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Autobuses de dos pisos, cabinas rojas, cambio de la guardia, Palacio de Buckingham, Harrods, Hyde Park, 'Dios salve a la reina'... Londres tiene iconos en cada esquina. Aunque en los últimos años ha añadido otro poderoso atractivo a sus calles gracias al turismo cinematográfico. Y, más concretamente, a la saga Harry Potter que no solo le ha dado un toque glamouroso a rincones archiconocidos como Piccadilly Circus, Trafalgar Square o la estación King's Cross, sino que además ha servido de inspiración para la creación de escenarios de las películas basadas en los populares libros de J. K. Rowling. La multinacional Warner ha transformado incluso los estudios cercanos a la capital inglesa en los que se filmó esta franquicia en un parque temático, que se ha convertido ya en la atracción más visitada del Reino Unido con más de ocho millones de entradas vendidas desde 2012. Pero para seguir los pasos de este aprendiz de mago por Londres no es necesario gastar un euro, ya que la ciudad tiene a simple vista una completa ruta por los diferentes títulos que han ido apareciendo en la gran pantalla desde 'Harry Potter y la piedra filosofal' (2001). Aquí tienes el itinerario imprescindible para ver la ciudad con algo de magia:
Piccadilly Circus
Como casi todas las rutas en Londres, la primera parada es la popular Piccadilly Circus, donde aparecen los protagonistas de la saga, Harry Potter, Ron y Hermione, cuando se teletransportan en la primera parte de 'Harry Potter y las reliquias de la muerte' (2010). Aparecen en un lateral del famoso panel publicitario de luces led de la céntrica plaza londinense, pero en lugar de la acera surgen en el asfalto y están a punto de ser arrollados por un autobús. Detener Piccadilly es como parar el corazón de Londres, pero la ciudad le debe mucho a esta todopoderosa saga de Warner, por lo que los productores consiguieron cerrar parte de la plaza para grabar esta escena durante una noche.
Minalima
Subiendo precisamente por la calle en la que casi atropellan a Potter & cía, Shaftesbury Avenue, pasamos por la zona de los teatros londinenses hasta Greek Street, donde se encuentra una de las sorpresas de la ruta. Se trata de la editorial Minalima, que fue la encargada de crear todo el diseño gráfico de los libros, posters, cartas, letreros y otros elementos impresos que aparecen en la saga de película. Esta compañía ha convertido su vieja sede en un pequeño museo que se puede visitar (abre de 12 a 19 horas) y en el que se puede encontrar buena parte del atrezzo gráfico de las películas. Una delicia de espacio -no solo para los fans- que se encuentra en un edificio muy antiguo de madera, en el que todo cruje. Entre los escenarios, se reproduce la escena de la llegada de las miles de cartas que se cuelan por la chimenea de la casa de los tíos del protagonista en la primera película, 'Harry Potter y la piedra filosofal'. El nombre Minalima surge de los apellidos de los dos creadores de esta empresa de diseño gráfico, Miraphora Mina y Eduardo Lima, y, frente al merchandising habitual, en su coqueto local se pueden encontrar auténticas piezas de coleccionistas. Eso sí, no son baratas.
Hardy's
Saliendo de nuevo a Shaftesbury Avenue nos dirigimos en dirección a Covent Garden para ponerle algo de dulzor al itinerario. Por el camino nos cruzamos en una esquina con el Palace Theatre, donde se representa la obra estrella de la cartelera londinense, 'Harry Potter y el legado maldito'. Si las entradas no se han comprado con meses de anterioridad, mejor olvidarse porque los precios de última hora son prohibitivos. El destino de esta tercera parada está en el número 25 de la calle New Row, la tienda de dulces Hardy's, que inspiró a J. K. Rowling para crear el establecimiento Honeydukes, que aparece por primera vez en la tercera película, 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban' (2004). Ranas de chocolate, grageas de vómito o tarros de cucaracha se pueden comprar en este comercio, en el que tampoco faltan las famosas cervezas de mantequilla. La tienda es una delicia, aunque las birras están mejor en fotos que de sabor.
Goodwin's Court
Muy cerca del momento dulce potteriano, se encuentra una de las joyas escondidas de la ruta. Un apartado pasaje que se anuncia como Goodwin's Court y que, sin muro que lo impida como en la película, se abre a una vía de estilo dickensiano que fue el que inspiró el popular callejón Diagon de la saga de Harry Potter. Ladrillos vistos oscuros, faroles decimonónicos y escaparates de cristal soplado forman parte de este singular espacio en el que no es difícil imaginar a Harry Potter cuando el gigantón Hagrid le enseña por primera vez esta populosa calle de comercios para magos y brujas. Desde luego, la cara de sorpresa de algunos visitantes que entran en Goodwin's Court se parece a la del mismísimo Harry y alguno parece buscar la tienda de Ollivanders, los famosos fabricantes de varitas desde 382 a.C.
Trafaltar Square
El trayecto nos lleva ahora hacia Trafalgar Square. Aunque de camino podemos pasar por Leicester Square, donde se encuentra el cine Empire, sede de los estrenos de la saga de Harry Potter. En la última entrega, la segunda parte de 'Harry Potter y las reliquias de la muerte' (2011), una gran alfombra unió las plazas de Leicester con Trafalgar, donde se instaló una pantalla gigante para que miles de fans siguieran el estreno. Las legiones de seguidores de esta saga mágica ya no están -su lugar lo ocupan miles de turistas-, aunque el rastro de las películas de Harry Potter se puede ver en otro edificio, la embajada de Australia que se encuentra en una esquina de Trafalgar Square. La fachada de este inmueble, con sus características columnas, fue la inspiración para crear el Banco de Magos, Gringotts, que multiplica por tres la fachada original y distorsionaba los reconocibles pilares para situarse en otro escenario más fantástico, el mismísimo callejón Diagon. Allí, las cuentas y los créditos dependen de los duendes, como todo el mundo sabe. Incluso los 'muggles' -los que no tenemos poderes... mágicos-.
Ministerio de Magia
Desde la esquina de Trafalgar Square, seguimos ruta por la calle ministerial Whitehall, hasta Great Scotland Yard Street esquina con Scotland Yard Place, donde se rodó la entrada al Ministerio de Magia, una de las escenas más deslumbrantes de la saga y que aparece por primera vez en 'Harry Potter y la orden del Fénix' (2007). El edificio que se ve en las imágenes es actualmente el Departamento de Comercio Internacional del Gobierno británico y en su exterior se colocó la cabina de teléfono que sirvió a Harry y al señor Arthur Weasley -padre de Ron- para entrar en el ministerio, que se encuentra en el subsuelo de este inmueble. Nueve plantas desde las que se dirigen los asuntos que afectan a los magos. Para Arthur, que es funcionario del Ministerio de Magia, este acceso es toda una novedad, por lo que en la película exclama: «Nunca he utilizado antes la entrada de los visitantes». Esta misma localización se utilizó para 'Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte 1' (2010), cuando el trío de magos protagonistas, Hermione, Ron y Harry, se hacen pasar por trabajadores del Ministerio gracias a la poción multijugos y consiguen colarse en el edificio.
Puente de Lambeth
Y ya que estamos en organismos oficiales, nuestros pasos se dirigen hacia el parlamento británico y el Big Ben para seguir hasta el puente de Lambeth donde se filmó una de las escenas más divertidas y trepidantes de la saga protagonizada por el Autobús Noctámbulo que recoge a los magos por Londres. A este singular transporte de tres pisos de color morado -se utilizaron tres típicos autobuses rojos para crearlo- se sube el protagonista en 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban' para recorrer las calles de la capital británica a una velocidad desmesurada hasta que llega al citado puente donde se encuentra de frente dos autocares municipales. Y cuando el choque es inevitable, la magia hace su aparición para que el Autobús Noctámbulo se estreche y pase sin un rasguño entre los vehículos que vienen de frente.
Puente del Millenium
De puente a puente y sigo porque me lleva la corriente del Támesis, cambiamos el sólido hierro fundido del Lambeth por el estilizado aspecto del acero del puente del Millenium. El paseo es agradable y vistoso siguiendo el litoral del río, pero caminando son unos 35 minutos, por lo que también se puede llegar en autobús tomando la línea 344 o combinando la 77 y la 381, aunque el tiempo viene a ser 5 minutos menos que caminando. El puente del Milenio, que comunica la City de Londres con la Tate Modern, fue una polémica construcción diseñada por Arup, Norman Foster y sir Anthony Caro, ya que tuvo problemas de vibraciones en un principio (se le llamó el 'puente tambaleante'). Fue cerrado, reforzado y vuelto a abrir dos años después. Una pesadilla para sus autores. Los guionistas de la saga hicieron realidad las previsiones más catastrofistas sobre esta pasarela al maquinar la escena de 'Harry Potter y el misterio del príncipe' (2009) en la que los mortífagos de Lord Voldemort provocan algo más que un traqueteo en el puente que acaba destruyéndose y saltando por los aires.
Estación de King's Cross
Y para terminar a lo grande nada mejor que visitar la estación de King's Cross para encontrar el escondido andén 9 ¾ desde el que parte el mítico expreso de Hogwarts. En este caso sí que es recomendable tomar el metro en la estación Maison House que va directo al destino o bien el autobús 46, ya que en caso contrario la caminata desde el Millenium Bridge son 45 minutos hasta el destino. A pie o en transporte, la estación internacional de King's Cross es una parada obligatoria, ya que, aunque el andén sólo existe en las novelas, las visitas de lectores y aficionados a la saga era de tal volumen que la compañía de trenes optó por recrear la escena en la que Harry Potter atraviesa el muro para acceder a la plataforma ferroviaria oculta para que los fans puedan fotografiarse. El exterior de la terminal en las películas tiene truco, ya que en realidad se trata del antiguo edificio de la estación que se encuentra al lado y que hoy es el hotel St. Pancras. Este es el edificio que aparece en 'Harry Potter y la cámara secreta' (2002), cuando Harry y Ron pierden el tren a la escuela y toman el Ford Anglia volador que se eleva ante la mirada atónita de unos cuantos 'muggles'.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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