
Juan Luis Alcázar, coordinador de la Unidad de Ecografía Ginecológica de Alta Resolución de Quirónsalud Málaga
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Juan Luis Alcázar, coordinador de la Unidad de Ecografía Ginecológica de Alta Resolución de Quirónsalud Málaga
Diez años es el tiempo medio que se tarda en diagnosticar endometriosis, una enfermedad que está detrás de entre un 15 y un 20% de los casos de infertilidad, además de provocar dolores invalidantes y otros problemas graves de salud. «En los últimos diez años se ha dado un salto importante en el diagnóstico, que ya se puede hacer mediante una ecografía, sin necesidad de cirugía, cuando hay hallazgos sugestivos, pero requiere profesionales con un entrenamiento específico para ello», explica Juan Luis Alcázar, coordinador de la Unidad de Ecografía Ginecológica de Alta Resolución de Quirónsalud Málaga.
-¿Qué es la endometriosis?
-Es una enfermedad que consiste en la presencia de un tejido que está dentro de la cavidad uterina en otros sitios: en los ovarios, en órganos pélvicos como la vejiga o el intestino, incluso en el pulmón, en el hígado y en otras localizaciones. El síntoma es dolor vinculado a la menstruación, a las relaciones sexuales o un dolor pélvico crónico de más de seis meses de duración y problemas de fertilidad. La edad media de diagnóstico ronda los 30 años, cuando los primeros síntomas empiezan normalmente a los 20. Hay que insistir en que el dolor en la menstruación no es normal. Si es un dolor intenso que no responde bien a terapias convencionales (antiinflamatorios no esteroideos, tipo ibuprofeno, naproxeno o contraceptivos hormonales) hay que estudiarlo. Luego hay un segundo grupo: entre un 15 y un 30% de las mujeres que tienen problemas de fertilidad una de las causas subyacentes es la endometriosis. Después de un año buscando un embarazo hay que plantearse hacer un estudio y uno de los objetivos que tiene que incluir es buscar la endometriosis.
-¿Cuánto se tarda en el diagnóstico?
-La media es unos diez años, que es una barbaridad. Lo primero es la sospecha clínica. Una paciente que te cuenta que tiene problemas de infertilidad, dolor… Esas mujeres tienen que ser evaluadas para tratar de confirmar esos hallazgos. Y ahí es donde la ecografía juega un papel fundamental, porque hoy día permite diagnosticar si tiene endometriosis o no y en qué grado. La forma clásica para confirmar que una mujer tiene una endometriosis es haciendo una cirugía para tomar muestras de esas lesiones y ver si contienen tejido endometrial que no debería estar ahí, sino en la cavidad uterina. En los últimos diez años hemos dado un salto muy importante en ese sentido y ya prácticamente todas las guías de las grandes sociedades científicas avalan que no se necesita una cirugía para diagnosticar la endometriosis, sino que la ecografía es suficiente cuando hay hallazgos sugestivos de esta enfermedad para emitir dicho juicio.
-¿Por qué se tardan diez años? ¿Hacen falta unos ecógrafos especiales o es una cuestión de entrenamiento?
-Creo que ocurre por dos razones: primero porque no se piensa en la endometriosis aunque la paciente tenga determinados síntomas; y la otra sería porque la ecografía sí requiere un entrenamiento específico. Si bien es cierto que hay una serie de signos ecográficos que te ponen en la pista de que puede haber una endometriosis, hace falta una persona formada adecuadamente para hacer una ecografía y, desgraciadamente, todavía no tenemos centros bien organizados, acreditados para realizar ese entrenamiento.
-¿Cómo sería?
- Yo tuve que ser autodidacta, como muchos ginecólogos de mi generación, porque nuestros predecesores no tenían esa formación. Los ginecólogos actuales, afortunadamente, sí disponen de personas que pueden enseñarles, pero eso se tiene que hacer bajo un programa de entrenamiento concreto, porque hay que aprender cómo hacer la ecografía y cómo interpretar lo que uno ve en el monitor para determinar si es endometriosis o no. Y eso estamos haciendo aquí en Málaga: crear una unidad de formación, que es fundamental para hacer diagnósticos mucho más tempranos de esta enfermedad. Con eso se evitaría, por ejemplo, la afectación del intestino, que obliga muchas veces a tener que realizar cirugías intestinales, frecuentes en mujeres con esta enfermedad, o pérdidas de riñón, algo más raro, pero con consecuencias muy graves para quienes lo sufren.
-En cuanto al cáncer de ovarios ¿Cómo se diagnostica?
- El cáncer de ovario se da aproximadamente en 11 de cada 100.000 mujeres cada año, pero dos tercios de estas pacientes ya tienen la enfermedad bastante diseminada cuando son diagnosticadas, se llega tarde.
-¿Se puede prevenir de alguna forma o solamente acudiendo a las revisiones?
-Sólo un grupo de mujeres pequeño, que tiene mutaciones genéticas que las predispone al cáncer de ovario, se beneficiaría de una prevención primaria. No se podría sustentar con evidencia científica una campaña que pretendiera cubrir a toda la población postmenopáusica femenina, que es en donde se suele dar esta enfermedad a partir de los 50 años, en un sistema público de salud. Pero si lo planteamos desde la perspectiva de lo que sería un cribado oportunista y que a todas las mujeres que acudieran a una consulta ginecológica se les hiciera una ecografía transvaginal sí habría mujeres que tuvieran la enfermedad en ese momento y se beneficiarían. Yo creo que sí hay datos para avalar ese cribado oportunista, ya que la ecografía es una técnica inocua y no muy costosa comparada con otras, como la resonancia magnética. Además, está al alcance prácticamente de cualquier ginecólogo, pero tendrían que estar bien formados para detectar lo que puede ser un tumor. Cuando se ve algo que puede ser un problema hay dos opciones: plantear una eventual intervención quirúrgica o derivar a un centro especializado, como el que hemos montado de alta resolución, para hacer una especie de segundo cribado.
-En caso de alguna imagen sospechosa ¿Hay alguna otra prueba más precisa?
-Sí, claro. Podemos solicitar la opinión de un experto ecografista o pedir una resonancia. Nosotros en Pamplona hicimos un estudio en el que demostramos que en esos casos lo mejor es buscar la opinión de un experto para repetir la ecografía, porque tiene la misma validez para aclarar el diagnóstico y un coste inferior.
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