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El alminar de Árchez, con unos quince metros de altura, es uno de los más importantes en su género de la provincia de Málaga.
Las dos perlas andalusíes de la Ruta Mudéjar de la Axarquía

Las dos perlas andalusíes de la Ruta Mudéjar de la Axarquía

Salares y Árchez, que son las dos localidades menos pobladas de la comarca, atesoran en sus respectivos cascos urbanos un rico legado histórico

Domingo, 9 de agosto 2020, 15:51

No cuentan con cómodos accesos por carretera y entre ambas ni siquiera suman seiscientos habitantes. Pero tanto Salares como Árchez, las dos localidades de la Axarquía menos pobladas, tienen un lugar importante dentro del rico patrimonio histórico de la provincia de Málaga. Ambas villas, que forman parte de la denominada Ruta Mudéjar de la Axarquía, tienen en común, más allá de su paulatina despoblación, un valioso legado andalusí, que, en ambos casos, se erige de forma muy especial a través de sus respectivos alminares.

Aunque no son los únicos minaretes de la comarca –también los hay en las aldeas de Corumbela y Daimalos–, éstos están considerados como dos de los emblemas más interesantes del pasado medieval axárquico. En el corazón de Salares, al que se accede sólo por un sinuoso laberinto de fachadas encaladas, se encuentra el alminar de la iglesia de Santa Ana, construido entre los siglos XIII y XIV. Relacionado con esta torre, en uno de los laterales de la parroquia, a modo de patio, se puede ver el solar que ocupó en su día la mezquita sobre la que fue construida. Allí se conservan incluso restos de este templo árabe.

Por su parte, Árchez, que tiene el término municipal más pequeño de la provincia, tiene en su alminar una auténtica joya de la arquitectura andalusí. Al igual que el de Salares –o los de Corumbela y Daimalos– hoy hace las veces de torre de campanario. En este caso, de la iglesia de la Encarnación. El minarete en cuestión fue levantado en el siglo XIV, y, al igual que el de Salares, tiene la declaración de monumento histórico artístico desde hace más de cuatro décadas. De los dos minaretes de estilo almohade, el más alto es de Árchez, que ronda los quince metros, mientras que el de Salares tiene unos doce.

Pero además de los alminares en ambas villas, que distan entre sí menos de siete kilómetros, aguarda un rico patrimonio histórico. Parte de la herencia andalusí se intuye en el recorrido de calles angostas y empinadas –sobre todo en Salares– que recuerdan ineludiblemente su pasado medieval.

Salares. Tan sinuoso como su acceso por carretera es el laberinto de calles estrechas y empinadas que aguarda en el casco urbano del que hoy es el municipio de la Axarquía con menos habitantes.

En el caso de Salares, dentro del pueblo, además de pasear por su casco urbano, se pueden ver otros puntos de interés, como la Casa Torreón y el que se conoce como Puente Romano –aunque por su aspecto parezca más bien medieval– de Salares, situados ambos a escasos metros del mencionado alminar de Santa Ana.

Por su parte, en Árchez merece la pena recorrer sus riberas a través de la denominada Ruta de los Molinos. Se trata de un itinerario habilitado recientemente que permite hacer un recorrido circular y fluvial que llega hasta la localidad vecina de Canillas de Albaida. A través de este sendero, de escasa dificultad, el viajero podrá tener una perspectiva única del propio pueblo y pasar junto a algunos antiguos molinos harineros de la villa, como el de Matías o el de Doña Fidela.

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