Secciones
Servicios
Destacamos
Está declarada como complejo litoral de interés ambiental y como rincón singular de Málaga. Desde sus rocas se avista perfectamente el Peñón de Gibraltar al oeste. Tiene una arena fina, aguas transparentes y zonas rocosas que crean un espectacular contraste con los otros dos elementos. Son algunas de las características de Punta Chullera, la cala más occidental de Málaga, muy valorada por su relativa tranquilidad y por su valioso ecosistema.
Es la última playa cuando se va de camino a la provincia de Cádiz. Está en el extremo más suroccidental de Málaga, concretamente en territorio de Manilva, que puede presumir de tener uno de los litorales con mayor valor ecológico de Andalucía. Entre las calas que conforman su costa se encuentra precisamente esta de Punta Chullera, también conocida como Punta Cala Sardina, por su proximidad a la playa más oriental del territorio gaditano, en el término municipal de San Roque.
La playa, que cuenta con un chiringuito a tan sólo unos metros (en la contigua playa de los Toros), está muy bien acotada entre rocas, que, gracias a la erosión de las olas, parecen sacadas de una postal exótica. Es el resultado del sedimento procedente de la descomposición de los materiales del 'flysch' del Campo de Gibraltar (predominantemente de tipo areniscos silíceo) y de la acción marina.
Llegar hasta allí no es difícil, pero para ir en vehículo es necesario usar la N-340, y transitar unos metros por territorio de Cádiz si se viene desde la provincia de Málaga, ya que sólo hay una entrada por carretera posible, la que va en sentido Málaga. Existe también una pasarela peatonal, que lo une con una urbanización, aunque ésta tiene el acceso restringido a los residentes.
Desde donde se puede dejar aparcado el vehículo -en temporada alta, conviene ir temprano para encontrar sitio- hasta el arenal, hay un pequeño paseo por camino de tierra y unas escaleras. Junto a la cala contigua de los Toros, donde se encuentra el chiringuito Dieguichi, está esta otra, mucho más pequeña, aunque ambas tienen prácticamente el mismo acceso y una fisionomía similar. De hecho, los bañistas no suelen diferenciarlas por sus topónimos.
Junto a la cala más occidental de la provincia, se encuentra la torre nazarí de Chullera, que, según cuentan las crónicas, se usó hasta el siglo XVIII para vigilar esta zona tan cercana al Estrecho de Gibraltar.
Es un elemento histórico que se une al natural. En la zona más abrupta, se pueden encontrar algunas especies botánicas de interés, como el hinojo marino. En lo que se refiere a fauna, además de gaviotas, se pueden ver otras aves vinculadas a la costa, como págalos, charranes, golondrinas de mar o correlimos.
Desde hace más de una década, esta zona ha pasado a ser considerada como zona de interés territorial e hitos paisajísticos, al igual que su entorno más inmediato. En concreto, se incluye así al espacio comprendido entre los suelos urbanos de San Diego al norte, el dominio público marítimo terrestre y la playa de Chullera al sur, y Punta Chullera al este. Hoy es una de las pocas playas relativamente salvajes que se conservan en la zona occidental de la Costa del Sol.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.