Al antiguo cortijo de Auta se puede acceder hoy gracias a la décima etapa de la Gran Senda de Málaga. J. A.
ESCAPADA

El territorio del Campo de Cámara donde nació el hombre que desafió a un imperio

Riogordo ·

El cortijo de Auta, en la Alta Axarquía, es el lugar que hoy se considera como el más probable para el origen de Omar Ben Hafsun, que amenazó al poder de los Omeya desde Bobastro

Sábado, 23 de marzo 2024, 01:00

Aunque escasas para lo que se necesita en esta época del año, las pocas lluvias del invierno son suficientes para llenar de verde buena parte del paisaje de Auta, una antigua cortijada situada a los pies de impresionantes formaciones calizas que hacen de frontera entre ... Riogordo y Alfarnatejo.

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Pocos senderistas pueden sospechar que cuando hacen este abrupto recorrido entre las dos localidades axárquicas tienen un motivo histórico para detenerse en Auta. Al espectacular paisaje de contrastes entre grandes tajos y verdes praderas, hay que añadir un relevante dato que se remonta al antiguo Al-Ándalus.

Algún cartel avisa de que se está atravesando el territorio de Auta, en el que más han coincidido los historiadores en los últimos años en situar el lugar del nacimiento de Omar Ben Hafsun.

El caracol es uno de los emblemas gastronómicos de este pueblo del Campo de Cámara J. A.

Junto al arroyo Borbollón, que baja apresurado hacia el sur, pudo nacer a mediados del siglo IX este personaje histórico, que lideró una gran revuelta contra el poder de los Omeya, un auténtico imperio en occidente en aquella época. Ben Hafsun, que todavía tiene muchas incógnitas biográficas, creó en Bobastro un bastión que fue la capital de esa provincia rebelde que llegó a encolerizar a Abderramán III.

Hoy Auta es sólo una de las estampas más espectaculares del pueblo de Riogordo, situado en la parte sur de la Alta Axarquía, entre tierras fértiles dedicadas al olivar y al cereal, en lo que en su día fue la próspera comarca del Campo de Cámara.

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En el preludio de la primavera, este pueblo comienza a ofrecer una de sus mejores caras, con una gran variedad de colores en sus parcelas agrícolas y en sus montañas. Para comprobarlo basta dar un paseo por algunas de las rutas que hoy lo conectan no sólo con los mencionados Alfarnate y Alfarnatejo sino también con Comares, a través de la denominada Gran Senda de la Axarquía.

Parte de ese camino es el recorrido fluvial del río de la Cueva, el mismo que en su día llevaba 'aguas gordas' (densas por su contenido en mineral) y propició la actual denominación del pueblo.

La primavera es la estación idónea para visitar este pueblo malagueño. No sólo por los mencionados paisajes sino también por su agenda de eventos. Entre ellos, el más cercano es la famosa representación de El Paso de Riogordo, que cada año se celebra tanto el Viernes como el Sábado Santo en un escenario amplio y espectacular situado en el perímetro del casco urbano.

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Después llegará un rosario de eventos relacionados con las costumbres religiosas o la gastronomía. Una ruta de la tapa o una feria canina serán las principales citas del mes de abril, que darán paso a un mayo especialmente intenso, que arrancará con la tradición de la Cruz, continuará con la romería de San Isidro Labrador y pondrá el broche final con su feria de ganado y el Día del Caracol, en el que se rinde tributo a uno de los platos emblemáticos de este pueblo malagueño. Así, en esa jornada se volverán a cocinar los caracoles en caldillo, que se repartirán gratuitamente.

Pero, además de todos esos eventos gastronómicos y sus paisajes, Riogordo también merece la pena una escapada para conocer su patrimonio histórico. Parte de él está en el casco urbano, con muchos inmuebles anónimos que conservan rasgos arquitectónicos del pasado, aunque sobresalen especialmente la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, que es la patrona de la localidad. Junto a este edificio, que originalmente se levantó a finales del siglo XV, se puede también visitar la ermita de San Sebastián, a la que también se la conoce en el pueblo como la del Jesús Nazareno. En este caso, se trata de una construcción de finales del XVII.

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Además, Riogordo puede presumir también de tener una interesante colección de artes y costumbres de antaño gracias al Museo Etnográfico, donde se puede hacer un recorrido por la vida cotidiana en siglos pasados. Allí se conserva desde un antiguo molino aceitero hasta otra serie de utensilios agrícolas o domésticos que se usaban hasta hace poco más de unas décadas. Junto a este edificio, se encuentra la exposición municipal de Bellas Artes, en la que hay obras pictóricas y escultóricas.

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