Puente de San Juan: Aventura y sabor junto a un trepidante Genal

Cada verano, pese a que en el entorno hay piscinas municipales y otras pertenecientes a alojamientos rurales, es uno de los rincones más buscados para quienes quieren disfrutar de baños en aguas cristalinas.

De hecho, son muchos los que acuden a ver la poza natural que se agranda con la intervención humana en temporada alta y que se conoce popularmente como el Charco Redondo. Está a tan sólo unos metros del conocido puente y, por tanto, muy cerca también de los dos campings y la venta que hay un lado y a otro de dicha pasarela.

Esto supone que, en ocasiones, sean muchos los visitantes y poco el espacio para aparcar el vehículo. Los que quieran disfrutar de días tranquilos en estas aguas del río Genal deben optar por los días laborables y eludir los fines de semana en la medida de lo posible.

Algo más arriba del Charco Redondo, se encuentra el Estrecho, donde pocos llegan, ya que no forma parte de un itinerario señalizado sino más bien de un lugar pensado para quienes se dejan llevar por la intuición y buscan más tranquilidad a contracorriente.

Este lugar no es idóneo para cualquier tipo de público, ya que hay un tramo angosto sin orilla y con cierta profundidad.

Como alternativa a este enclave, que está a tan sólo unos metros del puente, se puede hacer la conocida como Ruta de las Pasarelas, que, en realidad, es la parte más vistosa de una de las etapas más espectaculares de la Gran Senda de Málaga, la que une Benalauría con Genalguacil. En este tramo, en concreto, que arranca en el mismo Puente de San Juan, hay indicaciones que facilitan bajar junto al Genal sin invadirlo, lo que siempre repercutirá positivamente en su rico, pero frágil ecosistema.

A través de pasarelas adosadas a la pared y puentes colgantes, esta ruta aúna adrenalina y naturaleza hasta llegar a otro de los lugares con alma del Bajo Genal, el Prado de la Escribana, situado entre Benarrabá y Genalguacil.

Pero, además de disfrutar del río y su entorno más inmediato, quienes hagan alguna escapada al Puente de San Juan no deben eludir visitas a los pequeños pueblos que hay en su entorno, como los antes mencionados Jubrique y Algatocín, que son dos de los posibles puntos de acceso.

A ellos hay que unir, por supuesto, Genalguacil, con el que se enlaza también por carretera. Eso sí, en cualquier caso estos caminos son sinuosos. Es el pequeño peaje que hay que pagar para llegar a un rincón mágico de la Serranía.

Río

Charco Redondo: Una espectacular poza de agua cristalina que tiene una pequeña playa.

Ruta de las Pasarelas: Tramo de la Gran Senda de Málaga, entre el Puente de San Juan y el Prado de la Escribana.

Pueblos

Algatocín: Pueblo con encanto conocido por monumentos como la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, la Fuente de San Antonio o la ermita del Calvario, un excelente mirador del Valle del Genal.

Jubrique: Sus pasajes y sus chimeneas son algunos de los elementos urbanos que más caracterizan este pueblo serrano que tiene su principal monumento en la iglesia de San Francisco de Asís.

Genalguacil: Este pueblo serrano es conocido sobre todo por ser un auténtico museo de arte contemporáneo al aire libre. A ello hay que unir su casco antiguo y las vistas panorámicas que tiene del Bajo Genal.

Venta

San Juan: Contiguo al puente, se encuentra este restaurante de amplia terraza, donde se pueden probar numerosos platos de carnes a la brasa, que es su principal especialidad.

Campings

San Juan: Junto a la venta homónima, ofrece áreas de acampada, bungalós y casas rurales.

Genal: Situado también junto al río, dispone de área de acampada, bungalós y restaurante.