Ejemplos del progreso de Málaga

A lo largo de sus 25 años de historia el Festival de Málaga se ha consolidado en un referente nacional e internacional del cine en español. Un cuarto de siglo de vida cumple también la empresa Aertec Solutions, una consultora de ingeniería aeronáutica puntera en su sector. Una parte de los trabajadores de esta compañía se han formado en la Universidad de Málaga (UMA), que acaba de cumplir cincuenta años como referencia educativa en la provincia. Una tierra que vibró con la gesta protagonizada por el BeSoccer UMA Antequera al alcanzar la gloria de lograr la Copa del Rey de fútbol sala militando en la Segunda División. En primera se encuentra Soho Boutique Hoteles, la cadena fundada por el malagueño Gonzalo Armenteros y que cuenta con más camas en la capital. Sarah Almagro es una líder en su lucha para extender la vacuna contra la meningitis y fue subcampeona del mundo de surf adaptado, mientras que Luz Casal, gallega de nacimiento y malagueña de adopción, es una de las voces imprescindibles de la música española. Todos ellos son ejemplos del progreso de Málaga en los últimos años y por eso han sido reconocidos este año con los Premios Malagueños del Año, galardón que concede la Redacción de SUR.

La gala de entrega de estos premios, que cumplen su vigésimo tercera edición, se celebró este jueves por la tarde en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. El acto, coorganizado por Unicaja Banco, fue presentado por la periodista de SUR Ana Barreales -que lució un modelo, al igual que las azafatas, de la firma malagueña Julieta Brand- y contó con la presencia, entre otros, del consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Salado, el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, el rector de la UMA, José Ángel Narváez, la delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro, el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, el adjunto al CEO de Voento, Iñaki Arechabaleta, el presidente de la Cámara de Comercio, Sergio Cuberos, la presidenta de la Audiencia Provincial, Lourdes García Ortiz, o el juez decano, José María Páez.

Miguel Conde y Óscar Muñoz, capitanes del BeSoccer UMA Antequera recibieron de manos de Sergio Cortés el premio en la categoría de Deportes. En su intervención, Conde destacó que este premio es «un reconocimiento a una manera de entender el deporte basado en los valores deportivos y académicos» y agradeció el apoyo de antiguos jugadores, de los patrocinadores, y de los aficionados como «parte fundamental de nuestro éxito». «Este es un proyecto con mucho presente y un futuro prometedor. Esperemos que el fútbol sala siga creciendo en Málaga», remarcó Conde, quien recordó que este jueves se han cumplido siete meses de la consecución de la Copa el Rey.

En la categoría de Empresas el galardón fue para Aertec. La periodista Nuria Triguero hizo entrega del galardón a Antonio Gómez-Guillamón y Vicente Padilla, fundadores de esta compañía. Ambos empresarios coincidieron en afirmar que este reconocimiento es «un auténtico regalo de Navidad; los Reyes Magos se han adelantado con este premio». Asimismo, ambos pusieron en valor la labor que desarrollan los trabajadores de su empresa y el apoyo de Málaga. Así Gómez-Guillamón hizo hincapié en la importancia que tiene que las empresas «se integren en la comunidad».

Gonzalo Armenteros recogió de manos de Pilar Martínez el premio en la categoría de Turismo en reconocimiento a su empresa, Soho Boutique Hoteles.Al subir al atril se mostró «abrumado» de recibir un premio de esta categoría y valoró la importante capacidad creativa que reúne la ciudad. «Creo que los malagueños debemos creernos que somos una potencia muy importante; que sólo tenemos que creérnoslo, trabajar y salir adelante», afirmó.

El Premio Malagueño del Año en la categoría de Sociedad fue para Sarah Almagro, quien lo recibió de manos de Ana Pérez-Bryan. Recién llegada de una competición internacional y aún con el 'jet lag', Almagro tuvo una reivindicativa intervención dirigida a los responsables públicos después de que tuviera que ser amputada de sus extremidades por no estar incluida la vacuna contra la meningitis en el calendario vacunal. «¿Se han parado a pensar que gracias a mi caso vuestros hijos y nietos nunca van a sufrir las consecuencias de esta enfermedad que yo he sufrido? ¿Se han parado a pensar que si alguno de ustedes o sus seres queridos sufriesen esa enfermedad tendrían más fácil la vida gracias a mi caso? Pensaba que las administraciones trabajaban para los ciudadanos, pero después de esto...», dijo y pidió un centro de referencia para amputados porque «no hay nada por parte de la Junta de Andalucía» y pidió al Ayuntamiento de Málaga que confirme «si aceptan, cumpliendo la norma estatal, la zona azul para personas de movilidad reducida». «Es hora de que las palabras se conviertan en hechos», concluyó.

«Tengo un vínculo enorme con Málaga, aquí he encontrado el amor, la inspiración, la amistad. Málaga me ha dado muchísimas cosas en términos de inspiración», dijo Luz Casal al recoger el galardón en la categoría de Cultura de manos del periodista Alberto Gómez. La cantante recordó que durante el confinamiento escribió en Málaga algunas canciones y que este premio es «un magnífico colofón a un año de trabajo y proyectos realizados como mi último disco».

En la gala se entregaron dos premios especiales. El primero lo recibió el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, de manos de Regina Sotorrío. Vigar empezó su alocución diciendo que era extraño recoger un premio porque ellos están acostumbrados a entregarlos en el Festival de Málaga. «Es una situación muy grata recibir este premio, que viene a certificar que estamos avanzando y cumpliendo con cierta solvencia los objetivos que nos planteamos como es consolidar un importantísimo proycto que tiene a la ciudad de Málaga como referente y ha situado la imagen cultural de Málaga en un puesto muy prestigioso en el ámbito nacional e internacional», afirmó, al tiempo que subrayó que la comunión entre «los malagueños y su festival es única y despierta sana envidia» en otros festivales.

El segundo lo recogió el rector de la UMA, José Ángel Narváez, de mano del subdirector de este periódico, Javier Recio. «Queremos formar a personas en valores éticos y sociales. Queremos formar a personas críticas y libres. Y queremos formar a personas que creen en valores como la igualdad. Queremos seguir siendo el motor de desarrollo de la provincia y contribuir a «las transformaciones sociales para una sociedad mejor» subrayó Narváez, quien tuvo palabras de agradecimientos para sus antecesores en el cargo de rector y destacó al personal docente y laboral de la UMA.

Cerró el acto el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, quien puso el acento en «el éxito y el brillo» que desprenden los premiados y que, a su juicio, son un ejemplo de que en Málaga hay «talento, esfuerzo, ilusión, compromiso, tenacidad, empuje y capacidad de superación».

«Para la Junta de Andalucía y para mi consejería noches como esta son un aliciente para trabajar con cariño y mayor dedicación para conseguir una comunidad de éxito», subrayó Bernal, quien recogió el guante lanzado por Sarah Almagro

En las intervenciones del resto de responsables de las instituciones públicas hubo coincidencia en apelar al sosiego en la vida política ante el actual clima de crispación. Así, De la Torre deseó un 2023 de «paz, igualdad, sosiego y eficacia bajo el lema del bien común, que nos debe unir a la sociedad, las instituciones y la prensa». Salas sostuvo que el tono verbal que se está utilizado «está muy alejado de lo que la sociedad espera», mientras que Salado abogó por un próximo año con «menos crispación y más sosiego».

Para conseguir ese objetivo, el presidente de la Diputación defendió que se debe mirar a Málaga «donde hemos construido un progreso importante en todos los ámbitos gracias al consenso entre la sociedad civil y las instituciones públicas de todos los colores». A ello, según el subdelegado del Gobierno contribuyen los galardonados con los premios de Malagueños del Año 2022 porque con su ejemplo contribuyen a que «esta tierra sea un poco mejor», mientras que el alcalde de la capital añadió que los premiados son «ejemplos extraordinarios que nos suponen un estímulo y un ejemplo de que Málaga es una ciudad y una provincia que progresa y avanza».

El acto lo abrió el director de SUR, Manuel Castillo, quien defendió el papel del periodismo como «muro de contención frente a los atropellos del poder, sean estos políticos, económicos o sociales» y puso en valor el trabajo de los profesionales del periódico para cumplir «nuestro compromiso con vosotros (los lectores), con el periodismo, con la independencia y con la verdad».

«Son mujeres y hombres que desde su puesto de trabajo, sea el que sea, están dispuestos a dar la cara por ustedes, por los lectores. E incluso están dispuestos a que se la partan. Incluso estamos dispuestos a ser incómodos, porque cuando se hace periodismo no se puede contentar a todo el mundo todo el tiempo. Sabemos que SUR, algunas veces, también tiene que ser incómodo para sus lectores», afirmó y tras recordar las presiones que se reciben en un periódico, sentenció que SUR «ni se compra ni se vende».

Castillo recordó que cinco generaciones de malagueños han acudido cada mañana al quiosco en busca de su periódico y cara al futuro dijo que SUR «será lo que vosotros queráis que sea. Por nuestra parte seguirá siendo la voz de Málaga, ese altavoz con el que denunciar las injusticias, frenar los atropellos, celebrar los éxitos colectivos, defender a los desfavorecidos y controlar a los poderosos».

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