Un recorrido por los museos más originales del Valle del Guadalhorce

Es el leitmotiv de una original ruta por los museos de esta fértil comarca malagueña, que se ofrece también como un destino cultural, que complementa perfectamente Málaga. Coín, Pizarra o Alhaurín el Grande son algunos de los municipios que hoy cuenta con colecciones visitables que dejaron como legado de una u otra forma los creadores antes citados.

Así, en el antiguo Convento de Santa María de la Encarnación, uno de los edificios más antiguos de Coín, se puede ver desde hace tres años, el Centro Antonio Reyna Manescau de Coín, que está dedicado al pintor nacido en la localidad en 1859.

Promovido por la Fundación García Agüera, este espacio ofrece un recorrido por la colección de obra original del artista, fallecido en 1937. Fotografías, documentación, trabajos de investigación y publicaciones, bibliografía, objetos personales y otros contenidos de interés se pueden ver en la visita a este espacio museístico de Coín.

Lo que más sobresale es, eso sí, la exposición permanente bautizada 'Íntimo y Universal', con fondos del Ayuntamiento de Coín, la Diputación Provincial de Málaga y principalmente de la Fundación García Agüera y colecciones privadas de amigos de la fundación, familiares y admiradores del artista.

Reyna Manescau, conocido como 'el pintor de Venecia' por haber pintado muchos lienzos de esa ciudad, vivió en Roma desde 1882 hasta su fallecimiento. Hoy se puede conocer mucho más sobre su vida y su obra gracias a este espacio situado en el centro de la villa que lo vio nacer y pasar su infancia y juventud.

Otro espacio cultural que no hay que perderse en el Valle del Guadalhorce es la Casa Museo Antonio Gala-La Baltasara, en Alhaurín el Grande. Este inmueble, situado en una finca próxima al río Fahala, es conocida así porque en ella residió el famoso escritor cordobés Antonio Gala a finales de la década de los años ochenta.

El dramaturgo y poeta adquirió esa vivienda, construida en el siglo XIX, y respetó su arquitectura original en una época muy importante en su bibliografía, ya que ahí decidió dar el salto del teatro a la novela.

Hoy los visitantes pueden conocer los rincones de esa vivienda. Entre ellos, el jardín secreto en el que Gala se reunía con sus amigos más íntimos.

La vivienda, adquirida en 2020 por el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, cuenta con una superficie de casi 400 metros cuadrados dentro de una finca de más de 30.000 metros cuadrados entre jardines y huertas.

La casa conserva una muestra de todo el mobiliario, enseres, objetos personales y biblioteca que el escritor albergó en la que fuera su residencia de verano desde los años ochenta, un legado que se ha mantenido intacto tras el traslado definitivo del escritor a su residencia actual en Córdoba.

Mucho antes de que se inauguraran éste y el Centro Antonio Reyna Manescau estaba abierto al público el Museo Municipal de Pizarra, que debe parte de su legado sobre todo a Gino Hollander.

Este pintor estadounidense, fallecido en el año 2015, vivió durante muchos años en la provincia de Málaga. Concretamente, construyó en la década de los años 60 su propia casa en Pizarra, donde fue seducido por las costumbres y el legado del interior de Andalucía.

Allí decidió crear su propio museo, compuesto tanto piezas arqueológicas como por herramientas y utensilios de antaño y, por supuesto, algunas de sus obras de arte. Hoy parte de esa colección es el Museo Municipal de Pizarra, que se puede visitar en el paraje de Casablanca. Todo ese tesoro ha sido posible gracias a la iniciativa del artista y a la posterior donación que hizo su familia. Hoy este edificio cultural está junto a un original complejo turístico, el Cortijo del Arte.