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Sábado, 12 de enero 2019, 23:33
A un paso de este pueblo, muy cerca de la ermita de la Virgen del Rosario, se puede disfrutar entre otoño y primavera con este enclave ribereño. Popularmente conocido como El Chorro, se trata del nacimiento de uno de los arroyos del Guadalhorce. Tiene una zona habilitada para poder almorzar o tomar un tentempié al aire libre. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
En el camino desde el pueblo hacia la cima más elevada del Arco Calizo Central, la cumbre del Chamizo, se encuentra este balcón natural que permite disfrutar de unas bonitas vistas panorámicas. Lo idóneo para llegar hasta allí es hacer una ruta de senderismo que parte desde la ermita de la Virgen del Rosario y llega hasta allí en poco más de una hora a un ritmo sosegado. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Los primeros kilómetros del Guadalhorce discurren entre lomas pobladas de olivos que rodean al municipio de Villanueva del Trabuco, en la zona nororiental de la provincia de Málaga. El río comienza a cobrar vida en uno de los parajes de mayor belleza de la zona, la Fuente de los Cien Caños, un imponente nacimiento donde mana con fuerza el agua proveniente de la cordillera que forman las sierras Gorda y de Gibalto. Rocas calizas, pinos y olivos, junto a la vegetación típicamente ribereñas, sirven para componer un hermoso paisaje de contrastes alrededor de esta fuente, de construcción moderna, que hace años fue declarada como monumento natural de Andalucía. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
A un paso de la Fuente de los 100 Caños se puede disfrutar en plena naturaleza de una actividad con mucha adrenalina. Se trata de un enclave habilitado para disfrutar de un recorrido entre árboles. Así, los participantes pasan de uno a otro sobre puentes tibetanos y lianas, entre túneles o con tirolinas, pero siempre con las pertinentes medidas de seguridad. Este espacio, situado en uno de los bosques más frondosos de la comarca de la Sierra Norte de Málaga está explotado por la empresa Pindongos. En concreto, allí aguardan tres circuitos distintos (verde, amarillo y rojo), cada uno con una dificultad distinta, pero todos superables con algo de destreza. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Muy cerca de la pedanía archidonesa de Salinas, se pueden ver dos lagunas (la Chica y la Grande), que están protegidas como reserva natural por su valor ecológico. En ambas se han podido ver muchas especies ornitológicas. El cinturón de juncos que las rodea es propicio para la tranquilidad de las distintas aves que la frecuentan, ya que ambas se encuentran muy próximas a la A-92 (en sentido de Málaga hacia Granada). Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Sobre un cerro que domina visualmente buena parte de la Vega de Antequera, se encuentra la fortaleza donde, según la tradición oral, comienza la famosa leyenda de los Enamorados. Aún se conservan bastantes partes de aquel recinto amurallado, que todavía hoy se antoja inexpugnable. Desde muchos de sus rincones se ve con nitidez la Peña de los Enamorados, la misma que se describe en la famosa Leyenda de los Enamorados como trágico final de Tello y Tagzona. Las vistas panorámicas y los restos de la antigua fortaleza no son las únicas motivaciones que deben llevar al visitante hasta esta colina por un sinuoso carril asfaltado, ya que allí se erige la ermita de la Virgen de Gracia, construida sobre la antigua mezquita. Todavía hoy se conservan en su interior algunos de los rasgos arquitectónicos del templo árabe. Los más atrevidos podrán hacer una subida cargada de adrenalina a través de una vertiginosa vía ferrata. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Pasear por las calles de Archidona es sinónimo de viajar al siglo XVIII, la época dorada de esta localidad, que tiene el título de ciudad desde que se lo otorgara la reina regente María Cristina por méritos propios. Pero, sin duda alguna, el emblema para los archidoneses es la plaza Ochavada, construida hace algo más de doscientos años y considerada como una de las joyas urbanísticas de Andalucía. Su originalidad radica en la perfecta combinación de estilos tan diferentes como el francés dieciochesco y el mudéjar andaluz. Así, en pleno casco urbano, se encuentra este original espacio arquitectónico, que debe su nombre a los ocho lados con los que cuenta. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Esta localidad de la Sierra Norte de Málaga conserva valiosos enclaves etnográficos. Además de algunas fuentes notables, allí se puede visitar el lavadero de San Antonio, que ha sido restaurado hace algunos años. Se trata de uno de los más antiguos de la zona. Situado en una de las entradas del pueblo, tiene un gran valor etnológico, ya que fue usado durante siglos por las vecinas de este pueblo. Actualmente en su interior se encuentra el Centro de Interpretación de la Tradición Oral. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Otro de los balcones naturales de interés en la Sierra Norte de Málaga es el que permite tener una bonita perspectiva del pueblo de Villanueva de Algaidas. Se encuentra en el camino que va desde esta localidad a Archidona, incluido como la etapa número trece de la Gran Senda de Málaga. Este mirador es uno de los hitos más importantes de esa ruta, ya que desde allí se tiene una buena perspectiva de la ubicación del casco urbano entre campos de olivos y varios cerros. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Actualmente en Villanueva de Algaidas se puede ver no sólo parte de la obra del escultor Miguel Ortiz Berrocal, sino también su taller o lo que en su día fue la última vivienda que tuvo en el pueblo. Todo ello se engloba dentro de lo que se denomina Sistema Museo Berrocal. Dentro de ese complejo puede conocer parte del legado de este prestigioso artista nacido en el pueblo y fallecido en Antequera en 2006. Quienes visiten el estudio taller descubriráne el increíble y complejo proceso creativo y técnico de realización de sus esculturas desmontables. También se puede visitar la Casa-Museo, que permite conocer mejor la polifacética figura de Berrocal. Conviene concertar cita previamente para hacer una visita guiada Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Junto a la carretera local que comunica este pueblo con el barrio de La Atalaya y Cuevas Bajas, se encuentra una de las iglesias eremíticas más importantes de Andalucía. Se trata de una antigua iglesia rupestre, de origen mozárabe, construida entre los siglos IX y X. Los restos del templo están formados por dos cavidades independientes. Junto a esta antigua iglesia se encuentran los restos de un antiguo convento franciscano, que fue fundado por el primer Duque de Osuna en el año 1566. Por allí pasa una ruta en la que confluyen grandes recorridos muy importantes, como la Gran Senda de Málaga o el Camino Mozárabe. No muy lejos de este valioso enclave se puede ver el puente medieval del arroyo Bebedero. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Este pueblo malagueño atesora buena parte de su atractivo arquitectónico en una de sus vías más emblemáticas, la calle Real. Tanto en ella como en su entorno, el visitante descubrirá grandes casas señoriales, como la de los Cristales o la de Felipe Quintana. También sobresale la iglesia de San Juan Bautista, levantada en el siglo XVIII, y la antigua Venta de Juan González, por donde pasaron bandoleros nacidos en el propio pueblo como Luis Artacho y Salvador González y otros de localidades vecinas, como El Chato de Benamejí. La presencia de estos forajidos hizo que en aquella época se conociera al municipio de Cuevas Bajas con el sobrenombre de 'Cuevas de los Ladrones'. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Este pueblo malagueño es uno de los que tiene acceso al Genil, el principal afluente del Guadalquivir. Sus aguas son generalmente bravas, gracias a los aportes que se hacen continuamente desde el pantano de Iznájar. Esto permite que allí se puedan realizar actividades tan singulares como el descenso en balsas o rafting con empresas de turismo activo homologada. Además, merece la pena acercarse a la ribera y pasear para descubrir este singular enclave natural y agrícola. En este último sentido, hay que reseñar que ésta es una de las pocas zonas de la Península Ibérica donde todavía hoy se cultiva la genuina zanahoria 'morá'. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Restaurada y puesta en valor en los últimos años, esta noria, construida posiblemente en el siglo XVIII, tiene un gran valor etnográfico e histórico. Durante muchas décadas sirvió para aprovechar las aguas bravas del río Genil. Así, tuvo tanto utilidad hidráulica como un uso a modo de molino (para hacer harina). Hoy, además de ser una auténtica pieza de museo, es una excusa más para acercarse a la ribera del Genil. Está considerado como uno de los sitios más emblemáticos de la comarca de la Sierra Norte de Málaga. Por allí pasan algunos itinerarios de senderismo. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
La ribera del Genil es un sitio idóneo para la contemplación de aves. Por eso, allí se instaló hace algunos años un observatorio público. Este enclave, que forma parte del itinerario de Birding Málaga para el avistamiento de especies ornitológicas, está mimetizado con el entorno, lo que permite que se llegan a ver una gran diversidad de aves. Entre ellas, están el petirrojo europeo, la garza real, la garceta común, el andarríos grande, el escribano palustre, el ruiseñor común o el chochín común, entre muchas otras. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
En torno al valioso yacimiento de Medina Belda, gira este espacio cultural situado a los pies del monumento natural de la Falla de la Sierra del Camorro y muy cerca del pantano de Iznájar. Este centro de interpretación abre bajo cita previa, siempre que se solicite con antelación al email culturayturismo@cuevasdesanmarcos.es Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
Entre el pantano de Iznájar y el pueblo de Cuevas de San Marcos, se encuentra la Falla de la Sierra del Camorro, una formación caliza declarada como monumento natural de Andalucía por su valor geológico. Entre un mar de olivos emerge este macizo kárstico que supera los 900 metros de altitud sobre el nivel del mar. Sus espectaculares cortantes verticales tienen su origen en el Jurásico. En este enclave, se encuentra precisamente la cueva de Belda, una de las grutas más interesantes del país, que actualmente no está abierta al público debido a la presencia de una amplia colonia protegida de murciélagos. En la zona alta de la falla se encuentran los restos de lo que fue la ciudad medieval de Belda. Lee el reportaje completo aquí
Javier Almellones
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