El hotel de Ojén que albergó a Charles de Gaulle hace medio siglo

A un paso de la ciudad de Marbella, pero en plena sierra, el mandatario galo encontró la tranquilidad y el sosiego que necesitaba para descansar y desconectar de los ajetreados momentos por los que pasaba su país por aquel entonces.

Poco después de haber dejado sus responsabilidades políticas tras las tensiones del conocido como Mayo del 68, De Gaulle decidió alejarse de su país y adentrarse en España durante casi un mes. Para ello y ante las amenazas terroristas que tenía en aquellos años, pidió al gobierno franquista que le recomendara alojamientos idóneos. Éstos fueron algunos paradores nacionales.

De Gaulle no fue directo a la provincia de Málaga. Prefirió atravesar de norte a sur todo el país y no precisamente por la forma más directa. Entró el 3 de junio de 1970 por la localidad vasca de Irún y pasó por Santillana del Mar (Cantabria), Cambados (Pontevedra), El Escorial (Madrid), Toledo, Jaén, Granada y Córdoba.

Diez días después, tras haber visitado algunos de los monumentos más importantes del país, como la Catedral de Santiago o la Alhambra, llegaba al Refugio del Juanar, situado en uno de los tantos edenes que hoy tiene la comarca malagueña de la Sierra de las Nieves. Desde aquel día 13 hasta 3l 27 de junio, el general francés y su esposa disfrutaron del sosiego que todavía hoy respira esta recóndita e histórica finca situada en el término municipal de Ojén.

El matrimonio De Gaulle pudo conocer las excelencias gastronómicas de este hotel y, al mismo tiempo, recorrer algunos de los caminos, hoy convertidos en cómodas rutas de senderismo, que rodean a este establecimiento. Se cuenta incluso que el 18 de junio, día en el que el país francés se celebraba el aniversario de la Resistencia Francesa, el ex mandatario se acercó a pie a uno de los miradores que vigilan desde allí Marbella.

Todavía hoy se conserva la habitación elegida por el general para su estancia. La número 3, que es una 'suite', que cuenta incluso con chimenea. Junto a la recepción, también se puede ver incluso el generoso cheque de cincuenta mil pesetas que De Gaulle dejó como propina a los trabajadores del parador. Esa cantidad equivalía a un mes de sueldo de toda la plantilla.

En las dos semanas de estancia, De Gaulle se ganó las simpatías de los empleados del alojamiento. Estos, agradecidos también por aquella propina, enviaron un telegrama de condolencia por el fallecimiento del general tan sólo unos meses después, el 9 de noviembre del mismo año. En sus días en el Refugio del Juanar el que fuera presidente de la República Francesa avanzó en sus memorias, pero no pudo ni mucho menos acabarlas, ya que éstas quedaron inconclusas.

Este hotel ha albergado a lo largo de su historia a otras personalidades. Su origen, eso sí, hay que buscarlo hace algo más de dos siglos, cuando fue uno de los refugios utilizados por la emprendedora familia Larios para descansar y practicar la caza. El actual edificio, que se levantó en 1906, llegó a acoger, según recogen algunas crónicas, al rey Alfonso XIII, atraído por la caza que se podía practicar en el entorno.