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Bella Pajares, oncóloga
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Bella Pajares, oncóloga
El cáncer es hereditario, pero apenas llegan a un diez por ciento como máximo del total. Esa es una de las principales conclusiones que se pudieron extraer de la conferencia '¿El cáncer se hereda?', pronunciada por la doctora Bella Pajares. Bajo este título, la facultativa de la Unidad de Cáncer Hereditario de la UGCI de Oncología Médica de los hospitales Regional y Clínico protagonizó este jueves el tercero de los encuentros participativos organizados por Diario SUR con el patrocinio de la Fundación Unicaja en el Salón de Actos de Unicaja ante la atenta mirada de casi un centenar de personas.
La doctora, que avanzó que ya han realizado estudios a cerca de 6.000 familias, comenzó con una explicación de cómo funciona la enfermedad. Tal como explicó, el cáncer se produce debido a las mutaciones. «Es una alteración en la secuencia de un gen, por eso es una enfermedad genética. Las células normales se convierten en células tumorales», desgranó.
Por ello, recalcó la importancia de diferenciar conceptos, y entender que el hecho de que sea genético no es lo mismo que hereditario. «El cáncer se considera una enfermedad genética esporádica (90-95%) y excepcionalmente hereditaria (5-10%). La posibilidad de que un cáncer sea hereditario es máximo del 10%», insistió.
Ya centrada en el motivo de la conferencia, la facultativa señaló que el cáncer hereditario puede llegar por mutaciones en genes concretos de los óvulos o de los espermatozoides, diferenciando entre dos tipos: las mutaciones germinales se heredan y se encuentran en todas las células; las mutaciones somáticas se encuentran en las células tumorales.
Pero, ¿cuándo se sospecha que puede ser hereditario? Bella Pajares considera que hay varias razones, pero que éstas se pueden resumir en factores como la edad joven del diagnóstico positivo de un pacientes, que existan varios tumores en el mismo individuo, o que se detecten varios familiares con cáncer.
Aun así, la oncóloga quiso destacar -y en parte tranquilizar- lo que supone esta 'herencia'. «El cáncer no se hereda, lo que se hereda es el riesgo; se heredan las papeletas». Para que el ejemplo fuera más ilustrativo, comparó lo que supone un caso con otro. «Si una mujer sin predisposición hereditaria juega con 12 de 100 papeletas para un cáncer (el 12% sufren de cáncer de mama), otra con predisposición jugaría con 20, 30 o hasta 60 papeletas, pero nunca con las 100».
Con los datos en la mano, apenas entre un 25 y un 50 por ciento de los pacientes con sospecha de tener un cáncer hereditario se va a confirmar que sufren una mutación, avanzó la doctora. «Pero un estudio negativo no implica un bajo riesgo. Hay muchos factores que la medicina aún no conoce», matizó.
Dentro de todas las tipologías, Pajares recordó que el más frecuente es el síndrome de cáncer de mama-ovario hereditario. «Solo un 10 por ciento se hereda, pero supone muchos riesgos. Mientras que el de mama es de un 12%, en el caso de que sea hereditario puede ascender hasta el 60% de probabilidades de sufrir la enfermedad», añadió.
La consulta
Bella Pajares fue presentada este jueves por el oncólogo Emilio Alba y por el director de Actividades Sociales de la Fundación Unicaja, Miguel Gil; en una ponencia que fue moderada por el periodista Pedro Luis Gómez. Además de las preguntas del público, la protagonista aprovechó para relatar cómo funciona una consulta de cáncer hereditario. En un primer paso se realiza una entrevista telefónica en la que se revisa el motivo de la derivación y se repasan los antecedentes familiares.
Ya en la primera consulta, se elabora el genograma y se observan las relaciones familiares. Luego llega el turno de establecer el riesgo y «saber transmitirlo»; y a continuación se realiza el estudio genético con el consentimiento informado, pero anticipando posibles escenarios según los resultados. Una vez obtenidos, se comunican y se procede a tomar medidas de «detección precoz, reducción de riesgo y de orientación a la familia», enumeró la oncóloga.
Lejos de quedarse ahí, Pajares también informó de los beneficios y de las limitaciones de la unidad. Así, ella permite un diagnóstico precoz, «identifica a individuos de alto riesgo, i dentifica a portadores y no portadores de una familia con mutación conocida; e influye en la atención médica». Eso sí, recalcó una vez más que no todos los sospechosos tienen estudio positivo y que persiste el cáncer esporádico. Además, no escondió que en ocasiones provoca «culpabilidad, ansiedad y tristeza», y que hay un riesgo de «alteración» de las relaciones familiares.
Por último, la doctora profundizó en las medidas a tomar en el caso del cáncer de mama hereditario, como la cirugía reductora 'salpingo-oforectomía bilateral', consistente en extirpar trompas y ovarios una vez finalizado el deseo reproductor, en torno a los 40-45 años, y la mastectomía profiláctica total «con conservación de la piel y reconstrucción inmediata». Asimismo, recordó la importancia de la autoexploración de la mama de forma mensual; la exploración clínica de la mama -en este caso semestral-; la resonancia magnética mamaria anual a partir de los 25 años; la mamografía anual a partir de los 30 años; y la ecografía transvaginal semestral a partir de los 30-35 años.
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