Este balneario, actualmente cerrado al público, tiene una dilatada historia. J. A.
50 maravillas de Málaga

Termas de Carratraca: Las aguas sulfurosas que hicieron brillar a la Puebla de Baños

Jueves, 31 de agosto 2023, 00:14

La leyenda y la historia se dan la mano en uno de los hitos históricos del turismo de interior en Málaga, el balneario de aguas sulfurosas de Carratraca, que actualmente está cerrado al público, pero que sigue siendo hoy una de las termas con pasado más ilustre de toda Andalucía. Las beneficiosas propiedades de sus aguas se descubrieron durante el XIX, cuando la localidad de Carratraca era conocida como Puebla de Baños y pertenecía a Casarabonela. Gracias a este manantial de aguas sulfurosas, la burguesía malagueña más influyente de la época se instaló allí y lo convirtió en uno de los lugares de veraneo más codiciados de la época.

Publicidad

En los últimos años, las termas están vinculadas a un lujoso hotel de cinco estrellas, que se ha encargado de gestionar el uso de sus aguas –muy positivas para patologías cutáneas y estomacales– en un inmueble histórico que recuerda al original del XIX.

Estas aguas termales, que siguen manando, a pesar del cierre temporal de las instalaciones, son sulfatadas (con azufre, lo que explica el olor que desprende), cálcicas, magnésicas y frías (18 grados centígrados). Además, en contra de lo que se podía pensar, es totalmente potable e incluso es muy recomendable beberla a diario.

QUÉ VISITAR

  • Balneario: Aunque esté cerrado, actualmente se puede ver el exterior del mismo.

  • Casco urbano: Gracias al esplendor proporcionado en su día por el balneario, hoy Carratraca es Conjunto Histórico-Artístico de Andalucía.

  • Monumentos: Plaza de Toros, Casa de Trinidad Grund (actual Ayuntamiento) e iglesia de Nuestra Señora de la Salud

DÓNDE COMER

  • Casa Pepa: Situada en la misma calle del balneario, se trata de una fonda a la antigua usanza, donde hay un único menú diario que se puede comer hasta la saciedad.

  • Venta El Punto: Restaurante en la entrada de Carratraca, donde se puede probar el rabo de toro o la carrillada de cerdo.

Los efectos positivos sobre la salud son numerosos: antiinflamatorio, antialérgico, sedante, cicatrizante, antiséptico, antiparasitario, antitóxico, antioxidante o mucolítico, entre otros. Esto hace que hayan sido durante años idóneos para paliar distintas patologías relacionadas con la piel o los aparatos digestivo y respiratorio.

Pero, además de salud, este balneario es un emblema del pasado más esplendoroso de Carratraca. No en vano, el balneario ha sido visitado desde su fundación por personajes históricos como la emperatriz Eugenia de Montijo, el político Cánovas del Castillo o Lord Byron.

Publicidad

Según una leyenda, el descubrimiento de las propiedades terapéuticas de estas aguas lo hizo Juan Camisón, un mendigo del siglo XIX que sufría numerosas llagas en su cuerpo.

Este hombre llegó a un cortijo situado junto al manantial para implorar la caridad de sus habitantes. Allí observó que un pastor echaba el agua a las cabras que tenían úlceras en su piel, y al cabo de cierto tiempo, se curaban. Juan Camisón decidió entonces bañarse y, tras varias inmersiones, también sanó.

Sobre las aguas sulfurosas del manantial se sustenta hoy el rico legado arquitectónico de Carratraca, uno de los pueblos que tiene protegido su casco urbano como Conjunto Histórico-Artístico de Andalucía. A diferencia de otras localidades del interior, aquí no hay que buscar vestigios andalusíes sino las huellas del esplendor pasado, durante el siglo XIX. Fue en esa época, lo que dio pie a la construcción de un balneario, lo que supuso que la localidad fuera el destino turístico para la burguesía malagueña.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad