Pozoblanco espera a su Virgen de Luna

Eso sí, lo que toca este domingo es un apasionante recorrido de casi 15 kilómetros entre el mencionado santuario, situado en la conocida como Dehesa de la Jara, y el propio pueblo de Pozoblanco.

La ermita, que pertenece al quinto de Navarredonda, se encuentra ya de por sí en un sitio mágico, junto a un denso encinar que en su día fue territorio común de la conocida como Las Siete Villas, si bien hoy es territorio única y exclusivamente de Pozoblanco.

Eso sí, la ermita de la Virgen de Luna no ha estado exenta de litigios. En este caso, entre el municipio de Pozoblanco y el de Villanueva de Córdoba, que se la disputaban. Hoy, esa propiedad es para la primera, si bien ambas tienen garantizado que pueden compartir tanto el culto como la estancia de su imagen.

Este domingo no habrá disputas sino unión y, sobre todo, mucho fervor en el traslado desde la Dehesa de la Jara hasta la parroquia de Santa Catalina.

En el recorrido, presidido por la solemnidad, como manda la tradición, tendrá un especial protagonismo el designado como 'alférez', que enarbolará la bandera de la patrona mientras suenan los tambores.

Como en otros eventos religiosos tradicionales de Andalucía, el día de celebración no responde a la casualidad. En este caso la fecha tiene que ver con la segunda luna llena del año en curso. Es en esa fecha cuando se decide trasladar la imagen hasta el pueblo para su veneración en la iglesia.

Esta fiesta religiosa es una buena excusa para acercarse en esta época del año a esta comarca cordobesa, pero más concretamente al pueblo de Pozoblanco.

Allí aguardan distintos atractivos turísticos, como el rico legado histórico, el entorno natural, la gastronomía y, claro está, las costumbres más arraigadas y singulares como esta primera romería del año de la Virgen de la Luna.

Entre los enclaves más interesantes de esta villa cordobesa, están la iglesia de Santa Catalina, la ermita de la Virgen de la Luna, la plaza de toros Coso de los Llanos, la propia sede del Ayuntamiento, así como distintas casas señoriales de siglos pasados que acompañan en cualquier paseo por el pueblo.

Importante también es el capítulo del sabor. El argumento más sólido de la villa es, sin duda, la producción de cerdos ibéricos.