Luis Ocaña explica que lo realmente grave en la obesidad son las enfermedades metabólicas asociadas Pedro Quero

Luis Ocaña, coordinador de cirugía de la obesidad del Clínico y de HLA Hospital Universitario El Ángel

Cirugía de la obesidad y metabólica
«Después de una cirugía de la obesidad hay que seguir al paciente de por vida»

«La cirugía metabólica y los fármacos para adelgazar son terapias complementarias, no excluyentes»

Miércoles, 9 de octubre 2024

La cirugía bariátrica está indicada no sólo para pacientes con obesidad extrema, sino también para aquellos que tengan enfermedades asociadas. «Después de la intervención »hay que hacer un seguimiento de por vida,« explica Luis Ocaña, coordinador de cirugía de la obesidad del Hospital Clínico y de HLA Hospital Universitario El Ángel.

Publicidad

–¿Para quién está indicada la cirugía de la obesidad?

–Para un paciente que ya ha probado múltiples dietas con endocrinos y nutricionistas sin conseguir sus objetivos de pérdida ponderal.

–¿Cuántos años pasan antes de la intervención?

–Desgraciadamente, demasiados. Muchos pacientes han sido obesos o han tenido sobrepeso desde niños, han hecho dietas con un efecto yoyó (pierden peso, pero luego ganan más de lo perdido) y empiezan a tener enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad. Eso es lo grave, que además de obeso, sea hipertenso, diabético, dislipémico, necesite una máquina para dormir, tenga que cambiarse una rodilla por una prótesis...

–¿Es más fácil perder peso que mantener luego esa pérdida?

–Es realmente muy difícil mantenerse. De hecho, la cirugía de la obesidad empieza a tener sentido como la única técnica para que esa pérdida de peso se mantenga en el tiempo. Para eso el paciente también tiene que estar comprometido y el cirujano acertar con la técnica correcta.

–¿Se ha ampliado el rango de pacientes que son intervenidos?

–Estamos viendo que no hay que ser tan rígidos con el Índice de Masa Corporal (IMC) y que hay que valorar al paciente obeso de forma más amplia. No sólo importan el peso y la altura, sino si sufre enfermedades metabólicas. Las principales revistas mundiales dedicadas a la obesidad han bajado cinco puntos el IMC de pacientes con indicación de cirugía. Eso quiere decir que habrá personas que no tengan una obesidad extrema, pero que estén metabólicamente muy enfermos, con una diabetes de difícil control u otras enfermedades.

Publicidad

–¿Qué impacto han tenido los fármacos para adelgazar?

–La medicación ha pasado de asegurar una pérdida de peso del 7% al 14% en algunos casos, unos resultados que empiezan a acercarse a lo que consigue la cirugía. Tienen un problema: no se puede dejar la medicación. No es una lucha entre terapia médica y terapia quirúrgica, porque son complementarias, no excluyentes. Habrá pacientes que se mediquen para luego hacer la cirugía y otros que recuperen peso después de una operación y tengan que tomar estos fármacos.

–Alguien que adelgace con fármacos ¿podría evitar la cirugía?

–Es bastante difícil tener un IMC por encima de 40 y bajar lo suficiente para evitar la cirugía, sobre todo por las enfermedades que se asocian a la obesidad, que es realmente lo grave, y la cirugía va a conseguir que esas patologías remitan.

Publicidad

–Con la cirugía el paciente tiene menos hambre y adelgaza...

–Es uno de los objetivos, sobre todo con la gastrectomía vertical. Resecamos una parte del estómago que produce una sustancia llamada grelina, que es lo que hace que tengamos apetito. Así evitamos que se produzca en un 80 o un 90%. El paciente comerá menos, pero no tendrá hambre. También empleamos otras técnicas quirúrgicas con las que se consiguen efectos más metabólicos. Para mí el bypass gástrico es la que tiene una función mejor para el paciente porque tiene más indicaciones, por recuperación metabólica, y porque es la que perdura en el tiempo.

–¿Cuánto tiempo dura ese efecto de pérdida de peso?

–A veces hay una montaña rusa después de la cirugía, y no hay dos pacientes iguales. Hay una pérdida muy importante en los primeros meses, pero llega un momento en que se estabilizan y no es porque no sigan mejorando, es que la grasa se va transformando en músculo. No pierden tanto peso, pero su composición corporal está mejorando. La mayoría de los pacientes se van a mantener, porque hacen ejercicio físico y cambian su estilo de vida, pero eso no ocurre en el 100%. A partir de los 5 años puede haber una recuperación de peso o bien porque el paciente no consiga mantener esos hábitos saludables o porque a lo mejor la técnica quirúrgica ha fallado y necesita una cirugía que llamamos revisional. Hay veces que una cirugía primaria no es suficiente y hay que hacer una segunda cirugía.

Publicidad

–¿Cómo es de importante el seguimiento tras la operación?

–Es crucial y según la técnica será diferente, pero al paciente hay que seguirlo de por vida, porque puede necesitar suplementos nutricionales o una reevaluación por parte del especialista a nivel de analítica u otras pruebas. Nunca, nunca se puede dejar un paciente operado. Al menos una visita cada seis meses o cada año, es obligatoria, y en los primeros meses después de la operación, con más frecuencia.

–¿Qué problemas pueden surgir cuando alguien se opera en otro país?

–Pues por un lado la nula preparación de estos pacientes para la cirugía, que a veces no se les hace ninguna prueba preoperatoria, y luego que no se puede hacer un seguimiento, aunque se haga on line, a 5.000, 3.000, 2.000 kilómetros de distancia. Esa persona puede necesitar ir a urgencias en un momento determinado. Hay que conocer muy bien al paciente, saber qué se le ha hecho, cuál era su patología previa, tener su historia... Algunos vienen literalmente vendidos, con unas instrucciones y un seguimiento a muchísima distancia.

Publicidad

–Málaga va a acoger el Congreso Europeo de Obesidad en 2026. ¿Cuáles son los grandes asuntos que se tratarán?

-Las terapias médicas farmacológicas combinadas con la cirugía, la cirugía robótica, la preparación del paciente bariátrico, lo que se está haciendo en investigación, y, por supuesto, hablaremos de técnica quirúrgica.

–¿Cuáles son los principales retos de la obesidad en materia de prevención?

–Los cirujanos y los endocrinólogos hacemos prevención secundaria, diagnosticando pronto al enfermo que necesita la cirugía, y prevención terciaria, haciendo la mejor intervención con las menores complicaciones, aunque hoy día es ya una cirugía muy segura, pero no es perfecta. Realmente el secreto para combatirla es la prevención primaria, educar a los niños en hábitos saludables desde que nacen.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad