Gaucín, el pueblo de la Serranía de Ronda que mira al Estrecho de Gibraltar

Más adelante se llega al mirador de Gaucín, un balcón que permite tener una panorámica amplia del pueblo y su castillo, pero también el telón de fondo que tiene al sur donde el Mediterráneo se asoma tímidamente con el permiso de las abruptas formaciones calizas que componen el paraje natural de Sierra Crestellina. Eso sí, mucho más amplias y espléndidas son las vistas que aguardan en el castillo del Águila, una fortaleza que por su posición sobre un cerro escarpado y por lo que se cuenta de su pasado es una cita ineludible para quienes visiten el pueblo o el Bajo Genal.

Ni siquiera el empinado trayecto que hay que afrontar para entrar en esta antigua fortaleza árabe puede ser una buena excusa para no adentrarse en la fortaleza. Eso sí, hay que tener en cuenta sus horarios de apertura, ya que normalmente sólo abre de miércoles a domingo. Este recinto amurallado es un cúmulo de virtudes. Paseando entre sus restos es posible percibir el valor estratégico y ahora pasiajístico de este recinto amurallado. La propia fortaleza también tiene su interés, ya que se trata de un recinto amurallado que se conserva en buenas condiciones.

Sobre sus cimientos romanos se mantienen las murallas que levantaron posteriormente los árabes. Según la leyenda, en uno de sus asedios encontró la muerte Guzmán El Bueno, uno de los personajes más famosos de la llamada Reconquista.

Este antiguo alcázar se sitúa a más de cien metros de altura sobre Gaucín por lo que sus restos se distinguen sin problemas. No es casualidad que se le conozca como el Castillo del Águila, ya que sobre él vuelan numerosas aves rapaces. Además de águilas reales y perdiceras, por este entorno deambulan halcones peregrinos y buitres leonados, que, de una forma u otra, se alimentan de la variada fauna que habita estos montes, en los que predominan los alcornocales. Dentro del propio castillo se puede visitar la ermita del Santo Niño, que data del siglo XVII, donde se rinde culto a su titular y se puede ver una talla policromada de San Juan de Dios.

Pero, afortunadamente, Gaucín es mucho más que el mencionado Castillo del Águila. Hay que recorrer las calles del pueblo para corroborarlo. Cerca de la plaza principal de este pueblo serrano, se conserva una valiosa fuente de piedra arenisca que fue construida en el año 1628. Es conocida por la Fuente de los Seis Caños por tener media docena de conductos desde donde manan aguas cristalinas.

Entre los detalles singulares de esta construcción del siglo XVII, están los pilones que en su día sirvieron de abrevaderos o la presencia de un escudo de armas nobiliario de la época en la parte superior de la fuente.

Si en el interior del recinto amurallado hay una antiquísima ermita, no hay que olvidar que en el corazón del pueblo se encuentra la parroquia local, dedicada a San Sebastián. Aunque como muchos otros templos de la zona, se levantó originalmente en 1505, su aspecto actual se corresponde más con el siglo XVII, ya que fue en esa centuria cuando tuvo una importante remodelación. De hecho, hoy sobresalen sobre todo algunos elementos de estilo renacentista, como son la portada o la torre campanario.

Además de sus principales enclaves de interés, no hay que olvidar las singulares costumbres y fiestas que hay en Gaucín. Entre todas ellas, está el Toro de Cuerda, que se volverá a celebrar el próximo Domingo de Resurrección.