Bajo la atenta mirada del pico Martín Gil, Jimera de Líbar ofrece distintas caras a lo largo del día en función de los rayos del sol o de la ausencia de éste. Situado en el corazón del tramo malagueño del Valle del Guadiaro, este pueblo ... se ha convertido en los últimos años en uno de los más codiciados para disfrutar del turismo rural. No en vano, sorprenden la cantidad y la calidad de alojamientos que hay hoy en esta coqueta villa serrana, que tiene entre sus principales atractivos su ubicación en un lugar estratégico. Por su situación geográfica, es un lugar idóneo para explorar los principales espacios protegidos del entorno, como es el caso de los parques naturales de Los Alcornocales y Sierra de Grazalema, a los que se accede a través de los municipios vecinos de Cortes de la Frontera y Benaoján. A ello hay que unir el enlace directo que tiene con el contiguo Valle del Genal a través del pueblo de Atajate.
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Pero sería un grave error usar a Jimera de Líbar solo como un campamento base. Esta localidad tiene recursos turísticos suficientes que merecen una escapada en cualquier época del año. Así, cuando el verano está llegando a su final y hasta incluso principio del otoño, puede ser uno de los destinos más idóneos de la zona.
Sus agradables temperaturas de día lo hacen recomendable para disfrutar de los últimos chapuzones estivales en el Guadiaro. Este río se ofrece como piscina natural en algunos de sus tramos, como el que se consigue cada verano con un dique a tan sólo unos metros de la Barriada de la Estación de Jimera.
Además, la propia ribera es idónea para pasear con la custodia de chopos y otra vegetación de ribera que dan frescura a cualquier recorrido. Para no perderse en el intento, lo más recomendable es usar el trazado de la vigésimo quinta etapa de la Gran Senda de Málaga, que une por un camino existente previamente entre Jimera de Líbar y la Estación de Benaoján. A ello hay que unir otra posibilidad en sentido contrario, la que une a la barriada jimerana con Cortes de la Frontera, en la que se utiliza la ribera del Guadiaro como buena parte del camino.
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No son ni mucho menos las únicas opciones que ofrece Jimera de Líbar para los amantes del senderismo. Desde la propia villa se puede hacer la denominada como Ruta de Fray Leopoldo que intenta emular el recorrido que el famoso beato hacía cada vez que visitaba su pueblo desde la estación ferroviaria a su pueblo natal, Alpandeire. Otra opción de larga distancia es la etapa 26 de la Gran Senda de Málaga, que une a esta pueblo del Valle del Guadiaro con Benalauría, en el Bajo Genal.
Tampoco faltan senderos locales, veredas y otras rutas que permiten recorrer el territorio jimerano a través de itinerarios intuitivos y bien señalizados. Gracias a esos caminos, se puede conocer la abrumante diversidad biológica y los muchos paisajes que tiene esta localidad malagueña.
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Tampoco hay que eludir otras visitas de interés tanto en el núcleo principal de Jimera de Líbar como en la Barriada de la Estación. En el primer caso, el edificio más emblemático es la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. En la entrada del casco urbano, se encuentra una antigua fuente construida en el siglo XVIII, junto a un lavadero restaurado hace unos años. En el caso del núcleo ferroviario, la ermita de la Virgen de la Salud es su único edificio religioso, que tuvo un precedente con el mismo nombre en una capilla situada en la Cañada Real, de la que apenas quedan algunos restos visibles.
Jimera también tiene un atractivo especial en su gastronomía. Por un lado, cuenta con restaurantes y bares que ofrecen una cocina tradicional muy unida al terruño. Por otro, hay comercios, como La Tienda de la Estación, donde es posible encontrar productos locales y comarcales con una muy buena relación calidad-precio, como derivados del cerdo, conservas, miel o queso.
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Qué visitar Baños. A un paso del núcleo de la Estación de Jimera se encuentran las principales pozas para poder darse un refrescante baño en aguas cristalinas. Dónde: Acceso por la avenida de la Barca. Ribera del Guadiaro: desde la Estación de Jimera hay un bonito camino fluvial junto al Guadiaro. Dónde: Acceso a pie por la etapa 25 de la Gran Senda de Málaga. Ermita de la Virgen de la Salud: Santuario situado en la Barriada de la Estación, que tiene su antecedente en otra ermita anterior no muy lejos de allí, de la que apenas se conservan restos. Dónde: En Estación de Jimera. Iglesia de Nuestra Señora del Rosario: Templo principal del pueblo, levantado en el siglo pasado, que preside la plaza principal del pueblo. Dónde: En el centro de Jimera de Líbar. Fuente y Lavadero: Construcción que data del siglo XVIII y que se conserva en parte gracias a una reciente restauración. Hasta hace unas décadas fue fundamental para la población de Jimera. Dónde: En la entrada del pueblo.
Dónde comer Alioli. Cervezas de calidad, hamburguesas y tapas son las especialidades que ofrece este coqueto establecimiento, donde hay incluso música en directo habitualmente. El establecimiento lleva ya varios años siendo un punto de encuentro para residentes extranjeros, turistas y los oriundos de Jimera de Líbar y otros pueblos del entorno. Dónde: En la Estación de Jimera. La Oveja Negra: en el camino de la Estación a Jimera hay que detenerse en este restaurante que está especializado en carnes a la brasa y al horno, donde destacan distintos cortes de buey, ternera y cerdo ibérico. A ello hay que unir carne de cordero, desde chuletitas hasta una pierna o una caldereta. Ademas, en su carta ofrecen tostas variadas, platos de cuchara, quesos andaluces, ensaladas muy variadas y algunas opciones de pescado guisado. Dónde: En la carretera, junto a la piscina municipal de Jimera.
Dónde alojarse Los Lirios: a un paso del casco urbano de Jimera, se encuentran las tres casas rurales que componen el complejo turístico de Los Lirios, equipadas para una cómoda estancia en cualquier época del año. En concreto, las tres viviendas reciben los nombres de La Jara, Albahaca y Los Lirios. Además de contar con piscina y amplias habitaciones, sobresalen sus vistas panorámicas. Dónde: Acceso por la MA-509. Villa Sandía: un alojamiento tan original como divertido es el que espera en el complejo Molino La Flor. Allí se han habilitado singulares estancias con forma de sandías y pepinos. Es un ejemplo más de glamping, una tendencia que apuesta por acampadas con más comodidad. Dónde: En el complejo rural Molino La Flor.
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