Siete lugares gratuitos e idóneos para visitar con niños en Semana Blanca

En todos ellos, habrá tiempo para divertirse y, al mismo tiempo, para aprender más sobre el rico patrimonio histórico y natural que tiene hoy la provincia de Málaga.

Llama la atención por su nombre, pero sorprende más cuando se llega hasta ella. Esta espectacular gruta, que está declarada como monumento natural de Andalucía, es una joya de la geología e incluso de la arqueología (se han hallado distintos vestigios prehistóricos). Aunque el público en general no puede entrar en ella, sí se puede ver su cara más insólita, ya que por su entrada brota con fuerza el río Gaduares o Campobuche, un curso fluvial que es subterráneo hasta que ve la luz allí mismo formando el conocido como Charco Frío, una poza de aguas cristalinas que son tan gélidas como su denominación adelanta. Después baja unos metros para unirse al Guadiaro. Los pequeños podrán disfrutar con sus padres de este breve recorrido, pero podrán ampliarlo si se acercan a Estación de Benaoján para ver cómo baja el Guadiaro por allí o la fuerza que coge otro afluente (Nacimiento de Benaoján) a la altura del Molino del Santo. Esta visita se puede complementar con un recorrido por el complejo que forman el pantano de los Caballeros y la Cueva del Hundidero, en Montejaque, justo al otro lado de la gruta de Benaoján. Los tres enclaves guardan una importante relación.

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Ni siquiera los expolios que se han realizado durante muchos años en este enclave arqueológico, le pueden restar la importancia que como tal tiene. Hoy es una de esas joyas de la historia que se pueden ver gratis en la provincia de Málaga, donde se puede hacer un recorrido por una zona que ha sido estratégica durante milenios. De hecho, lo que guarda en Acinipo no es sólo el vestigio de una próspera villa romana sino también de otros asentamientos anteriores. No en vano, allí se han encontrado huellas de los hombres de la Edad del Cobre. Este rincón con historia se encuentra en el término municipal de Ronda y en su entorno hubo hace milenios extracciones de distintos minerales e incluso un importante acuífero, que sería fundamental para que fuera un lugar habitable. Hoy quedan restos de un teatro y una gran plaza pública como elementos más destacados, pero hay mucho más. Los más pequeños podrán disfrutar especialmente si se hace una visita guiada, ya que los encargados de la misma hacen un recorrido muy pedagógico en el que los niños se sentirán auténticos arqueólogos. Hasta allí se puede llegar perfectamente en coche, aunque también existe la opción de hacer una larga ruta de senderismo desde Montecorto (casi 9 kilómetros).

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Sí, se pueden visitar gratuitamente. La trilogía megalítica que está declarada como Patrimonio Mundial del Humanidad desde 2016, junto al Torcal de Antequera y la Peña de los Enamorados, se puede conocer sin pagar por la entrada, siempre y cuando se acredite que el visitante es de la Unión Europea (el resto sólo abonará 1,5 euros). En este conjunto arqueológico se puede ver el Dolmen de Menga, que es una espectacular construcción que es referencia del megalitismo europeo desde el siglo XIX. Muy cerca de éste, se encuentra el de Viera, que tiene 21 metros de longitud. Y más alejado, se encuentra el Tholos del Romeral, que, a diferencia de los otros dos, se utiliza una técnica de falsas cúpulas para techar la construcción. A todo ello hay que añadir el Museo del Sitio, que es un espacio situado junto a los dólmenes de Menga y Viera que resulta fundamental para conocer este conjunto megalítico. Lo idóneo es hacer una visita guiada para que los niños y también los mayores puedan conocer más sobre estas sorprendentes construcciones y sus relaciones con la Peña de los Enamorados o el cambio de las estaciones.

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Hasta hace unas semanas podría parecer poco recomendable visitar este gran humedal. La sequía había hecho aflorar el gran desierto de sal en que se queda cuando no hay agua. No en vano, se trata de una laguna salina, que ya aprovecharon los romanos hace siglos. Pero las últimas lluvias, aunque muy escasas para lo que se necesitan, han hecho que este enclave, protegido como reserva natural, luzca una lámina de agua que ha sido suficiente para que aparezcan por allí de nuevo miles de ejemplares del vistoso flamenco rosa. Quienes visiten este enclave podrán hacer breves rutas por el entorno mientras que le sobrevuelan éstas y otras aves que tienen allí su hábitat. Hay dos senderos cortos que bordean el humedal desde el centro de visitantes José Antonio Valverde, que resulta fundamental visitar para que los niños conozcan mejor esta laguna y sus habitantes. Igualmente, hay un sendero que parte desde el propio pueblo, el del Cagarzo, que permite conocer tanto la laguna como la propia localidad.

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Historia, vistas panorámicas y ocio aguardan en este interesante binomio de la Costa del Sol Occidental. Por un lado, está el castillo de Sohail, visible desde la A7 a su paso por Fuengirola. Esta fortaleza está situada junto al cauce del río Fuengirola, donde hoy hay un cuidado parque fluvial. El recinto amurallado se encuentra en un pequeño cerro con apenas 40 metros de altura sobre el nivel del mar. Esa elevación es suficiente para tener una de las mejores vistas del litoral. Aunque fue construido originalmente por los romanos, su estructura responde a la diseñada ya en época de los califas, que fue remodelado en parte por los almorávides en el siglo XII. Sus cambios más notables se dan a partir de 1.485, cuando la plaza es tomada por las tropas cristianas, que añaden y eliminan distintos elementos arquitectónicos. Hoy se puede visitar gratuitamente y se puede complementar con un paseo por el parque fluvial que acompaña al antes citado río Fuengirola en su llegada al mar. Este espacio está pensado especialmente para el disfrute al aire libre, sobre todo para los más pequeños. Cuenta con más de 120.000 metros cuadrados de superficie y cuenta, además del cauce del río, con amplias zonas verdes, fuentes, bancos y glorietas

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Aún quedan algunos días para que el verdor se apodere del castañar del Valle del Genal y lo vuelva a llenar de un color más intenso, pero, pese a la ausencia de hojas, no deja de ser un mal momento para disfrutar de un recorrido por el conocido como Bosque Encantado de Parauta. Este espacio comprende un recorrido senderista que aprovecha la ruta homologada que une a Parauta con Cartajima para crear en sus dos primeros kilómetros un mundo abierto a la fantasía, con personajes fantásticos vinculados al bosque que han sido ideados y tallados por el escultor Diego Guerrero. Este recorrido sorprende tanto a niños como mayores, por la diversidad de imágenes que se han ido colocando desde el verano de 2022. Además, como complemento, se puede visitar el casco antiguo de este pueblo, donde llaman la atención decenas de sillas de anea adosadas a las paredes o la espectacular encina de Vallecillo. Además, en el entorno se pueden hacer visitas a Júzcar, conocida hoy como la Aldea Azul, a Cartajima, donde hay numerosos murales en fachadas, o Pujerra, donde se han instalado en los últimos meses tanto trabajos de croché como sorprendentes esculturas. Todo esto se encuentra en la zona conocida como Alto Genal.

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Durante años su colección estuvo guardada, pero afortunadamente desde finales de 2016, se abrió al público en el Palacio de la Aduana. Hoy es una de las muchas visitas gratuitas que se pueden hacer en la provincia, que satisfarán tanto a padres como a niños a partir de cierta edad. Además de valiosas obras pictóricas y escultóricas, aguardan restos arqueológicos sorprendentes, como la famosa mandíbula -y fémur, también- del Boquete de Zafarraya, que en su día supuso todo un hito para entender la vida del Neandertal. A esta pieza hay que unir otras que demuestran la importancia de los asentamientos humanos en la provincia de Málaga durante la Prehistoria, como la Venus de Benaoján (hallada en la Cueva de la Pileta) o un ánfora del Cerro del Villar (Málaga). Pero para muchos en esta sección arqueológica es la conocida hoy como 'Tumba del Guerrero', hallada en una excavación en Málaga en un sorprendente estado. Hay muchos misterios sobre la identidad de este personaje, que podría haber sido un mercenario griego que estuvo en la antigua Malaka en el siglo IV a.C.

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