Secciones
Servicios
Destacamos
El camino que recorre un boxeador hasta alcanzar el roce invisible de la gloria está marcado por la soledad. Está el púgil, su entrenador y poco más. Un día sí y al otro también. Cus D'Amato, seguramente el preparador de boxeadores más grande de la historia, resumió a una mínima expresión lo que se necesita para ser un campeón: disciplina. ¿Y qué es exactamente disciplina? Muy fácil, según D'Amato. «Hacer aquello que se necesita que se haga». Tengas ganas o no. Da igual si brilla el sol o hace frío, si llueve o si cae una nevada. Samuel Molina, un joven malagueño de La Unión, sabe muy bien lo que es aplicarse a sí mismo este régimen. Solo así se explica que se haya proclamado campeón de Europa, venciendo al francés Jordy Weiss, este octubre, en la ciudad de Laval. El triunfo de 'La Esencia', así es su mote en el cuadrilátero, es mucho más que una victoria personal. Sirve también para catapultar de nuevo al noble arte a las cuotas de popularidad y atención que se merece. Méritos suficientes, entonces, para ser nombrado Malagueño del Año 2024. Un premio que recogió este miércoles emocionado y agradecido, además de dejar muy claro, con un mensaje cargado de ambición, que su camino no ha acabado aquí: «Voy a ser el próximo campeón mundial»
Acompañado por familiares y representantes de la Saga Heredia, esa forja de campeones que siempre ha luchado por mantener con vida al boxeo en Málaga, Molina aprovechó su discurso para animar a todos los jóvenes a luchar por sus sueños. «Que nadie os diga que es imposible», resaltó para dar luego las gracias al equipo que le rodea a diario. Destacó a su representante, Alejandro Heredia, por «llevar tan bien mi carrera». En un deporte donde los focos se concentran en el boxeador, Molina evidenció la importancia del trabajo en equipo.
Reivindicó el boxeo como deporte y también como escuela de valores. Una realidad que poco se parece a la imagen distorsionada que se ha representado muchas veces en las películas. Un deporte que es capaz de dar perspectiva a los que, por circunstancias de la vida, la han perdido. «Desgraciadamente, el boxeo no está bien visto. Tiene que ser por las películas. Pero la imagen que se da del boxeo no tiene nada que ver con la realidad. Es un deporte muy noble», dijo. Luego, para no dejar lugar a dudas, añadió: «El boxeo me ha salvado de la calle».
Por último, unas palabras emotivas para su madre. Molina, con la voz entrecortada por la emoción, se dirigió a ella. «Mamá, muchas gracias a ti. Nada de esto hubiera sido posible sin ti». En sus agradecimientos también hubo un lugar para SUR. «Le quería dar las gracias al periódico», señaló antes de recibir el galardón que le acredita como Malagueño del Año del jefe de Deportes, Antonio Góngora.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.