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Hay quien añora la época en la que se podía bajar por el sinuoso carril de tierra, con algunos tramos hormigonados, hasta la misma playa ... del Cañuelo. Pero, compensa, y mucho, llegar hoy en un microbús y tener el arenal y su entorno más inmediato libre de coches. Esta llegada a la cala del Cañuelo es así un principio de desconexión, en un lugar único en el litoral andaluz, protegido como paraje natural de los Acantilados de Maro, tanto en su zona terrestre como en la marítima.
CÓMO LLEGAR: En coche: Acceso sólo hasta el aparcamiento habilitado junto a la N-340. En autobús: Desde el aparcamiento hasta el arenal hay un servicio de microbús-lanzadera por el que se puede acceder. Otras opciones: Además de poder ir hasta el arenal en transporte público se puede acceder a pie, por una ruta de senderismo y un carril, o incluso en piragua desde alguna cala cercana.
SERVICIOS Aparcamiento: Sí, junto a la N-340. Chiringuitos: Las Piedras y el Paraíso del Cañuelo. Hamacas: Sí. Duchas: Sí. Socorrista: No. Longitud: 700 metros. Anchura: Entre 10 y 30 metros. Arena: Oscura-grava. Nudismo: No. Ocio: Buceo y kayak.
En cuanto el visitante baja de la lanzadera de transporte público, por el que abona un importe casi simbólico, olvida los minutos de espera en la parada situada al lado del aparcamiento habilitado junto a la N-340. Ésta ofrece sus tramos más sinuosos precisamente en el entorno de los acantilados. A esas curvas que hay que sumar el descenso en el microbús.
Siempre está la opción de bajar a pie y dejar el regreso, cuesta arriba, para la lanzadera. Si es así, en un cuarto de hora se llega hasta el arenal en un sosegado paseo, en el que, hay veces que sorprende la presencia de alguna cabra montés. Este mamífero tiene en este territorio abrupto su particular paraíso frente al mar.
Buena parte del encanto de esta cala, resguardada entre acantilados, está bajo el mar. Lo normal es que las aguas estén cristalinas y permitan ver el rico ecosistema que hay con unas simples gafas de buceo. Eso sí, este verano hay quien se queja de las algas que hay que sobrepasar desde la toalla hasta meterse en el agua.
La cala es idónea para relajarse, pero los más inquietos no se resisten a subir por los caminos de cabra que hay en su cara más oriental para tener una bonita perspectiva de este lugar de ensueño. Otra opción es trepar y subir entre piedras para descubrir una pequeña ensenada abrupta y sin bañistas en la que disfrutar de más tranquilidad.
La playa del Cañuelo es idónea para echar un largo día de playa. Para quienes no quieran acarrear con la comida y la bebida con pesadas neveras existe la opción de disfrutar de la gastronomía más marinera en cualquiera de los dos chiringuitos situados en el arenal. El más cercano al camino de acceso es El Paraíso del Cañuelo. El otro está a tan sólo unos doscientos metros hacia el este.
En ambos establecimientos no faltan el 'pescaíto frito', los arroces marineros, moluscos, mariscos o pescados a la plancha, entre otras opciones de la gastronomía marenga y más mediterránea, junto a la que hay incluso otras posibilidades, como carnes o incluso pizza.
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