Cada verano el Charco 'Picao' aumenta su espacio para ser una auténtica playa ribereña. J. A.
Jubrique, Genalguacil, Algatocín y Benarrabá

Piscinas naturales en el Bajo Genal

Miércoles, 24 de agosto 2022, 00:28

Hay quien el verano no lo idealiza junto a un Mediterráneo cada vez más cálido, sino en agua dulce, sin salitre y sin olor a espetos o 'pescaíto' frito. El agosto o el septiembre perfecto puede estar en las aguas del Genal, uno de los ... ríos mejor conservados de la provincia de Málaga.

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Basta acercarse estos días de agosto y los primeros de septiembre hasta el Puente de San Juan, un lugar emblemático donde se unen por carretera los municipios de Jubrique y Algatocín. Por allí pasa una de las caras más amables de este río de la Serranía de Ronda, que va dejando a su paso espectaculares pozas cristalinas, que saben aprovechar bien en esta época del año numerosos bañistas.

Aunque en los pueblos antes mencionados y los más cercanos, como Genalguacil y Benarrabá, hay hoy piscinas, antaño estas charcas eran los lugares naturales donde mitigar el calor estival.

Aún hoy existe la costumbre de hacer en verano una represa en una de las pozas más próximas, el Charco 'Picao', para conseguir una gran piscina natural. En una orilla, el término municipal de Algatocín; en la otra, el de Jubrique. Entre ambas, muchos bañistas que disfrutan de la frescura y la limpieza de estas aguas dulces.

«Cada vez vienen más personas de otras zonas de la provincia o incluso de distintos puntos de la geografía andaluza, como Sevilla o Utrera», explica Begoña Ruiz, propietaria de la Venta San Juan, un conocido restaurante especializado en cocina a la brasa, que está situado en el lado jubriqueño del puente y del río.

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Esta zona del Bajo Genal es cada vez más conocida por parte de un público reacio a las multitudes de las playas y al salitre. Incluso, hay una tendencia acentuada de llegada de extranjeros, como señala Begoña.

Además del mencionado Charco 'Picao', río arriba hay otras dos pozas, más pequeñas, eso sí, en las que también suben numerosos bañistas y excursionistas, como el Charco Estrecho y el Esteban.

«En los últimos años estas pozas han perdido profundidad -por el material arrastrado de forma natural por el propio río-, así que hay mucha gente que se atreve a ascender por el río», explica la responsable de la Venta San Juan, que cuenta con una amplia terraza en la que de noche se escucha perfectamente el murmullo del río.

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Bajo el puente, río abajo, hay una poza de escasa profundidad y de aguas cristalinas. J. A.

Asegura Begoña que incluso hay vecinos de la zona que han podido conocer el legado natural y el etnográfico que aguarda más arriba gracias a la conservación de antiguos molinos.

También hay otras pozas habilitadas de forma algo más artificial debajo justo del puente, con muy poca profundidad, lo que hace posible que se bañen muchos niños o simplemente aquellos que no quieren que el agua le llegue a la cintura.

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Otra opción es río abajo durante algunos kilómetros por un sendero homologado para llegar hasta otra de las grandes pozas del Genal, también conocido por esos lares como arroyo Hondo. Se trata en este caso del Prado de la Escribana, situado entre los vecinos territorios de Genalguacil y Benarrabá.

Además del mencionado restaurante junto al puente de San Juan, que lleva décadas en la ribera, junto al puente hay dos campings, que hacen posible que cada año pasen por ahí parte de sus vacaciones cientos de familias y grupos de amigos, que buscan un verano diferente, con temperaturas más suaves durante el día e incluso muy refrescantes al ponerse el sol.

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Por un lado, está el camping San Juan, vinculada a la venta del mismo nombre. Por otro, el que lleva el nombre de Genal, situado en el término municipal de Algatocín, aunque sea tan sólo por unos metros.

Además de zonas de acampada, en ambos casos hay alojamientos más confortables, como bungalows.

El atractivo de la ruta de las Pasarelas

Además de darse un buen baño en el Charco 'Picao' o degustar el pulpo a la brasa o el codillo con patas panaderas de la Venta San Juan, en este enclave también se puede hacer en cualquier momento del año la Ruta de las Pasarelas. Se trata de un itinerario homologado, que confluye con una etapa de la Gran Senda de Málaga (entre Benalauría y Genalguacil), en el que se habilitaron varias pasarelas y puentes que hacen posible ir junto al río sin invadir el cauce.

Con un poco de habilidad y cierta condiciones físicas, se puede hacer sin problema este recorrido, cada vez más frecuentado, como apunta Begoña Ruiz, la propietaria de la Venta San Juan, que es quien muchas veces se encarga de informar a los excursionistas.

«A veces pienso que esto tenía que ser, además de un restaurante, una oficina de turismo, porque todo el mundo nos viene a preguntar», comenta con ironía Begoña.

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