Cútar: los rebeldes moriscos regresan a la Axarquía

Esta figura forma parte fundamental de esa parte de la historia del país y se recuerda muy especialmente en un pequeño pueblo de la Axarquía, a mitad de camino entre las rutas de la Pasa y de los Subtropicales. O lo que es lo mismo, entre El Borge y Benamargosa. Allí se recupera este fin de semana precisamente la Fiesta del Monfí, en la que se hace una regresión de medio milenio para recordar a estos personajes anónimos, que encajan con la forma de vida de los bandoleros que aparecieron años después en las mismas sierras.

Como otras fiestas temáticas ambientadas en Al-Ándalus y años posteriores, allí se podrá ver tanto mañana sábado como el domingo un ambiente muy especial, en el que se espera poder rememorar aquella época pasada con los cinco sentidos.

Los sonidos de la época se recrearán con música de trovadores y recitales de poesía andalusí. El olfato y el gusto también serán importantes para recordar la gastronomía de la época, que se emulará como en ediciones anteriores a través de algunas degustaciones de repostería árabe o incluso de la cuidadosa elaboración de almojábanas.

El tacto será el sentido que más se podrá ejercitar en los talleres de esparto y barro que se realizarán en estos dos días en este pueblo de la Axarquía.

Y la vista será la encargada de deleitarse con las exposiciones de lana, serpientes, corcho, armas o aves rapaces que están previstas hacer durante los dos días. Tampoco faltará una cita con el ajedrez, juego de estrategia especialmente vinculado a la cultura árabe.

En el programa de actividades previsto, destaca en la víspera de esta fiesta temática, la reapertura del Museo del Monfí, que ha estado cerrado al público durante los últimos años y que ahora vuelve a abrir con algunas mejoras notables. Será uno de los sitios que hay que visitar a lo largo del fin de semana para conocer mejor el legado de los monfíes.

Del antiguo Al-Ándalus se conservan en Cútar algunos vestigios, como la fuente árabe situada en la entrada del casco urbano, conocida como 'Aina Alcaharia' o de la Alquería. Este símbolo de la riqueza hídrica de la zona ha llegado a ser usado como uno de los lemas promocionales de Cútar, 'Fuente del Paraíso', ya que, según consta en escritos municipales, se llegaron a contabilizar hasta doce manantiales dentro de la villa.

Sus calles estrechas y empinadas recuerdan con su recorrido sinuoso el pasado árabe de esta villa de la Axarquía. El principal edificio religioso de aquella época es la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, un templo de estilo mudéjar, construido durante el XVI, si bien tuvo que ser reformado dos siglos más tarde.

Hay que tener en cuenta, en su contexto, que Cútar es uno de esos pueblos que pueden presumir de estar ubicados en el corazón de la Axarquía, rodeado por las localidades vecinas de El Borge, Benamargosa, Riogordo y Comares.

Dentro de su término municipal también cabe la posibilidad de disfrutar de enclaves naturales de gran belleza, gracias a la vegetación de ribera. Así ocurre en el lugar conocido como el del Salto del Negro, situado muy cerca de la localidad vecina de Benamargosa. También sorprende la existencia de la Peña de Hierro, un conjunto de rocas calizas que se erige entre el paisaje agrícola de esta zona.