Vélez-Málaga, la intensa franja costera de la capital de la Axarquía

En los últimos días de la primavera, en el verano o hasta las primeras semanas del otoño es uno de los destinos turísticos más codiciados para los que busquen desconectar en breves o largas escapadas. Lo que hace siglos fue una zona de gran valor estratégico hoy es una de las joyas turísticas de la Axarquía.

En el núcleo de Valle Niza, se conserva todavía hoy una 'casa fuerte' del XVIII, aunque hay datos que apuntan a que se levantó originalmente como castillo dos siglos antes. Actualmente está ocupado por una prestigiosa escuela de hostelería, pero su situación a pie de carretera lo convierten en uno de los monumentos más fotografiados de la zona.

A pocos metros de allí se encuentra una importante cantera del siglo XVIII. De ella salió buena parte de la materia prima necesaria para construir la Catedral de Málaga. El complejo tiene en su interior, al aire libre, dos senderos peatonales, varios miradores, una antigua ermita e incluso una antigua iglesia rupestre, entre otros atractivos, aunque está pendiente su apertura como museo temático.

Hacia el este se llega hasta Almayate, donde se pueden encontrar dos zonas bien diferenciadas. Por un lado, el núcleo más en el interior que tiene un origen en una alquería árabe. Por otro, la zona costera o Almayate Bajo, en toda la franja litoral. Allí se puede ver otra torre vigía, conocida como la Manganeta. En esta zona destaca también el cerro del Peñón del Toro, donde se conserva todavía hoy un toro de Osborne. La altura de la colina es de casi cien metros y está ubicada junto a la playa.

Torre del Mar es con diferencia el más importante del litoral de Vélez-Málaga. Desde la década de los años setenta hasta la actualidad se ha convertido en todo un referente del turismo residencial de la Axarquía. Aunque se han perdido con el tiempo muchos de sus vestigios históricos, se conserva el encanto de sus playas y de su amplio paseo marítimo. Dentro de la urbe, además de su iglesia y la ermita, situada junto a la Noria, se conservan algunos vestigios industriales de su pasado azucarero, como algunos restos de ingenios. Uno de ellos está previsto que se convierta en un centro de interpretación del azúcar de caña.

Por otra parte, en el centro de la población sobresalen especialmente el paseo de Larios, que es su principal arteria peatonal. Muy cerca de allí se pueden ver hasta tres faros. Junto al más reciente, se puede ver uno construido en piedra, pero, mucho más curioso es el que se encuentra situado más en el interior, rodeado por bloques de edificios.

En uno de ellos, en el terrible bombardeo contra civiles en la famosa 'Desbandá', el farero, Anselmo Vilar, decidió apagar las luces por la noche para evitar que los atacantes pudieran ver a sus objetivos humanos. Es tan sólo una de las muchas historias que aguardan en estos faros.

A todo ello hay que sumar el valor ecológico de la desembocadura del río Vélez, junto al casco urbano. Se trata de un enclave de interés ornitológico por la presencia de distintos tipos de aves migratorias.

A tres kilómetros de Torre del Mar se puede visitar la Caleta de Vélez, una población famosa por su puerto pesquero y deportivo, que es actualmente la única construcción portuaria de la costa oriental de Málaga. Hasta allí llegan muchos de los pescados, mariscos y moluscos del Mediterráneo que después se preparan en establecimientos de restauración de la zona. Además, se ha consolidado en los últimos años dentro de los recintos náuticos y de ocio.

Gracias a la Senda Litoral de Málaga, hoy se puede hacer un bonito paseo entre Torre del Mar y La Caleta de Vélez.