezas cada 6 o 12 meses, y como los pacientes tienen unas férulas en casa se puede hacer una sesión de recuerdo para que se mantenga el tono.

–¿Qué opciones hay para los dientes grises?

-La primera opción serían las carillas. Mejor de porcelana porque son más biocompatibles, más limpias y con una estética mucho más bonita que permite camuflar tanto alteraciones de color como algunas de forma. Las carillas no se hacen solo para cambiar el color, no es algo solamente estético. Hay pacientes que rechinan los dientes y ya han perdido parte de la estructura dental y necesitan recuperar la anatomía perdida y la altura de la boca para recobrar la función.

–Para colocar las carillas hay que limar un poquito el diente ¿Qué supone esto para la salud dental?

–Hay gente que pregunta si hacemos carillas sin tallado. Y se hacen, pero depende de cómo esté el diente. Si es voluminoso y le ponemos algo encima los dientes se van a quedar para afuera y eso no es estético. Sin embargo, en un diente plano, porque tenga un esmalte menos grueso o porque se haya erosionado, que ahora hay gente que tiene erosión dental por el abuso del limón o de bebidas carbonatadas, lo que tenemos es que recuperar volumen. Entonces, ahí nos sí podemos permitir hacer algo sin tocar el diente. Con la odontología digital podemos ser mucho más precisos en la preparación del diente, hacer una planificación por ordenador con la cara y la sonrisa del paciente, incluso que vean cómo quedaría en un vídeo para que decidan si les gusta.

–¿Qué duración suelen tener ?

–Pueden durar mucho tiempo. Depende de la salud de las encías también, porque a veces se cambian porque la encía se ha retraído y se ve la parte del cuello del diente más oscura. Y otras veces porque se ha producido una grieta, igual que nos pasa en los dientes con los años, porque comemos cosas duras, mordemos lápices, quitamos la etiqueta de los calcetines, hacemos muchas cosas con los dientes que no deberíamos y entonces a nuestros dientes les salen grietas.

–¿Hay alguna otra opción?

–El siguiente paso sería hacer una funda, pero eso ya requiere una preparación más grande. A veces viene gente preguntando por carillas, porque se ven los dientes muy pequeños y enseñan mucho la encía, y al hacer un estudio digital vemos que lo que hay que hacer es simplemente un recorte de la encía, porque tienen una sonrisa gingival. Y al recortar la encía el paciente descubre que su diente realmente era mucho más grande de lo que pensaba. El recorte se puede hacer con láser o con una pequeña cirugía, y con eso y un blanqueamiento se consigue un cambio estético enorme.

–Los alineadores invisibles se ven menos que los brackets ¿Tienen los mismos resultados?

–Los alineadores invisibles hoy día están casi para el 100% de los pacientes. No digo el 100% porque a veces tienes que hacer una tracción canino incluido con ortodoncia invisible que a lo mejor se vuelve muy lenta, porque no puedes hacer la misma fuerza. No obstante, la ortodoncia invisible ha avanzado muchísimo y la ventaja no es solo la estética sino que permite hacer una planificación digital de todo el proceso y mantener una mejor higiene, ya que los alineadores se pueden quitar para cepillarse los dientes con normalidad. El inconveniente es que al ser de quita y pon la persona tiene que ser responsable y comprometerse a quitárselos únicamente para comer.

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